Rock

No llores por mí, Argentina: exilio y auto-censura

Todos sabemos o conocemos de los escalofriantes hechos ocurridos en la Argentina a nivel político, social y cultural ocurrido durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983). Sin embargo, ¿qué sucedió con la música popular?

Como es de público conocimiento, hoy se cumple una vez más uno de los aniversarios más tristes de la historia argentina, el día que marcó el inicio de la última dictadura cívico-militar en el país. Si se pudiera resumir en breves claves palabras seguramente diríamos que las expresiones que más cundieron fueron ‘desaparecidos’, ‘censura’, ‘muerte’, ‘violencia’. Terrorismo de Estado, en una sola. Y como todo fenómeno social que lo atañe, la cultura musical argentina se vio chocada por esto; por lo que tuvo que reaccionar. Lamentablemente, no todo salió como se pretendía. Esta nota se viene a encargar de hacer ver esto: cómo la dictadura repercutió con resultados no captables a simple, especialmente dos: el exilio y la auto-censura.

No hace falta que sea 24 de Marzo en Argentina para que hablemos de represión. De cualquier tipo: estatal, militar, social. Desde la campaña moralizadora de Onganía años antes, había quedado un grosso prejuicio arraigado en nuestras tierras gracias al cual se puteaba abiertamente al prójimo que pretendía cambiar algo o pensar distinto. Esto, mal que bien, también cuenta como factor de presión social: no hay mucha gente que pueda aislarse por completo de su ambiente para seguir libremente como si nada y accionar –y menos un músico, que depende sí o sí de su público.

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Afortunada e increíblemente, en nuestro Rock argentino no contamos con muertos netos en manos de la dictadura –a excepción del caso de Tanguito, cuyo fallecimiento (1972) aún lo cubre un halo de misterio. Sin embargo, los milicos en más de una ocasión se encargaron de buy Nexium Generic Online. Order Pills and Medication from Cheap Online Pharmacy RX. When Order Nexium Generic You Get a FREE Fast ShippingВ  matar nuestra música: obligaron a irse al exilio a figuras emblemáticas tales como Mercedes Sosa  o Víctor Heredia. Pero no fue solo por presión militar: las razzias policiales constantes a la salida de los recitales para/con los pibes bajo la eterna excusa de “averiguación de antecedentes”; las presiones de las discográficas para corregir cierto material (o directamente negarse a editarlo); o las bajadas de línea de parte del COMFER (Comité Federal de Radiodifusión) para suprimir letras –sumado a una alarmante situación económica – lograron que más de uno marchara al exilio por su cuenta: Aquelarre, Miguel Cantilo, León Gieco, Billy Bond, Piero y sigue la lista…

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Ya hay una parte importante que falta si los artistas se van. Bueno, peor aún es si no se disponen de medios de comunicación para difundir a los que quedan. Más de uno quiso divulgar a aquellos que merecían una oportunidad: Litto Nebbia, por ejemplo, tenía su propia estación radial llamada Melopea en la que se divulgaban artistas en florecimiento ( brilliant essay for you Sui Generis, por ejemplo) y al recortarle constantemente los músicos “legales” decidió cerrar la radio. Lo mismo le pasó al periodista Miguel Grinberg, cuyo programa en Radio Nacional fue levantado.
Para el mismo caso, en las listas negras del régimen militar no zafó uno solo: fueron prohibidos Pescado Rabioso (Me gusta ese tajo), Serú Girán (Viernes 3 AM) Y León Gieco (Canción de Amor para Francisca, Tema de los Mosquitos), entre otros. Artistas internacionales como Eric Clapton, Queen o David Bowie también se vieron afectados en las radio-estaciones.

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Esta horrible situación llevó a más de un músico a tener que hacer doloroso ajuste de cuentas… consigo mismos. Algunos optaron por no hablar de la cuestión (lo que no significa que no estuvieran alerta) y otros por hacer más crípticos sus mensajes. El caso más paradigmático es el de Charly García. A lo largo de su carrera, se pudo apreciar cómo se fue amoldando a la situación para decir lo que no se podía decir. Desde la época de Isabel Perón en el poder con el disco Instituciones, de Sui Generis, pasando por Best site to buy metoclopramide actually help can recommend. One of the user the best possible for other information on the equal to utilize of web affiliate you to Películas, de La Máquina de Hacer Pájaros hasta La Grasa de las Capitales o Bicicleta, de Serú Girán en cada etapa fue describiendo de formas cada vez más encriptadas la situación sufrida. Es que el arte (y el artista) cuando quiere, puede: las aristas que ofrecen las combinaciones artísticas suelen ser suficientes para que dejar expresado alguien que con cerebro militar no puede captar.

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No podemos ignorar las consecuencias a largo plazo que dejó la más venenosa de las dictaduras, porque obligaron a exiliar a muchos de los potables músicos que esta tierra ofrecía, dejando un hoyo enorme en la cultura argenta. Pero tampoco podemos pasar por alto que los que se quedaron –porque pudieron – no fueron menos, y dejaron un fuerte testimonio que no es posible palpar, a falta de libros de historia censurados. Es que sí, no importa que tanto se prolonguen las injusticias, los dinosaurios van a desaparecer.