Duncan Reid And The Big Heads retorna a las canchas con su flamante cuarta placa. “Don’t Blame Yourself” es el nombre del nuevo material del ex The Boys y contiene 14 canciones. La temática retrata a la existencia misma, reflejando crisis de mediana edad, las complicaciones en el amor y la política.
El cuarteto está compuesto por cuatro talentos repartidos entre la experiencia y la juventud. El mítico Duncan Reid suma su experiencia musical a los jóvenes Sophie Powers (guitarra, coros y teclado), Karen Jones (batería y coros) y Nick Hughes (guitarra, coros y trompeta). El disco trae un abanico de temáticas que interpelan a más de una generación.
Los temas
Un inicio bien potente con “Your Future Ex Wife”, con un ritmo bastante pegajoso. La melodía recuerda al rock clásico, al de los años cincuenta.
Siguiendo con “Motherfucker”,”Welcome To My World” y “Tea & Sympathy” que bajan el ritmo, pero respaldando las rítmicas pegajosas del inicio.
Llegando a la quinta canción, “To Live Or Live Not”, comienza nuevamente a repuntar aquel inicio enérgico, sumando frescura a lo clásico del rock con el toque mágico de los sintetizadores. Con “The Grim Reaper” y “For All We Know” continúa la montaña rusa musical que es este disco para llegar a una meseta con “Oh What a Lovely Day”, que es una de las pistas más tranquilas del disco. “Ballad Of a Big Head” extiende este viaje sonoro en el tiempo.
Llegando a la recta final, se encuentra la pista homónima al álbum, que a su vez es la más extensa de todas las que forman parte del álbum, que combina guitarras poderosas y una letra profunda. Y a modo de cierre llegan: “Came The Day”, “Little Miss Understoond”, “Dave” y “Jealousy”. Logrando un gran cierre, debido a sus compases contagiosos que dejan con ganas de más.
“Don’t Blame Yourself”, en líneas generales, es lo suficientemente largo y corto a la vez, todo debido al magnífico juego entre duración de las canciones y la temática de las mismas, sumado a un buen compás.
Todas canciones que, junto al resto de material, se podrán compartir en un escenario apenas se pueda. Mientras tanto, se puede disfrutar este disco, y que la espera no desespere.
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