El cassette fue desplazado por el CD, este por el MP3 y actualmente prevalece el streaming a la par que el vinilo resurge como una pieza infaltable para muchos aficionados en la materia. Durante los últimos 10 años la industria evolucionó en todos sus aspectos. Las barreras entre géneros menguaron, el formato en el que se distribuye la música cambió y el modo en que se hace también.
El progreso que tuvo la tecnología a lo largo de la última década aportó que grabar sea más accesible, a lo que se han adaptado y usado a su favor todos los artistas. La idea de grabar y producir un disco sea únicamente en un espacio profesional quedó desdibujada ya que hoy en día se puede hacer algo que quizás, cuando Rock And Ball surgía, era algo un poco más lejano. Ya no es necesario ir al mejor estudio del país, se puede realizar todo el proceso en una casa.
Cada espacio tiene sus beneficios y no existe un manual que determine cuál se debe elegir. Esto varía según el género, los formatos, los recursos y la búsqueda de ese momento puntual. Nada va a reemplazar la magia de grabar en un estudio profesional, la interacción humana ni lo que puede aportar el conocimiento y la experiencia de técnicos de grabación, productores e ingenieros. Lo que tampoco se puede negar es que este nuevo mundo abre puertas a muchísimos artistas. Sin embargo, surgen dudas al respecto: ¿Hay diferencias en cuanto al sonido?, ¿Qué se necesita para esto?
Es costumbre navegar por internet y encontrar guías de “5 items que necesitás si o si” para hacer tal cosa, pero ¿aplica en este caso? Antes del lanzamiento de un disco existen varias etapas entre pre-producción, grabación, mezcla y masterización. Para una mirada certera de este tema, aporta su voz Luciano Villacé, cantante y guitarra de Bigger y productor musical de Estudio Humano. Es tajante sobre el trabajo previo a poner play: “Entre el tutorial que te enseña en cinco pasos y hacer un disco hay una distancia muy grande, hay años de experiencia”. Aunque en pleno aislamiento social, preventivo y obligatorio se encuentre trabajando desde su departamento hasta que todo retorne a la normalidad, no deja de lado que “Si tuviese todo lo que tengo en la computadora en aparatos, no me entraría en mi casa”.
Otro punto importante es que teniendo una consola digital no es necesario llenar tu casa de equipos ni invertir en un montón de aparatos carísimos. Los avances en tecnología permiten que ahora tan solo con una laptop se pueda grabar lo que sea, siempre que tenga un micrófono y una placa de sonido. Suena hasta casi increíble el poder hacer una batería, un bajo, una guitarra o lo que quieras con tu pc, pero se puede.
¿Es lo mismo un instrumento hecho en computadora a uno interpretado por una persona? por supuesto que no. Quizás para ciertos géneros resulte una herramienta creativa mientras que para otros lo que importante es el sonido vivo, todo depende de lo que se quiera lograr. Si se notará que está hecho por computadora es una pregunta recurrente. La realidad es que mucho de lo que se escucha hoy en día tiene sonidos de instrumentos que no son reales y para la mayoría de los oyentes puede ser casi imperceptible porque el oído ya está acostumbrado a esto. Más personas produciendo implican más variedad musical y también más formas de hacerlo.
El trap y el freestyle, que hace pocos años emergieron con popularidad en Argentina, usan muchos de estos arreglos electrónicos y sintetizadores que, aunque a veces son muy cuestionados, no dejan de hacer que se posicionen en lo más alto de los rankings y cada vez sean más escuchados. Bizarrap es un ejemplo claro: un home studio recibió a distintos artistas del género para hacer sesiones en vivo con una fuerte aceptación por parte del público. Incluso, llegó a participar de festivales multitudinarios como el Buenos Aires Trap.
Hace poco menos de un año, Cuarteto de Nos lanzó “Contrapunto para humano y computadora”. Canción en la que el líder de la banda uruguaya se enfrenta en una payada a una voz hecha con un programa que manifiesta la enemistad presente en la mente de muchos. Casi en paralelo, Wos lanzó su disco “Caravana” con un corte que tuvo muchas repercusiones. “Luz Delito” combinó sus raíces de freestyle con poéticas críticas sociales y un sample del riff de “Luzbelito y las Sirenas” –de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota– interpretado en guitarra por Ca7riel. En este espacio multidisciplinario coexisten bases, samples, Autotune, instrumentos hechos por máquinas y también tocados por una persona.
Cuando se formó Mustafunk, hace 10 años, muchas de estas cosas todavía no se usaban ni por asomo. Agustin “Turco” Marinelli, guitarrista de la banda y técnico de grabación en Babex Records, recordó: “El primer disco fue grabado en casa y las diferencias en conocimiento propio y en las herramientas que tenía para grabar son otra cosa, cambió todo para mejor”. El violero dejó a la vista otra variable en cuanto al tema: “Muchas veces una batería puede hacer lo mismo en las 4 primeras vueltas de una canción, entonces cuando se graba se copia la mejor vuelta y se replica esa cantidad de veces. Eso tocado por una persona y auto sampleado al mismo tiempo, ¿está tocado o hecho por una máquina?”.
Las herramientas y los cambios de espacio para la producción de material se acentuaron aún más en los últimos meses -dado el aislamiento social, preventivo y obligatorio por COVID-19- pero ya eran una realidad desde hace tiempo. Un disco, una canción o un EP lo puede mezclar, grabar, producir o remasterizar una o diferentes personas que estén en el mismo o distintos lugares físicos. Muchos artistas tuvieron que reinventar su forma de generar contenido y se ven publicados cada vez más vídeos caseros -sin dejar de ser profesionales- hechos desde la intimidad de sus casas.
Desde el lado de Mustafunk y en este momento particular, el Turco contó: “Se nos ocurrió hacer reversiones con canciones nuestras que tenemos recontra tocadas jugando con otros estilos. Igual es raro, extraño mucho tocar con los pibes”. El Plan de la Mariposa fue otra de las bandas que se sumergió en grabaciones hogareñas durante la pandemia con la ayuda de sus seguidores en cuanto a la composición lírica. Son 13 las canciones bajo el nombre de “Demos en Aislamiento” que registraron en la casa que comparten. No es obligatorio que el consumidor del producto terminado conozca el cómo, dónde y cuándo se produjo un disco, pero sí es importante tener en cuenta y dar a conocer todo el trabajo que existe previo. Lo que queda explícito es que todos estos cambios implican una mejora y la industria musical no queda excluida. La forma en la que se elabora no desmerece el proceso ni opaca el talento. Lo que hoy permite la tecnología es que no haya fronteras ni barreras. Y lo positivo es que más gente puede hacer música, ya sea en un estudio de grabación o en su casa en pantuflas. Fanáticos.