Rock

La Síntesis O’Konor: Moldeando a una generación

El sucesor de La Dinastía Skorpio ya está entre nosotros y es la prueba absoluta de que El Mató A Un Policía Motorizado no es meramente una banda indie. Como en sus dos discos anteriores, se puede apreciar la esencia de la banda, pero en este caso se le agrega un cambio radical en la manera de componer letra y música que moldeará a una nueva generación.

Cuatro años y varios EP después de La Dinastía Skorpio, hoy llega a las bateas y plataformas de streaming el nuevo disco de El Mató A Un Policía Motorizado. El tercer trabajo de estudio de su fructífera carrera será publicado por su propio sello independiente Laptra Discos y fue grabado a principios de este año en los estudios Sonic Ranch situados en Texas, Estados Unidos. En lo referido al formato, se editará en CD, vinilo de 12 pulgadas y cassette, además de su presencia en el mundo digital, y estará disponible en Sudamérica, México, Estados Unidos y España. Tal cual su segunda placa de estudio, La Síntesis O’Konor significa un paso adelante muy importante en lo musical para la banda de Santiago Motorizado y los deja en la posición de moldear definitivamente a una generación que se ha criado escuchando sus canciones.

El disco comienza con la intensa “El Tesoro”, su corte de difusión, poseedora de una base muy poderosa y un riff tan suave como intenso que construye velozmente una atmósfera entre triste y seductora. Desde el bajo, Santiago Motorizado dispara fintas constantemente y al mismo tiempo utiliza el micrófono para cantarle al desamor y pronunciar una de las frases que sin dudas marcará a este disco: “Perdón si estoy de nuevo por acá, pensé que habías preguntado por mí “. El cierre instrumental entre el bajo de Santiago y el sintetizador a cargo de Chatran Chatran es impecable y muy melódico, abriendo un trabajo muy diferente a lo que la banda platense nos tenía habituados.

“Ahora Imagino Cosas” levanta la temperatura de una forma notable, con el frontman liderando desde el bajo y yendo a los graves como pocas veces en su carrera. La guitarra conforma una melodía frenética, que nos entrega la imagen de un viaje a toda velocidad por el universo, y La Doctora Muerte en la batería completa el panorama con un golpeo muy técnico que varía entre el blues y el rock clásico. A pesar de ello, es claro que la esencia de la canción es punk, sobre todo porque las guitarras van al frente a pura potencia y la letra es repetitiva, continuando así con la caja de sorpresas que es La Síntesis O’Konor.

En “La Noche Eterna” se puede decir que El Mató A Un Policía Motorizado recupera su tónica bien indie, con una melodía cansina y muy precisa, transmitiendo una pesadez e espíritu muy grande desde la guitarra y la batería. El sintetizador le agrega un poco de esperanza a la canción, con arreglos casi imperceptibles, notándose la presencia de las bases electrónicas una vez más y quedando en claro que la banda sabe muy bien como utilizar este recurso sin por ello abusar.

La curva descendente en cuanto al ánimo no se detiene cuando llegan los primeros acordes de “Alguien Que Lo Merece”, un track que contiene la esencia de la banda – ese híbrido entre el indie rock y el krautrock-, con Santiago predicando desde las alturas sobre un riff tranquilo, cantándole siempre a los corazones rotos y a esa posibilidad de que alguna vez un milagro pueda sanarlos. La oscuridad total de Berlín se revela en “Las Luces” (un juego muy inteligente entre el nombre elegido y la atmósfera que se construye), con La Doctora Muerte castigando desde la batería y Chatran Chatran haciendo lo suyo desde los teclados para generar un clima caótico y plagado de épica.

Esa intensidad disminuye al instante con “La Síntesis O’Konor”, una alegre suite instrumental que da nombre a su tercera placa de estudio y sucesora del excelente La Dinastía Skorpio (2012) y que apenas cuenta con unos breves coros rítmicos por parte de los músicos. El siguiente tema lleva el nombre “Destrucción” y su lírica se centra en las relaciones amorosas fallidas, pero además de ser el más largo del disco (5:44 de duración), posee el predominio de una base electrónica veloz y llena de energía, que contagia al cantante y que hace de la canción una extremadamente bailable que conjuga los mejores elementos del Synth-Pop del cual los Pet Shop Boys son el principal exponente. Hay que mencionar también el excelente uso del slide por parte del guitarrista, otro de los puntos salientes de tal vez la mejor canción de un excelente y muy esperado álbum.

“Excálibur” funciona como un intervalo cuasi instrumental, con Santiago repitiendo “¿Por qué?” con una tristeza imposible de ocultar, quedando todo listo para la explosión desde el teclado y el sintetizador de “El Mundo Extraño” que cierra el círculo abierto en el track previo. Afinando el oído, es simple encontrar una similitud con The Doors, aunque hay un interesante diálogo entre el pop y el punk en el momento más álgido de esta canción, una que pavimenta el camino para que el oyente recorra la recta final con absoluta tranquilidad.

El último toque de La Síntesis O’Konor viene de la mano de “Fuego”, pieza que se acerca más que nada a la psicodelia, a medida que van corriendo los segundos. El inicio desde el teclado y la base grabada remite a la banda sonora de The Social Network escrita y ejecutada por Trent Reznor. El rock industrial es el hilo conductor durante el primer tramo, para que el grito desesperado de Santiago surque los cielos, pidiéndole a ese amor ausente que regrese, aunque sin encontrar más respuesta que el duro eco del vacío existencial por el que uno lo imagina cayendo sin saber cuando llegará a su anunciado final.

Con La Síntesis O’Konor, El Mató A Un Policía Motorizado ha firmado a fuego su regreso a los primeros planos luego de algunos años de intermitencias en el estudio. Su nuevo trabajo los encuentra muy saludables y afilados, combinando una muy atractiva esencia con una voracidad a la hora de buscar la innovación que a esta altura de su carrera ya no sorprende. Los elementos electrónicos ganan absoluto protagonismo, así como la cruza de géneros y estilos de diversos orígenes, verificándose la sana intención de Santiago Motorizado por siempre ir más allá de sus límites sin ningún temor ni prejuicio alguno. Abierto mental y artísticamente a la posibilidad de expandir a su gran banda hasta el infinito.

 

Por Rodrigo López Vázquez