Pasó bastante tiempo más del esperable pero, finalmente, la cultura rock o cultura en general, pareció coincidir en limitarle la cancha a Javier Milei. Claro, los ataques contra artistas como Lali, María Becerra y Milo J fueron el caldo de cultivo ideal y el “Cripto-Gate”, dónde el presidente quedó ante los ojos de propios y extraños como un estafador, fue la excusa ideal para que ya no haya necesidad de ser tibios: en un ataque mancomunado, el Rock salió con los tapones de punta contra el Gobierno del que algunos ya llaman “Ponzidente”.

En los dos días, y desde todos los escenarios y sin importar mucho la altura global o popular de los artistas, se fueron acumulando voces contra Milei. Empezando por el debutante “Ryan”, que terminó su show con una gigantografía de Milei y Trump besándose, y la leyenda: “Dios mío, ayúdame a sobrellevar este trágico amor”. Otra artista ascendente que dijo lo suyo fue Blair. Una de las teloneras de Taylor Swift en River (la otra fue Sabrina Carpenter) dijo durante su show: “Aprovecho a repudiar a cualquier persona que diga ‘amar a la Argentina’ y censure a los artistas y se la pase en Twitter estafando gente”. Pum.

Pegue que no duele

Pero no sólo entre los más jovenes y más tempraneros, el accionar de Milei recogió negativas. Desde el escenario Montaña, No Te Va Gustar, una de las bandas más grandes que se presentó en esta edición del festival, salió con los tapones de punta. Emiliano Brancciari, el líder de la banda uruguaya, arremetió en defensa de sus colegas y en contra del mandatario argentino. “Quiero repudiar el agravio y la censura de la cultura”, dijo Emi y le dedicó el show “A todos nuestros colegas, en especial a María Becerra, a Lali Espósito y a Milo J”.

Dillom y Wos, que ya habían sido noticia por mostrarse muy contrarios a este gobierno, reforzaron sus dichos en Cosquín. En el caso del padre de “Cesárea” fue casi sin hablar. El autor de la línea “A Caputo en la Plaza lo tienen que matar”, esta vez, dijo sin decir: “Ustedes saben que yo no puedo decir nada porque la última vez en este festival me fui con una denuncia penal. Así que hoy sh”, deslizó el artista, mientras de fondo la multitud cantaba “Milei Basura, vos sos la dictadura” y “El que no salta, votó a Milei”.

Wos aprovechó su línea de improvisación para arremeter contra el Gobierno y Milei. En la línea de “Freestyle” que improvisó, Wos dijo: “De eso se trata, de soltar palabras. No escuchar los perros enfermos que hablan, que solamente ladra, que sólo quieren el poder pero hace boludeces y lo van a perder”. Al finalizar su show, la gente cantó contra el presidente.

Airbag también aprovechó para dejar un mensajito contra el Gobierno, en medio de un show de los más esperados del día 1. La banda de los hermanos Sardelli también apuntó contra el Gobierno de Milei, en el medio de “Sale el Sol”.

Nicki Nicole también dijo lo suyo. La artista rosarina, la única del mainstream de mujeres que suele ser el blanco predilecto de Javier Milei, también dijo lo suyo. Quizás de una manera más tibia y menos explícita, pero la autora de “Mamichula” dijo “Con la música NO” y acto seguido cantó el tema que ella tiene en colaboración con Milo J, uno de los artistas que más “hate” recibió de parte de Milei y del Troll Center en las últimas horas.

Mucha basura de traje

Por último y quizás sin que nadie lo espere, Los Piojos también patearon el tablero generando el momento más viral contra Milei, por la altura del show, la popularidad del artista y el hecho que Andrés Ciro Martínez, el líder de la banda, siempre eligió no pronunciarse demasiado políticamente. Esta vez, fue en contra de su propia regla y salió con los tapones del punta.

Alteró la letra de “Llevátelo”, uno de los temas de “Chau Tu Chac” que más suena en esta serie de show de regreso del grupo de El Palomar. En una parte, el tema dice “¿Y mi nena, dónde está? / Tiene tanta mentira, tanta cocaína, tanta libertad/ y digo fuera de aquí, y digo fuera dolor, y digo no quiero tenerte/ llevátelo. Hermana, llevátelo”. En la noche del Cosquín Rock, Ciro cantó: “¿Y mi nena, dónde está? / Tiene tanta mentira, TANTA CRIPTOMONEDA, tanta libertad”, en alusión al escándalo que se suscitó en la noche del viernes, con la shitcoin $Libra, promocionada por el mandatario en “X” hasta que subió muchísimo su valor y que luego fue desfinanciada en una estafa que, se calcula, está en el orden de los u$s 120 millones.

Fueron varios y variados los argumentos que Milei encontró para cargar contra la cultura. Primero se apropió de un tema de La Renga para sí –“Panic Show”– después eligió a Lali como blanco de su “hate” y misoginia, a la cual apodó “Ladri Depósito”, una “humorada” que el call center repitió hasta el hartazgo y que la artista devolvió con su nuevo hit “Fanático”.

¿Como cayó María Becerra? La cantante recibió el apodo ligado al Banco Central al quejarse, en el festival Confluencia, de la escasa ayuda que el Gobierno brindó por los incendios de la Patagonia: “Si el estado no está dando la ayuda necesaria, la damos nosotros”. Eso le valió ataques del presidente en las distintas redes sociales -cuando las usaba, digamos o sea- y el apodo “María BCRA”, por las siglas del Banco Central de la República Argentina.

¿Y Milo J? Lo del joven artista de Morón es, quizás, lo más grave. Porque en su caso, iba a presentar su último disco “166” de manera gratuita con un show en la Ex Esma -su abuela es desaparecida y su mamá es funcionaria de DDHH en el municipio de Morón- y el Gobierno resolvió no sólo censurar su actuación, si no también hacer un despliegue de camiones hidrantes, personal policial y pintar una escenografía como si allí se presentaran Los Redondos en los ’90 y no un pibe joven, con un público pre- y adolescente.

Ese acto, de censura pura y dura, despertó a varios músicos que salieron a poner el límite. El escándalo de la Criptomoneda sólo demostró que era el momento más frágil de la investidura presidencial y el ideal para atacar.

El Cosquín Rock 2025 sirvió como escenografía para que, después de mucho, la cultura reclame su lugar contestario y anti-sistema que pareció haber perdido entre charts, listas de temas, spotify y el silencio que a veces es salud, sobre todo para productoras y discográficas. Ojalá este CR25 sea el punto de partida y que esto siga, porque lo pasa y lo que está pasando, ya no es digno del silencio de la cultura, más bien, todo lo contrario.

Ah, nos habíamos olvidado de la sutileza de Joaquín Levinton, el líder de Turf para opinar sobre el tema del momento, lo hizo con su sensatez y equilibrio habituales, claro.