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Las revelaciones de la temporada 2017-18 en el fútbol argentino

A lo largo del eterno campeonato que ganó Boca, surgieron jóvenes joyas que inspiran confianza en el futuro; otros lograron la tan famosa explosión. Algunos, incluso, ya son seguidos para integrar la Selección. Europa ya se fija en ellos y, en casos puntuales, arribaron al Viejo Continente.

El fútbol argentino es una máquina inagotable de talentos, en eso no hay discusión. Año tras año, en diferentes medidas, aparecen revelaciones interesantes. Algunos –cada vez menos- triunfan en Europa. La mayoría emigra rápidamente pero no logra hacer pie. El Viejo Continente tiene a Argentina como una de las fuentes de buenos futbolistas del mundo y, a favor de ellos, a bajo costo.

En la temporada 2016-17, volvieron a emerger promesas. Algunas con una proyección difícil de imaginar con límite. Otros más sencillos que dieron para hablar en el torneo. A continuación, repasá el once ideal y variantes de aquellos profesionales que hicieron su aparición en el último torneo largo, se afianzaron y aún tienen más para dar.

El arco tiene un nombre que pocas dudas deja: Alexis Martín Arias. El portero de Gimnasia, a sus 25 años, tuvo la continuidad deseada: disputó todos los minutos del campeonato. Posee la máxima cantidad de atajadas del último año y fue gran responsable de que el Lobo haya sido la tercera valla menos vencida luego de Independiente y Defensa. Sus reflejos y velocidad de movimiento hicieron que clubes grandes y de Europa se fijen en él.

En el lateral derecho apareció Fabricio Bustos, el juvenil de Independiente. Irrumpió de la mano de Ariel Holan y fue uno de los grandes aciertos del entrenador. Feroz en ataque, intenso y constante para desbordar, decidido y con buena técnica se transformó en una de las armas del Rojo. En el carril opuesto, Ian Escobar –de Talleres- mantuvo un nivel regular. Surgido de Chacarita, su velocidad y vocación ofensiva sobresalieron. En el debe está tener más solidez defensiva. Ambos son proyectos seductores con sus jóvenes 21 años.

Los centrales provienen de Núñez aunque uno se destacó en Varela. Lucas Martínez Quarta y Alexander Barboza fueron las apariciones jóvenes en la zaga. El primero, con apenas algunos minutos en Primera, bancó con aplomo la final de la Copa Argentina. Seguido por clubes europeos, parece uno de los prototipos de zagueros del futuro: velocidad, buen trato de pelota, salida limpia, coberturas simples. El doping le puso un freno a su crecimiento. En el caso de Barboza, tiene características similares, pero con liderazgo nato fue el pilar defensivo del equipo de Beccacece. Llamó la atención de instituciones europeas y grandes de Argentina, pero también a Gallardo quien lo tendrá en cuenta.

Sin dudas Emanuel Cecchini fue uno de los mejores volantes del torneo: recuperación, buen juego asociado, media distancia y llegada al área. Un futbolista muy completo, con ADN europeo que ya se llevó el Inter. En este once de fantasía comparte el círculo central con Emanuel Reynoso, la joya cordobesa de Talleres en la que ya se fijaron Boca, River, Racing e instituciones del exterior. Con habilidad de sobra, gran manejo, remate con ambas piernas, visión y panorama, le queda poco tiempo en el fútbol local. Cuatro tantos para Cecchini y dos para Bebelo –tuvo cuatro asistencias- en su primera temporada en Primera.

Gabriel Gudiño fue la revelación como volante derecho en el torneo. Veloz, potente, encarador y con mucho gol, sostuvo el sueño de Rafaela casi hasta el final. No sintió el salto de categoría (venía de Libertad de Sunchales, del Federal A). A sus 25 años, tendrá la gran chance en San Lorenzo para confirmar sus capacidades.

La delantera quedó copada por los grandes. Primero, Ezequiel Barco de Independiente. El volante renovó las ilusiones el Rojo. Dio sus primeros pasos con Gabriel Milito y se asentó con Holan. Gambeteador nato, con alma de potrero y gol, es la gran aparición del club desde el Kun Agüero. Personalidad, media distancia y encarador. Debe mejorar su resolución en la finalización para ser un jugador Top.

Bautista Merlini ocupó a la perfección el rol de Sebastián Blanco en San Lorenzo. Con un despliegue admirable, velocidad y habilidad para el uno contra uno, de la mano de Diego Aguirre pudo ganarse un lugar para su esfuerzo. Ya ha dado muestras de un potencial que incluye la combinación entre desborde y gol.

El centrodelantero es Lautaro Martínez, el crack de Racing. La revelación del torneo. Con un talento prodigio y una cabeza sensata que acompaña, tiene todas las cualidades técnicas para triunfar en Europa. Su aparición fue tan pesada que hasta Jorge Sampaoli lo vio para la Selección en el corto inmediato. Habilidad para jugar de espaldas, toques de calidad, velocidad y precisión en la definición. La Academia sacó una gema.

El buzo de entrenador es para Sebastián Beccacece. Ayudante de Sampaoli en su éxito chileno, estuvo muy cerca de Racing, tuvo un mal paso por la Universidad de Chile y recaló en Defensa. Ahí, con pocos recursos, jugadores jóvenes y descartes de los demás, armó un equipo con identidad, competitivo, valiente. Tácticamente perfecto, camaleónico por momentos. Si el torneo hubiese arrancado cuando él llego al Halcón, Defensa tendría números de candidato. Ese dato habla por si solo de su brillante ciclo.