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Argelia: del éxito al fracaso

El equipo que sorprendió a Alemania en 2014, sufrió el ocaso de aquel gran momento futbolístico en la Copa Africana de Naciones.

Argelia, una de las máximas candidatas a quedarse con la Copa Africana de Naciones, decepcionó y se quedó afuera en la fase de grupos. Pese a contar con su gran figura, Riyad Mahrez, campeón de la última edición de la Premier League y ganador del Balón de Oro africano.

Desde las Eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica que Argelia volvió a pisar firme en el fútbol de África. Como el Ave Fénix renació de sus cenizas que estuvieron intactas durante mucho tiempo. En aquellos años, bajo el emblema de Rabah Madjer, los apodados Zorros del Desierto se clasificaron a los Mundiales de 1982 y 1986, el último con Rabah Saadane como Director Técnico, el mismo que consiguió 23 boletos -más los del cuerpo técnico- para el año 2010 en un agónico desempate con Egipto.

Unos meses antes de junio, Argelia jugó la Copa Africana y se quedó con el cuarto puesto. En el Mundial fue indiferente a las dos ediciones anteriores, donde no pasó la primera fase. No obstante, se veía un proyecto que iba creciendo con figuras como Karim Ziani, Rafik Saïfi y Madjid Bougherra.

Luego de perder con Eslovenia y Estados Unidos y empatar con Inglaterra, Saadane dejó de ser el técnico argelino para darle lugar al bosnio Vahid Halilhodzic, que hizo una limpieza de jugadores bastante llamativa, pero nadie imaginó los que vendrían. Nombres poco conocidos, pero con grandes momentos personales en clubes importantes de Europa. Sofiane Feghouli (titular en Valencia), Islam Slimani (goleador del Sporting de Lisboa) y El Arbi Soudani, delantero del Dínamo Zagreb.

Halilhozdic creó un equipo histórico, que clasificó a Brasil y por primera vez avanzó a octavos de final. Pese a perder con Alemania, los Zorros dejaron una huella que impactó a más de uno porque los alemanes tuvieron que ir al alargue para poder pasar a cuartos de final.

La renuncia del bosnio fue el camino a que Argelia decayera  porque desde ese momento la FAF –Federación Argelina de Fútbol en castellano- no respetó ni pensó un proyecto. Asumió Christian Gourcuff, un técnico que prácticamente no tenía experiencia en selecciones. Duró un año, fue despedido y reemplazado por Milovan Rajevac. Un hombre importante que llevó a Ghana a hacer un buen papel en Sudáfrica y perdió en ese recordado partido con Uruguay donde Luis Suárez fue expulsado por atajar una pelota que era la victoria de los africanos.

Rajevac fue despedido con apenas un partido dirigido. Fue en octubre del año pasado cuando Argelia empató de local con Camerún en la primera fecha de las Eliminatorias para Rusia. Llegó Georges Leekens para dirigir en la Copa Africana de 2017 y, tras quedar eliminado, también recibió el telegrama de despido. Cuatro entrenadores entre fines de 2014 y principios del 2017.

Leekens dejó afuera de la convocatoria a Feghouli, hoy en el West Ham y sufrió por la lesión de Saphir Taïder. Luego del debut contra Zimbabue (un 2 a 2 que salvó Mahrez al marcar los dos goles) decidió sacarle la titularidad a Raïs M’Bolhi y darle lugar a Malik Asselah, que nunca había sido convocado. Cuatro días después, ante Túnez, los Zorros del Desierto perdieron 2 a 1 y empezaban a esperar milagros para clasificar. En la última fecha debían ganarle a Senegal y lo mismo tenía que hacer Zimbabue con Túnez. Nada de eso pasó. Argelia empató 2 a 2 con goles de Slimani y Túnez ganó 4 a 2. Los jugadores sacaron el pasaje de vuelta al país musulmán y Leekens a Bélgica.

 Con jugadores de grande talla como Mahrez y Slimani (Leicester), Nabil Bentaleb (Shalke 04), Soudani (Dínamo Zagreb), Yacine Brahimi (Porto), Aissa Mandi (Betis), Faouzi Ghoulam (Nápoli), Rachid Ghezzal (Lyon) y Adléne Gedioura (Middlesbrough), Argelia debió haber hecho un buen papel en la Copa. Sin embargo no fue así y ahí se vio el resultado de la falta de proyectos. Hoy el equipo no tiene DT y están complicados en la clasificación a Rusia. En África, un plantel con nombres en clubes importantes de Europa, no se podría permitir el presente que está viviendo la Selección Argelina.

Por Karim Chelbi Camba.