Darío Lopérfido invitó a Babasónicos a tocar en el Colón y la respuesta de los músicos al parecer no fue de su agrado. La tolerancia cerca del grado cero salió a la luz en sus palabras: “No salgo de mi asombro al ver como algunos músicos pueden desconocer la historia y el prestigio del Teatro Colón. También me pregunto para qué quieren venir al Colón si para ellos ‘cantar en un teatro es incongruente”. El enojo de Lopérfido parece radicar en la cuestión de que el teatro carga con un prestigio establecido por categorías sociales que llevaron a concebir al Colón como espacio para la “cultura de élite” y, sin olvidar, su vínculo con los altos estratos de la sociedad a lo largo de su historia.
Según esta mirada los músicos osaron en desperdiciar la chance de tocar en el “prestigioso teatro”. Es cierto que hay prestigio por tocar en el Colón, es un hermoso monumento edilicio de la cultura, pero no es condición para que la banda no pueda dar su opinión con respecto a tocar en un recinto de esas condiciones. Y ¿por qué esto habría de significar una ignorancia respecto a la historia que carga el Colón? La ignorancia puede que esté del otro lado.
Hay cuestiones del género musical que quizás hacen que una banda de rock pueda ver como incongruente realizar un show ahí, como aclaró el guitarrista de la banda Mariano Roger “El show nuestro en un teatro es incongruente”. Hay formas de vivenciar un recital de rock que no podrían llevarse a cabo en un teatro y quizás no es lo que la banda acostumbra. Esto no niega, ni mucho menos cuestiona la jugosa experiencia de que Gustavo Cerati, Charly o Fito hayan tocado en el Colón. Un lujo tener registro de estos gigantes del rock nacional tocando en la casa de la música clásica. Pero lo que Lopérfido no considera es que con esa declaración están simplemente expresando lo que ellos ven como un lugar quizás no tan adecuado para el tipo de shows que ellos realizan. Puede que la respuesta de Babasónicos no haya sido como lo esperaba el ex ministro, pero no parece haber malas intenciones de parte de los músicos. Estos manifestaron su idea con respecto a tocar ahí y de que su show no es acorde para que suceda en ese escenario. Y no precisamente en ese lugar, en el Colón, hablaron de “tocar en un teatro”, de modo arbitrario.
Entonces, la banda en ningún momento cuestiona o rechaza de manera negativa la invitación de tocar en el Teatro Colón, como según lo interpretó Lopérfido. La poca tolerancia está de un único lado, y es de quien juzga a los artistas por el hecho de expresar libremente su opinión, una postura posicionada desde un ángulo un tanto jerárquico, de determinada clase social. También, los músicos, podrían haberse directamente negado a tocar por cualquier cuestión. Un artista siempre tiene este derecho, ellos son los que ofrecen el show, ellos deberían tener el privilegio de decisión y de opinar sobre las condiciones de sus shows sin ser cuestionados, como también a negarse por pagar para tocar. Pero sin embargo, Lopérfido sentencia: “Voy a evaluar seriamente si Babasónicos debe cantar en el mismo escenario que pisaron hace muy poco tiempo, Jonas Kaufman, Marcelo Alvarez, Daniel Barenboim y Martha Argerich”.
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