Un cumpleaños es la ocasión ideal para un festejo y si ese aniversario tiene un número redondo, se duplica la oportunidad. Todo Aparenta Normal se presentó por primera vez en el Teatro Vorterix con una fecha propia y logró coronar su primera década con una convocatoria satisfactoria. El cuarteto supo aplicar la fórmula lógica y exitosa para una velada de este calibre: invitados, una lista justa con su historia y una puesta escénica distinta.
La banda de Don Torcuato salió sin sumar cuotas de misterio y aparecieron entre los tules blancos que colgaban del techo. No hubo pantallas porque las telas oficiaban como tales cuando dos proyectores ubicados en el borde de la cabina del sonido disparaban imágenes que impactaban e las mismas y en el resto del escenario, incluidos los músicos. “Detener el tiempo” fue elegida como apertura con la introducción larga usada para enlazarla con la pista de voces que sonó segundos antes.
“10 años desaprendiendo“, comentó Nicolás Alfieri antes de hacer “Romper un Misterio” con el Vorterix teñido de un violeta que invocaba a En el desaprender, último álbum lanzado. Juan Pablo Vitali se sumó a los sintetizadores en “Sobre la cicatriz” y minutos después sonó “Jinete” con una gran interacción por parte de sus seguidores. Viajaron por su biografía en distintos puntos del show. “Maga Blanca” llenó de tranquilidad el teatro mientras una animación muy parecida al videoclip se proyectaba en el escenario y en los rostros de los músicos. Desde Diferente también pasaron las celebradas “Disfraz” y “Sol de Abril” como un guiño a los fans mas antiguos del grupo. Pero eso no fue lo último en escucharse de su álbum debut.
Los Todo Aparenta Normal se desprendieron de sus instrumentos y tomaron cada uno una guitarra, mientras se acomodaban en el centro de la escena. Solo se colocaron dos micrófonos para el fogón más grande que realizaron, según las palabras del cantante. Panter, cantante de De La Gran Piñata, fue el invitado para realizar en ese formato “Al intentar destruir“. Para el momento de “Juego de miradas” (Track oculto de Diferente) y “Leticia” se sumó Ana Margarita en el cello para agregarle tintes sonoros a las versiones.
Un solo de batería terminó en “Mi mejor canción” cuando ya había pasado una hora y media del comienzo del show. El cuarteto experimentó el “Vivir los colores” pero desde sus pelos. Está vez no hubo coincidencia en la ropa usada pero si en la temática capilar: Nicolás Alfieri tenía algunas de sus rastas pintadas en rojo y amarillo, Luca Albano bañó de azul su cabeza, Juan Pablo Alfieri mezcló varios colores como rosa y azul junto con su rubio, y Alexis Koleff coloreó de rojo algunos de sus rulos oscuros. “Traful” pintó un paisaje en medio de la ciudad desde su música para calmas las aguas antes del furioso sprint final.
Dos invitados de peso hicieron su aparición en los últimos minutos. Baltasar Comotto, guitarrista de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, dijo presente con su viola para hacer “Buenos Aires” enganchada con una versión explosiva de “Porno Rock” cuando el escenario se pintó de rojo. La potente voz de Lula Bertoldi, cantante de Eruca Sativa, recibió una de las ovaciones de la noche. Se acopló para la ya energética “Agazapado”, canción que suele indicar el ocaso del show.
El abrazo al finalizar “La dicha de los cobardes” entre los cuatro Todo Aparenta Normal contenía una carga importante de emoción. El saludo al público les pareció corto, insuficiente para lo vivido y fueron por un poco más. Los cuatro recorrieron la valla entre abrazos, saludos y apretón de manos con los que habían quedado apenas atrás. A Nico Alfieri tampoco le alcanzó: saltó al campo y se fundió con sus seguidores en un pogo. La noche en Vorterix fue un merecido cierre a los primeros 10 años que les dejó una mochila llena satisfactoriamente de kilómetros, escenarios y canciones.
Fotos de Cinn Carrizo.
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