Una casa hermosa, un anfitrión de lujo, personas llenas de colores, momentos únicos, videos que después se comparten miles de veces y la buena onda, la magia que le pone Mex Urtizberea a las juntadas que se arman en su hogar (y cómo lo retrata REP en sus dibujos)… Pero lo más importante, siempre, siempre fue, es y será la música. Eso es ¡FA!, ese lugar que fue mutando hasta convertirse en fiestas multitudinarias donde la gente disfruta a más no poder. Bueno, todo eso, pero con tonada se vivió este jueves para vivir la apertura oficial de lo que se vivirá en Santa María de Punilla, a partir del sábado.
El Estadio Atenas se llenó desde bien temprano. Filas interminables de gente que quería estar ahí, sin saber quiénes tocarían, pero sabiendo que, en la cancha de básquet, todo lo que pasara sería “un triplazo”. Y eso se vivió desde el vamos, cuando el DJ Pato Smink comenzó la fiesta, el mismo que la terminó, poniendo a bailar a todo el mundo.

Canciones en tu corazón
La primera gran explosión fue cuando el protagonista de todo esto, Mex, salió al escenario para presentar a cada uno de los músicos de la banda ¡FA! y a la que rompió el hielo. Un hielo que ya estaba roto, la verdad, pero en las jarras de fernet. La local Sol Pereyra, versionó a Julieta Venegas, a Los Auténticos Decadentes y le cantó a su “Córdoba hermosa”, antes de que Diego y Nelson de La K’onga, cantaran ese “Universo Paralelo”, que parece Córdoba cada febrero, cuando el ritual del Cosquín Rock comienza.
Fleivor pegó más que el calor del lugar, con lo que provoca su voz y su manera de jugar con tango, rock, heavy y tantos estilos que tiene su garganta. Mia Folino fue la encargada de comenzar el set rockero de la noche, con “Wadu Wadu” de Virus. Si algún despistado no lo sabía, Mía es hija de su madre, como dijo Mex. Y qué madre: Hilda Lizarazu, quien anticipó algo de lo que se viene en el Cosquín, al cantar a Charly García con “Rezo por vos” junto a su hija y que al terminar “Caribe Sur” de Man Ray, mezclándolo con “Que me pisen” y “De música ligera” para luego pedirle a La Docta que le mandaran un saludo al “jóven y gran Milo J”, recientemente censurado por el Gobierno Nacional y que generó el apoyo multitudinario de todos los presentes.

Walas, de Massacre, fue el encargado de “saludar a Gustavo Cerati” cantando “Ella Usó Mi Cabeza Como un Revólver” y “En la ciudad de la furia”, para luego criticar la censura. El escenario quedó allanado para Juan, Diego y Martín de Los Caligaris (“a esos que hay que llamar cuando uno está desanimado”, como dijo Mex), para que sonara “A rodar mi vida” de Fito Páez, “Asado y Fernet” y “Todos Locos“. A esa altura la sed de fiesta y de bebidas compartidas en jarras era muchísima.
Javiera Mena, con “su voz que es más hermosa que la hermosura” cantó “La Ruta del tentempié“, para un público que ya a esa hora estaba con el éxtasis por lo que se estaba viviendo y por lo que se vendría. Nada más ni nada menos que Santiago Motorizado, “un amigo de todos” como lo presentaron y “el tesoro” de esta fiesta desde hace un tiempo, no sólo por sus canciones como esa, si no por “No podrás“, la canción de Cristian Castro que se volvió a escuchar muchísimo por él, además de hacerse viral.

Aguante todo
Fue la mejor manera de comenzar con las bodas de plata del Cosquín Rock. Sintiéndonos como en el patio de una casa donde entran todas las personas, todos los estilos musicales, pero con el espíritu rockero que se mantiene. Una llama que no se extingue, que a veces modifica sus formas, pero no el sentido. Que sigue generando cosas, más allá de los géneros, que se alimenta de lo nuevo, respetando lo de siempre. Que es una fiesta de sonoridades y de experiencias, que es un momento único desde hace un cuarto de siglo. Que es lo que pasó en la Fiesta ¡FA!, siendo tan sólo una muestra de lo que vamos a vivir en unas horas…



















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