“Bueno, bueno, bueno, graciosos y valientes”... cuando Pedro Rosemblat, alma máter de Gelatina, intentó penetrar la corteza emocional del Indio Solari, recibió una evasiva rápida. No fue la única en la algo más de una hora y veinte que duró la entrevista que el Indio le dio al canal de streaming, que tiene entre sus señas particulares las agudezas y críticas de la “Fábrica de Jingles”, una suerte de diagnóstico de la sociedad (y suciedad) actual en formato pegadizo y divertido. Un golazo en una época dónde aparece difícil destacarse en el mismo mar dónde navegan todos. Quizás hayan atraído al Indio a darle la nota a este canal de streaming.
“Sos un tipo genuino, y eso no abunda”, dice el Indio a la hora de explicar porque le dio la nota a Rosemblat, la primera que da luego de su aparición en Caja Negra, con Julio Leiva al mando. Entre ambas entrevistas, lo que se repite, es la estética: luces tenúes, el Indio se adivina casi en una silueta, no se muestra. La reserva y misterio, el halo que envolvió al Indio y lo alejó para siempre de Carlos, siempre estuvo presente desde que se reconoce a sí mismo como Indio: “el artista habla a través de sus canciones”, dijo en más de una oportunidad, con la excepción, consabida, de sus apariciones en entrevistas. Desde “Tsunami”, la nota que le brindó en formato de mini documental a Mario Pergolini que no vemos al Indio actual. Se lo adivina con barba, se lo adivina más anciano, se lo vislumbra luchando, mano a mano con el Parkinson.
Indio says
Siempre frontal, en esta época de su vida, el Indio aún lo es más. Le tira algún que otro dardo a Skay, recuerda que Luca Prodan le robó una letra, dice que le gustan algunos discos de Charly García, algunas letras de Fito Páez, pero repreguntado sobre cuáles, no es capaz de especificarlas: “sólo estoy queriendo ser elegante”, se justifica entre risas.
También ensalza a “Momo Sampler”, en medio de toda la discografía de Los Redondos y refuerza aquello que cante en “Juguetes Perdidos” de “este asunto está ahora y para siempre en tus manos nene”: “Los Redondos son ellos, no somos nosotros”. O sea, ustedes son Los Redondos. Esto ya no me pertenece. Corte.
El Indio dice no bajar línea, pero lo hace en cada respuesta. Quizás de manera velada, de manera no tan directa, casi metafórica, cómo lo hizo en toda su carrera. Dice que “nos están cagando en la cara” en clara referencia al actual gobierno y declama que “yo no escribo para que canten las boludeces que yo digo, escribo para que imaginen”, dejando toda una sentencia de su búsqueda artística. El poder de imaginar, el poder de la metáfora, la fuerza de las letras, aunque confiesa que primero compone, en un proceso que incluye la lectura de 6 páginas en algún lugar de un libro al que elige volver y un disco para musicalizar. Cualquiera. Random. Lo que dicte el corazón ese día.
No se muestra muy sentimental el Indio, pero sí reconoce, masticándolo entre dientes, que “la vejez es una cagada” y que lo único que sabe hacer “son canciones” y que no cree que eso vaya a cambiar, a menos que “esta enfermedad dañina avance”.
Hace poco, el Indio sacó a la luz un nuevo tema, con la voz de Valentina Cooke, que es la integrante del dúo que conforman con Luciana Palacios, la corista de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado. “Es uno de mis mejores temas”, lo define y dice que esa canción “estaba ahí, esperando que alguien venga y la cante”. En ese mismo código, dice que, para él, hoy lo más saliente viene del lado de las chicas, aunque advierte que el medio “sigue siendo muy machista”.
Sin referencias a Bruno, su hijo, y casi nulas a Virginia, su esposa, Indio anuncia que está trabajando en una película con Marcelo Figueras, su biógrafo y al que define como “un amigo maravilloso” y confiesa, mientras balancea una vaso de whisky, que está “enamorado” de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado: “Por lo que son como músicos, peor también como personas”y dijo que lo único que les recalcó desde el principio fue “que respeten el escenario”.
La entrevista mostró un Pedro Rosemblat preparado, pero que sabía que era casi imposible conducir la misma. Pepe reconoce, claramente, que si el Indio dio la entrevista es porque tenía cosas para decir. Y Esas cosas están en esta algo más de hora y veinte de entrevista, dónde el Indio habla, fundamentalmente, de su presente, dónde se muestra como siempre fue, dónde revela que siempre seguirá haciendo canciones. ¿Algún resquicio para hablar de su enfermedad? ¿De su salud actual? ¿De lo que le pasa con esto?: “Graciosos y Valientes”. Mejor no hablar de ciertas cosas, sí las canciones siguen haciendo lo suyo, y el artista se muestra tan lúcido como siempre. Festejemos, festejemos…, porque el Indio todavía tiene cosas que decir.
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