El calendario lunar augura que el satélite estará visible en un porcentaje apenas por arriba del setenta por ciento para el 19 de octubre. Esa noche, Holms estrena su primer disco y Camila Sánchez, bajista y cantante, confiesa haberlo chequeado.

Si bien comenzó como solista, siempre tuvo en claro que su destino sería la música, la acompañan en este proyecto Patricio Fiore en la batería y secuencias, Patricio Keogan, en las guitarras, sintetizadores y piano y Gabriel Mathus en las guitarras.

El tópico astrológico y esotérico atraviesa las seis canciones del álbum y, como no podía ser de otra manera, proponen un viaje, una tele transportación a otro universo con su singular sonido para quien las escuche.

RNB: “Nullius in verba” es el nombre de la canción que abre el disco y es el ‘leitmotiv’ adoptado por la Royal Society of London. En latín significaría “en las palabras de nadie”, ¿qué significado tiene para ustedes?

Camila Sánchez: En un comienzo pensamos en llamar así al disco, que  quiere decir “en la palabra de nadie”, “nada en las palabras”, “cuestiónalo por tus medios”… son algunas de las  interpretaciones que se le da a esta expresión en latín. En toda esta búsqueda ligamos el nombre de la banda, que también tiene que ver con la identidad, el misterio y verdad, nos pareció interesante utilizar la expresión como introducción a las 6 canciones, donde más allá de los juicios de valor que puede hacer cada uno, es la misma naturaleza de la canción la que está hablando.

RNB: ¿Cómo fue componer canciones partiendo de conceptos astrológicos y supersticiones? ¿Cómo las combinaron con el estilo de música que los influye y que Uds. desarrollan?

CS: Es que ya de por si el disco es conceptual y toca esa temática, se fue dando desde la concepción. Soy una gran aficionada de la astrología, la metafísica y la física cuántica. Me pareció interesante combinar estos conceptos a la estética visual y la lírica de las canciones, también hablar de cuestiones más humanas como rupturas, la auto superación, el soltar y dejar fluir las cosas.

RNB: ¿Tienen alguna cábala o ritual antes de ensayar o tocar en vivo? ¿Quién es la/el que más cree en eso?

CS: Siempre miramos el calendario lunar, particularmente a mi me gusta saber cómo están los astros en fechas donde tenemos acontecimientos especiales, tales como lanzamiento de disco (Luna llena en Aries), estreno de videoclip (bajo un eclipse lunar total), o presentación de disco (Luna  en piscis).

En los ensayos prendemos mucho palo santo, ya que se viene con toda la carga energética de la vorágine laboral y cotidiana, se suele canalizar muchísimo en la sala de ensayo, por eso acudimos al palo santo que expulsa las energías negativas y atrae las positivas. Lo mismo hemos hecho antes de tocar, directamente nos bañamos en humo de palo santo y pedimos armonía, conexión y amor por lo que estamos haciendo. 

RNB: El bajista de Bauhaus, David J, confesó hace poco que hizo un hechizo para que la banda volviera. ¿Han tenido que recurrir a recursos (valga la redundancia) no habituales para terminar el disco o solucionar algún conflicto?

CS: No, siempre dejamos todo en manos del universo, que jamás se equivoca.  No hemos tenido que acudir a nada de eso, tratamos de que todo decante y sea como el mismo destino lo quiere. Se trata de no forzar y dejar que las cosas sucedan como tienen que ser.

RNB: Si bien ya trabajabas como productora y tenías experiencia, el encuentro con alguien del recorrido de Luciano Farelli pareció ser decisivo. ¿Por qué fue tan importante él?

CS: Encontrarlo fue clave, aportó muchísimo como productor del disco, pudimos desenvolvernos de una manera muy relajada, además de compartir los mismos gustos musicales. La producción del disco tuvo una fluidez hermosa, donde se aprendió bastante de un profesional como él. Se trabajó muchísimo el audio del disco bajo conceptos, estéticas y referencias.  Si bien yo había hecho producciones más caseras para la facultad y otros artistas, era todo más artesanal, con Holms la apuesta fue ambiciosa, quería algo genuino, contundente y bien elaborado. Por eso busqué un productor y sabía él que era el indicado.

RNB: ¿Cómo jugó en el desarrollo de las canciones esa mutación de solista a trío con la incorporación de los dos Patricios?

CS: Comenzó siendo un proyecto que lo encaré sola, tenía las maquetas, algunas canciones por la mitad, otras más resueltas. Decidí trabajarlas con Luciano, para empezar a darles mejor forma y elevarlas bajo sus ideas como productor. Con el transcurso de los meses fueron apareciendo los Patricios. En principio Pachi (baterista) quien apareció de manera muy casual ofreciéndose como baterista, nos reunimos, escucho los temas, le encantó la propuesta y se calzó la camiseta del proyecto acompañándome en ese proceso, al tiempo incorporamos al segundo Patricio (Keogan) quien terminó siendo casi una mano derecha en el proyecto. Ambos confiaron y apostaron a esto, creyendo ciegamente que el resultado iba a ser algo contundente.

RNB: ¿Cuál es el aporte de Gabriel Mathus como guitarrista al sonido de Holms?

CS: Mathus es el último eslabón incorporado. Ya con casi 6 meses dentro de la banda logró adaptarse y encontrar un audio parejo al del disco. Su sonido es muy elegante y característico. Si bien venía de hacer otro estilo musical, entendió el concepto enseguida.  
Además, necesitábamos alguien que pueda tener doble funcionalidad (bajista, guitarrista) y para ello él se adaptó súper bien.

RNB: Hay bandas que califican a un conjunto de seis canciones como un EP, ¿por qué no eligieron calificarlo bajo esa etiqueta?

CS: Creemos que puede encajar tranquilamente como un EP y también podemos definirlo como un Álbum. Para nosotros es nuestro disco debut, no tiene la duración convencional porque son solo 6 canciones. En un principio iban a ser 7 pero terminamos sacrificando una ya que no tenía nada que ver con el concepto que se venía desarrollando en las otras canciones. Siempre se lo  concibió desde su gestación a su lanzamiento como un disco.

RNB: Teniendo en cuenta lo que la “mayoría” de las “chicas” quiere, ¿qué tan difícil fue para vos elegir entre un bajo y la fiesta/viaje cuando cumpliste 15 años?

CS: No fue una decisión para nada difícil, tenía en claro que un bajo me iba a hacer más feliz que un viaje a Disney o que la clásica fiesta de vestido con invitados re especiales (risas). De adolescente me apartaba bastante de lo que la mayoría de las chicas quería, yo simplemente quería tener una banda, un bajo y empezar a tocar en vivo. Fue glorioso el momento en que mi Papá me llevo a la casa de música y me dijo “elegí el que más te guste”, y así fue como llegó a mis brazos mi primer bajo de marca nacional “Lazer” y me acompañó en mis primeros pasos arriba del escenario.