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¿Qué pasa con el mundial 2014 y su sede?

Como ya habíamos anticipado en Rock N' Ball hace unos días, sigue en duda que Brasil sea el organizador del próximo mundial de fútbol, ya que las diferencias entre la FIFA, presidida por Joseph Blatter, y el gobierno brasileño, con Dilma Rousseff a la cabeza, son casi innegociables.

Hace veinte días, en Brasil se promulgó una ley a favor del espectador, para que los mayores de 65 años y los estudiantes puedan tener más facilidades a la hora de comprar una entrada y para que aquellos que no concurran a los estadios puedieran ver las imagenes por TV libremente. Una vez que dicha ley fue avalada por el congreso la FIFA puso el grito en el cielo, amenazando con que si no se cumplen las normas a gusto y piacere de Blatter la sede de la copa del mundo podía recaer en otro país. El presidente de la FIFA y la presidenta de Brasil se reunieron la semana pasada para limar asperezas, pero sin embargo, pareciera que no se le pudo encontrar solución al problema. Blatter exige que se vendan bebidas alcohólicas en los estadios, las leyes del país vecino lo prohíben, tal es así, que en San Pablo, una de las ciudades más importantes, hay una Ley Seca que prácticamente no deja consumir alcohol a nadie. Si en San Pablo no hacen una excepción, la FIFA está dispuesta a sacarle la sede, con la excusa de que están tardando mucho en al remodelación de los estadios.

[youtube M2CtHqEqOjA] Las perdidas de la FIFA llegarían a los cien millones de dólares, dinero que Brasil está dispuesto a pagarle a la entidad madre del fútbol mundial, pero la presión de los patrocinadores, especialmente de una marca de cerveza estadounidense, hacen que no acepten la propuesta de Dilma Rousseff. El objetivo de la FIFA es que Brasil cambie sus leyes de cara a la próxima copa del mundo. Una ridiculez total. Ni siquiera deja que los aficionados que no hayan podido entrar a los estadios vean los partidos por pantallas gigantes en las playas. En esas playas que no se podrán ver los partidos será obligatorio consumir las marcas de bebidas y comidas que hayan negociado, justamente, con la FIFA. De realizarse el mundial 2014 en Brasil, más que un mundial de fútbol, va a ser el mundial del negocio. Lo único que quiere la FIFA es plata, le interesa muy poco el fútbol.

[youtube wwoX13fuB1k]

En su momento se rumoreó que la sede sustituta podría ser Estados Unidos, ya que casi todos los auspiciantes son del país norteamericano.

Twitter: @Ibarraguille

Como ya habíamos anticipado en Rock N’ Ball hace unos días, sigue en duda que Brasil sea el organizador del próximo mundial de fútbol, ya que las diferencias entre la FIFA, presidida por Joseph Blatter, y el gobierno brasileño, con Dilma Rousseff a la cabeza, son casi innegociables.

Hace veinte días, en Brasil se promulgó una ley a favor del espectador, para que los mayores de 65 años y los estudiantes puedan tener más facilidades a la hora de comprar una entrada y para que aquellos que no concurran a los estadios puedieran ver las imagenes por TV libremente. Una vez que dicha ley fue avalada por el congreso la FIFA puso el grito en el cielo, amenazando con que si no se cumplen las normas a gusto y piacere de Blatter la sede de la copa del mundo podía recaer en otro país.

El presidente de la FIFA y la presidenta de Brasil se reunieron la semana pasada para limar asperezas, pero sin embargo, pareciera que no se le pudo encontrar solución al problema. Blatter exige que se vendan bebidas alcohólicas en los estadios, las leyes del país vecino lo prohíben, tal es así, que en San Pablo, una de las ciudades más importantes, hay una Ley Seca que prácticamente no deja consumir alcohol a nadie.

Si en San Pablo no hacen una excepción, la FIFA está dispuesta a sacarle la sede, con la excusa de que están tardando mucho en al remodelación de los estadios.

Las perdidas de la FIFA llegarían a los cien millones de dólares, dinero que Brasil está dispuesto a pagarle a la entidad madre del fútbol mundial, pero la presión de los patrocinadores, especialmente de una marca de cerveza estadounidense, hacen que no acepten la propuesta de Dilma Rousseff.

El objetivo de la FIFA es que Brasil cambie sus leyes de cara a la próxima copa del mundo. Una ridiculez total. Ni siquiera deja que los aficionados que no hayan podido entrar a los estadios vean los partidos por pantallas gigantes en las playas. En esas playas que no se podrán ver los partidos será obligatorio consumir las marcas de bebidas y comidas que hayan negociado, justamente, con la FIFA.

De realizarse el mundial 2014 en Brasil, más que un mundial de fútbol, va a ser el mundial del negocio. Lo único que quiere la FIFA es plata, le interesa muy poco el fútbol.

En su momento se rumoreó que la sede sustituta podría ser Estados Unidos, ya que casi todos los auspiciantes son del país norteamericano.

Twitter: @Ibarraguille