Chelsea al borde del abismo por la guerra entre Rusia y Ucrania

El gobierno británico y la Premier League acorralan al historico club londinense con sanciones simplemente porque su dueño es ruso. Los empleados temen no cobrar sus salarios y se acerca un éxodo masivo de futbolistas.

La guerra entre Rusia y Ucrania tiene en vilo a todo el mundo y las sanciones a todo lo relacionado con los rusos no dejan de hacerse esperar. Más allá de las sanciones económicas que le imponen los organismos internacionales al gobierno de Putin, todos se sumaron a la moda de castigar todo lo que tenga un mínimo vínculo ruso con tal de figurar. Así, cayeron dentro de la volteada los deportistas que nada tienen que ver con el conflicto bélico. Dentro de este punto, parece que el gobierno del Reino Unido y la Premier League se pusieron como objetivo “destruir” a una institución enorme e histórica como el Chelsea.

Desde el comienzo del avance de tropas rusas sobre tierras ucranianas, la Unión Europea y Estados Unidos aplicaron sanciones a el gobierno, empresarios y civiles rusos alrededor del globo. En este sentido, uno de los principales objetivos es el empresario ruso Román Abramóvich, dueño del Chelsea desde 2003. Sin embargo, en el afán por sancionar al empresario cercano a Putin, la institución londinense es empujada al borde del abismo económico y se castiga también a sus empleados.

En los últimos días, los “blues” sufrieron toda serie de embates económicos y políticos que encienden las alarmas en las finanzas. Desde el 24 de febrero, cuando comenzó el avance de las tropas rusas, las marcas que patrocinan al Chelsea FC dieron un poso al costado, cortando una gran fuente de ingresos del club londinense. “Hemos solicitado al club de fútbol Chelsea que suspenda temporalmente nuestro patrocinio del club, incluida la eliminación de nuestra marca de las camisetas y alrededor del estadio hasta nuevo aviso”, anunció Three, la empresa de telecomunicaciones que ya no figurará en el pecho del club londinense.

UN CLUB A MEDIAS Y SUELDOS EN RIESGO

Además de los sponsors, el gobierno del Reino Unido apuntó por todos lados contra el Chelsea FC. De hecho, los “blues” tienen prohibido realizar cualquier actividad que les genere ingresos, incluyendo venta de merchandising y de entradas (solo podrán asistir los socios a la cancha). Además, no podrán vender y contratar jugadores ni extender los contratos de los futbolistas que ya se encuentran en la institución. Por esta razón, se espera un éxodo masivo de jugadores a partir de la próxima temporada.

Por otro lado, desde la dirigencia del Chelsea FC temen no poder pagar los salarios de sus empleados a partir del próximo mes. Esto se debe a que el banco Barclays, principal sponsor de la Premier League, bloqueó todas las cuentas bancarias del club londinense hasta nuevo aviso. Así, desde la institución esperan que interceda el gobierno británico para autorizarles a retirar lo suficiente para pagar los sueldos del próximo mes. Sin embargo, ante los bloqueos para generar ingresos, se prevé que a partir de mayo el club no pueda seguir pagándole a sus trabajadores.

También, tiene restricciones económicas en todo lo que refiere a los gastos del día a día. De hecho, el gobierno de Boris Johnson le puso topes de gastos en viajes para jugar los partidos, limpieza de las instalaciones y demás cuestiones cotidianas para el funcionamiento normal del club.

ABRAMÓVICH NO PUEDE IRSE

El histórico empresario ruso se encuentra en la difícil misión de desprenderse del Chelsea FC para poder alivianar las presiones sobre el club. “He decidido confiarles a los administradores de la Fundación benéfica del Chelsea, la gestión del club […] por el bien del club, de los jugadores, del cuerpo técnico y de los aficionados”, declaró el dueño del club el 26 de febrero en un comunicado. Pocos días después, anunció que podrá a la venta las acciones de la institución a su nombre. Así, comenzaba el fin de una era que dejó varios títulos locales e internacionales (incluyendo dos Champions League).

Sin embargo, las sanciones contra el ruso terminaron colocando al club en una situación insólita. Como el gobierno del Reino Unido pe prohíbe generar ingresos a Abramóvich, el empresario no tiene permitido vender las acciones del Chelsea. Al mismo tiempo, la institución sigue recibiendo sanciones porque su dueño es el magnate ruso. Por otro lado, la Premier League anunció la remoción de Román Abramóvich como dueño del club y le puso un plazo hasta el 31 de mayo para desprenderse del conjunto londinense. Así, los “blues” se encuentran en un callejón sin salida del cual no puede salir y que podría terminar hasta con la desafiliación del gigante inglés de la Primera División de Inglaterra.

EL APOYO DE LOS HINCHAS

Al encontrarse en una situación ridícula donde el único perjudicado es el Chelsea, los fanáticos salieron a bancar al dueño de la institución en la cancha. Durante el cruce ante Norwich por la Premier League, los simpatizantes que pudieron ingresar al estadio le expresaron su apoyo al magnate ruso.

Sin embargo, quienes no se mostraron muy contentos por el apoyo a Abramóvich fueron las autoridades británicas. En este sentido, el ministro de tecnología y economía digital, Chris Philp, advirtió a los hinchas para que la situación no se repita. “Les pido que piensen con mucho cuidado antes de volver a hacer eso porque los actos bárbaros del régimen de Putin que Abramovich ha apoyado son mucho más importantes que el fútbol”, declaró el ministro.

EL COMUNICADO DEL CHELSEA

Desde la institución londinense lanzaron un comunicado para aclarar la realidad del club ante las sanciones establecidas por el gobierno. “En virtud de su propiedad del 100% de Chelsea FC plc y entidades afiliadas, Chelsea FC normalmente estaría sujeto al mismo régimen de sanciones que el Sr. Abramovich”, informó el club. Al mismo tiempo, confirmó que “el Gobierno del Reino Unido ha emitido una licencia general que permite al Chelsea FC continuar con ciertas actividades”.

De todas formas, la dirigencia anunció que comenzará conversaciones con el gobierno británico para encontrar una solución antes de que la situación se vuelva insostenible. “Esto incluirá solicitar permiso para enmendar la licencia a fin de permitir que el Club opere con la mayor normalidad posible. También buscaremos orientación del gobierno del Reino Unido sobre el impacto de estas medidas en la Fundación Chelsea y su importante trabajo en nuestras comunidades. El Club actualizará más cuando sea apropiado”.