Género

Ni Una Menos: ¿cómo llegamos hasta acá?

Un breve recorrido sobre las movilizaciones feministas del 3 de Junio.

#NiUnaMenos surge en Argentina, hace cinco años, a raíz del femicidio de Chiara Páez. Tenía catorce años, estaba embarazada y había sido asesinada por su pareja. Este hecho marcó un antes y un después en la sociedad. La primera movilización fue en 2015, con 80 localidades del país organizadas.

El femicidio de Chiara llegó a los medios masivos de comunicación para denunciar que una mujer muere por razones de género cada 30 horas. Con experiencias similares en años anteriores, como el caso de Candela Rodriguez ya en 2011, y legislaciones como el agravante en homicidio de una mujer o persona trans cuando esté motivado por su condición de género hacia 2012.  La consigna se volvió masiva: paren de matarnos.

Aunque la historia del feminismo en Argentina es extensa, ese 3 de Junio inició un movimiento al que luego se le sumaron los paros internacionales de mujeres del 8M y las movilizaciones por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, 25N. Se puso en agenda la violencia de género como problemática social y estatal.

El tuit de Marcela Ojeda donde llama a las mujeres a alzar la voz fue el desencadenante del reclamo, el resto es historia. O mejor dicho, histórico.

2015 #NiUnaMenos – Paren de matarnos

Se resaltó que alrededor de Congreso había casi 200 mil personas. En la columna no eran solo partidos políticos ni organizaciones sociales, diversos sectores decidieron ocupar las calles ese día: artistas, estudiantes, sindicatos, entre muchos otros, formaron parte de la jornada. En cada localidad del país se hizo eco el nombre de las víctimas, acompañando a los familiares de las mismas en el pedido de justicia.

El violeta ocupó el lugar central en el logo que se viralizó en las redes, pero en las calles no había un patrón. Algunos pañuelos de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito ya se hacían notar. La marcha estaba convocada a partir de las cinco de la tarde. Las mujeres llenaron las calles cuando estaba anocheciendo y se sintieron seguras porque estaban juntas.

Podés leer el documento que se elaboró en la jornada acá: https://niunamenos.org.ar/manifiestos/3-de-junio-2015/

2016 #NiUnaMenos – Vivas nos queremos

Para el segundo encuentro, hubo una consigna nueva: vivas nos queremos fue el lema que acompañó toda la jornada. Quienes organizan y asisten a la movilización son conocidas como “el colectivo Ni Una Menos”, faltaría un tiempo hasta que se nombre firmemente al colectivo feminista. Además de la movilización, se sumó en todo el país un paro de mujeres que duró una hora.

En este año hubo mayor organización. Las mujeres se apropiaron de la fecha a partir de lo sucedido en 2015, lo que permitió que la nueva convocatoria sea más masiva. Se generaron diferentes consignas, actividades e intervenciones en distintos puntos del país, así como también surgió la misma movilización en algunos países de Latinoamérica, como Perú y Brasil.

 Las nuevas formas de visibilizar las problemáticas de género tienen un correlato en el pedido de un Estado presente, que actúe frente a la violencia machista. En este sentido, se contabilizaron 504 llamadas a la línea 144 el 3 de Junio de 2016 (fuente: Instituto Nacional de las Mujeres).

2017 #NiUnaMenos – Basta de violencia machista, el Estado es responsable

Las movilizaciones feministas no se traducían en menos femicidios, pero sí en mayor cantidad de denunciantes y redes de mujeres que se ayudaban mutuamente a escapar de los círculos de violencia. Irrumpe la idea de la sororidad en todos los debates, las mujeres irrumpen las calles porque están juntas.

El #NiUnaMenos se vuelve, con cada año que pasa, más heterogéneo.  Algo representativo en relación a la cantidad de mujeres que asisten. Las consignas sobre cómo marchar se hacían notar: algunas estaban vestidas de negro, otras llevaban una cinta violeta en representación a las marcas que deja la violencia machista. En todos los casos, la consigna estaba clara: que no falte ni una piba más de su casa.

En los grupos de WhatsApp circula un cancionero feminista. Cada organización quita o agrega, pero algunas se escucharon en cada recoveco de las ciudades argentinas. En relación a las movilizaciones de mujeres que estaban surgiendo, además del #3J, tanto Europa como en nuestro continente, la frase más cantada desde entonces es “América Latina va a ser toda feminista”.

2018 #NiUnaMenos – Aborto legal, seguro y gratuito

En 2018 las movilizaciones feministas se tiñeron de verde. El reclamo por el aborto legal, seguro y gratuito llegó al Congreso, por lo que el año estuvo plagado de actividades. Antes de las vigilias históricas, estuvo presente el pedido de autonomía para los cuerpos gestantes durante el #3J.

Los cánticos volvieron a ser protagonistas, sobre todo ese que dice “aborto legal en el hospital”. Que el proyecto de la campaña sea tratado luego de más de diez años de presentarlo, era considerado algo por lo que festejar. Conquistar nuevos derechos siempre fue una victoria, sobre todo en contextos sombríos donde una mujer es víctima de femicidio cada 30 horas.

El glitter, las pancartas, pañuelos verdes y pañuelos violetas acompañaban todos los cuerpos y rostros de las mujeres que marcharon en las diferentes ciudades de Argentina, que si en la primera edición eran 80, para este año fueron cientas. Con el pañuelo de la campaña sucedió lo mismo que con el reclamo de Ni una menos: se extendió a lo largo de latinoamérica, donde cada país recreó su versión.

2019 #NiUnaMenos  – Desendeudadas y gobernando nos queremos

El año pasado, de cara a las elecciones, encontró al movimiento feminista más organizado que nunca. A fines del 2018 surgió la campaña #NoEsNo en contra de las violencias sexuales, hecho que generó visibilización de las problemáticas de género e incluso empatía con el colectivo que había sido muchas veces ninguneado. En esta ocasión ya no son ciudades las que movilizan: los titulares enuncian que es en todo el país. Y así fue.

La consigna tuvo un claro tinte político, a pesar de que diversas organizaciones y partidos políticos formaron parte de la movilización, hubo un punto de consenso: en contextos de crisis, las más vulneradas son las mujeres. En ese sentido, aún más lo son las madres solteras. Y así una larga lista de razones por las que construir un Estado presente y con perspectiva de género fue prioridad. Vivas, libres, unidas y desendeudadas nos queremos fue entonces el lema.

Fue, hasta ahora, la más masiva de la historia. En comparación al 2016, la línea 144 recibió 1054 llamadas durante el #3J. Para esta altura, se puede decir que la movilización tiene mística propia: intervenciones colectivas, bengalas de colores, pintura en la cara. Cada cual decide expresar de diferente forma lo que el #NiUnaMenos significa para ellas. La resignificación del dolor, la lucha colectiva, el reclamo por las injusticias y el saberse juntas es lo que prevalece desde ese primer encuentro hace ya cinco años.

Las mujeres y disidencias pusieron el cuerpo históricamente a las luchas populares, y supieron construir sus propios espacios tanto de discusión como de organización. Hoy, es una referencia mundial de la autogestión feminista, donde a raíz de una injusticia se organizaron una serie de movilizaciones masivas que supieron sostenerse en el tiempo. Incluso desde casa, como sucede este año, las mujeres supieron organizarse para manifestarse en las redes sociales con el hashtag que originó todo: #NiUnaMenos.