Los viajes a través del tiempo han sido siempre un enorme recurso para la ciencia ficción, en cualquiera de sus formatos la idea de manejar las líneas temporales nos ha obesionado, desde la aparición de Cronos en la mitología griega hasta la trilogía de Volver al futuro, controlar el tiempo y viajar por él ha sido una obsesión.
Por eso, y por muchas otras razones, Russian Doll la nueva serie de Netflix creada, dirigida y protagonizada por Natasha Lyonne (Orange is the new black) ha sumado una página más este enorme libro de viajes temporales, esta vez en formato Loop (Rulo temporal, lo que nos hace volver una y otra vez a la misma situación) como ha sido la ya épica Groundhog day (“El día de la Marmota”) protagonizada por Bill Murray.
En esta historia Nadia Vulkolov (Natasha Lyonne) queda atrapada para siempre, o eso creemos, en el día de su cumpleaños. Revive una y otra vez el mismo tramo de ese día hasta que encuentra la muerte, en todos los retornos de Nadia a la vida es siempre en el exacto mismo lugar y momento con plena consciencia de que eso está sucediendo.
Los primeros pasos de Nadia son intentar probar que eso que sucede es real, el paso posterior es entender cómo y por qué pasa y el último es la manera de solucionarlo. Es aquí cuando entra en juego una cuestión clave ¿En alguno de todos esos intentos no morirá?¿Es algo que deba cambiar? ¿si lo cambia sobrevivirá?
Todas incógnitas que se van resolviendo a medida que avanza la trama por los 8 capítulos de esta primer temporada y hay una enorme noticia: solo duran 30 minutos promedio lo cuál nos hace repasar una y otra vez la historia (que es compleja) hasta que entendemos todo.
Cómo nos tiene acostumbrado Natasha Lyonne, su personaje de Nadia está plagado de excesos, ironía y muchísimo humor negro para una ciudad de New York que no para de matar una y otra vez a la protagonista de mil y un maneras. Lejos está Nadia de claudicar ante este “problema” de índole sobrenatural, sin dudas la protagonista no para de morir hasta que empieza a desandar el camino de alguna de las posibles soluciones.
Lo mejor de Russian Doll es su guión, entre este sinfín de sucesos sobrenaturales hay una línea constante y sonante de acidez, ironía y despreocupación por el prójimo, de hecho la reconstrucción de esto último es el eje de todas las relaciones (rotas) que rodean a Nadia.
Me resulta casi imposible hablar sobre los personajes sin dejar un spoiler servido en una trama muy enroscada pero sobretodo que visita una y otra vez los mismos lugares para buscar indicios o desandar posibles teorías que arreglen este desmadre temporal.
Como Co-Creadora está Amy Poehler, la brillante actriz cómica de Parks and recreation, Saturday Night live e Inside Out sin dudas esta generación de mujeres creativas y emprendedoras ha sido lo mejor que ha dado la industria en décadas, nada pasa desapercibido para ellas y su aguda mirada.
Russian Doll es un desafío total, una dosis de humor negro apoyada en una trama de ciencia ficción clásica pero que no camina por el bien o el mal, nadie en la serie es bueno o malo, nada es lo que parece ser y mucho depende de como se vayan dando las cosas.
Repasar en nuestra cabeza lo que vamos viendo, o creemos ver, lo que nos cuentan los protagonistas o lo que imaginamos que puede ser, es la cuota de desafío que permite que Russian Doll sea una serie digna de ver y de festejar, ya sea hoy, mañana o ayer.
Esperen… ¿Qué día es hoy?
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