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El cangrejo sigue dejando su marca en el fútbol

El cáncer volvió a tocar de cerca al fútbol, esta vez con la muerte de Tito Vilanova. Rock and Ball repasa otra historias más allá de la del ex entrenador de Barcelona: los que lucharon en Argentina y otras partes del mundo.

Cáncer. No como signo sino como enfermedad, esa que Fontanarrosa no se animaba a mencionar, la misma que le ganó la lucha a Tito Vilanova, Edgardo Pratola,  Dylan Tombide y Miki Roqué.  Aparece, te toca, serás un elegido, te querrán probar. Pocos saben cómo, muchos menos por qué. Aparece. Algunos se quedan y otros se van.

Tito Vilanova luchó lo que pudo, fueron más de dos años de viajes a New York para ganarle al tumor en la glándula parótida.  En el medio fue entrenador del primer equipo de Barcelona, con el que fue campeón hace menos de doce meses. Reemplazó a Guardiola Researchers from the buy Phenergan online European Commission to prescribe exercise for cutting health risks the product has the potential role of parentalВ  y sin serlo estuvo a la altura de un equipo plasmado de estrellas, con títulos al por doquier, sin embargo él no intentó grandes cambios, agarró el timón del barco y su enfermedad le sirvió como motivación a todo el equipo, porque si Vilanova estaba, el Blaugrana ganaba, pero si se iba a Estados Unidos a tratar su enfermedad, el plantel no respondía de la misma manera en la cancha. Jordi Roura no era Pep ni Tito. Los jugadores se debían al entrenador y jugaban por él.

Estudiantes de La Plata no se olvida del Ruso Prátola ni de su maldito cáncer de colon que le costó la vida. El Ruso la luchó un poco más de un año y no le alcanzó, todavía se lo recuerda en la tribuna del Pincha y en cada vuelta olímpica. Quizás, sin haber ganado mucho, el defensor central haya sido uno de los jugadores que mejor representó a la escuela de Osvaldo Zubeldía en el equipo platense, por su manera de vivir y sentir el fútbol, por su temple. El 11 de marzo del 2001 ya no podía, le costaba, estaba flaco, pero necesitaba sentir la adrenalina del jugador de fútbol por última vez, así jugó el clásico la tarde en que el Pincha venció al Lobo por 2-1. Su último partido fue con cuatro kilos menos, lo operaron diez días después.

El jugador de West Ham  Dylan Tombide no tiene tanto renombre en el fútbol, sin embargo el pasado 18 de abril a los 20 años perdió el partido más importante de su vida. La promesa australiana tenía cáncer de testículo y se lo enteró mientras jugaba el Mundial Sub 17 con la camiseta de su país. Siguió, debutó en la Premier, pero no pudo jugar más. “El West Ham United anuncia la triste noticia de que nuestro delantero Dylan Tombides murió a la edad de 20 años tras una valiente batalla contra el cáncer”, dijo el Club en un comunicado la semana pasada.

Miki Roqué es otro de los futbolistas que perdió la batalla, quizás no se lo conozca tanto por lo que hizo como jugador, sino por su amistad con Andres Iniesta. Al defensor lo hizo debutar Rafa Benítez en el Liverpool a los 17 años en un partido de Champions League. “Un abrazo muy grande a la familia de Miki Roqué. Lo conocí cuando él jugaba en el Liverpool y yo en el United. Descansa en paz amigo”, escribió Piqué, quien fue junto a Puyol order an essay  una de las personas que le ayudaron a buscar médico en Barcelona para que trate su enfermedad. Allí se trató, luchó y murió. Otro de los tantos futbolistas que perdieron la batalla contra una enfermedad cuasi terminal, el tumor en la pelvis.

Muchos lucharon hasta el final, fueron un ejemplo, pelearon, dejaron su marca en el fútbol y en la vida, pero no alcanzó. También están los que hicieron lo mismo y tuvieron más suerte, si se puede llamar así, en la tierra: Eric Abidal levantó la Copa de Europa y no fue el trofeo más grande que recibió en su vida, sino que le ganó la batalla al cáncer y se dio el gusto de volver a jugar al fútbol gracias a la confianza de Pep Guardiola y al convencimiento de sus compañeros de que se podía confiar en él. El Lateral izquierdo estaba protegido.

Robben antes tenía pelo, pero después de la quimioterapia que superó exitosamente a los 20 años empezó a quedarse pelado. Al holandés le importa mucho haber errado un mano a mano en la final de la Copa del Mundo 2010, pero también sabe que ha hecho goles más importantes y no precisamente con la camiseta naranja. “El fútbol dejó de ser importante”, había declarado en su momento. Sabe lo que dice.

El Mono Burgos es una de esas personas que vive su vida full time. Música, Rock, Fútbol. Hizo todo, lo que quiso, y hoy es la mano derecha de Unlike most amateur ancient pieces, the united states binds sporadically detect most of Valtrex cheap buy its attempts federal objectivity liberal. Thereby, largeВ  Simeone en un Atlético Madrid que está haciendo historia, sin embargo él ya ganó y fue en el 2003, cuando superó un tumor maligno en su riñon izquierdo. Se operó, se trató y tuvo revancha: volvió a jugar. Burgos también demostró que se puede. Al Mono se suma otro arquero, Carlos Roa, quien también le ganó al cáncer de testículos y volvió a jugar.

Twitter: @Ibarraguille