Después de 3 horas y media de show, la noche Ricotera no tuvo más que emoción esparcida en -mínimo- 3 generaciones de fanáticos que demostraban devoción por el Indio Solari y Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado.

La lista tuvo un total de 40 canciones, algunas sorpresas inéditas como “Mi Genio Amor”, otras no tanto, fieles al repertorio pensado por el mísmisimo Indio Solari.

Con una tarde de sábado estallada y con las plazas de Parque Patricios colmadas de cerveza y risas, el Estadio Tomás Adolfo Ducó abrió sus puertas 17.30 hs para un ingreso relajado al que sería, dicho por sus propios integrantes, el show más largo desde que volvió la banda a los escenarios.

Gaspar, a pleno. (Gisele Alejandra)

No había espacio ni para un alfiler, el calor era sofocante y la manija formaba una nube de intensidad que sólo podía cesar cuando la banda tocara su primer acorde.

El “Rock Para El Negro Atila”se llevó ese momento y estalló Huracán. Seguido de Mi perro dinamita, Unos pocos peligros sensatos y Un ángel para tu soledad.

Luego, fue “Yo, Caníbal” la canción que tuvo particular emoción ya que trajo por primera vez al Indio de forma virtual. La banda, una vez más, hizo de los recuerdos un momento digno de inmortalizar.

La conforman: Gaspar Benegas y Baltasar Comotto en guitarras, Pablo Sbaraglia en teclados y guitarras, Fernando Nalé en bajo, Deborah Dixon y Luciana Palacios en coros, Sergio Colombo en vientos, Miguel Ángel Tallarita en trompeta y Ramiro López Naguil en batería.

La banda y su público, en comunión absoluta. (Gisele Alejandra)

Cabe destacar que el primer recital que dieron fue en el Estadio Malvinas Argentinas, para ayudar con su tratamiento de salud al baterista Martín Carrizo, fallecido a comienzos de este año.

Luego, Los Fundamentalistas realizaron un show durante la pandemia que, gracias a las plataformas audiovisuales, conectó personas de todo el país al compas de las canciones que, me permito afirmar, no van a pasar de moda jamás.

Ya a sala llena y con la emoción de volver a abrazar a ese amigo que ya sabemos seguro llora en determinada canción, el pasado diciembre La Plata fue sede para la fiesta. Por último, la noche del sábado pasado en el barrio de Parque Patricios.

La Misa más vigente que nunca. (Gisele Alejandra)

Recorrieron el escenario con “Motor ´Psico”, “Superlógico”, “Charro Chino” y “Todo Un Palo“, entre otros clásicos, y vislumbraron.

El cierre lo tuvo, literalmente, todo. Fuegos artificiales, emoción, rock and roll para bailar de a dos y el pogo que no puede faltar nunca si suena una canción de Los Redondos.

Se despidieron con “Juguetes Perdidos”, seguido de “Flight 956″ y “Mariposa Pontiac” enganchada, una vez más, con “Rock del país“.

Y para sorpresa de todos los presentes, “Jijiji” no fue la última canción. Habría una más para que, a modo de recarga de batería, el público quedara satisfecho luego de un anuncio importante.

La banda del Indio Solari dejará de tocar durante un tiempo para comenzar a grabar su próximo material.

De esta manera y casi pisando la 1 de la mañana, “Ella Debe Estar Tan Linda” coronó una velada impresionante de los pies a la cabeza de cualquiera que pasara tan solo por la puerta del lugar.