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Torazo en rodeo ajeno

San Antonio Spurs hizo pata ancha en Florida, y se llevó el primer juego de las Finales de la NBA por 92-88, sobre Miami Heat. El conjunto de Greg Popovich se mantuvo al acecho durante todo el partido, pero pegó el zarpazo definitivo en el período fundamental del encuentro, para cumplir con lo planificado: llegar al menos en paridad a los 3 juegos consecutivos en el AT&T Center. Los texanos llegaron en 4 ocasiones a las Finales (1999, 2003, 2005, 2007), y todas terminaron con el título en manos de SA. Además, en todas esas disputas por el campeonato ganaron el primer partido de la serie.  A pesar de ser la primera vez en que no poseen la ventaja de localía, los Spurs no quisieron romper la costumbre. La cuestión no arrancó fácil. La premisa era no dejar entrar a LeBron James a la llave, y que desde ahí pudiese encarar hacia al aro o ante la ayuda descargar hacia las esquinas. Esa parte de la idea inicial se cumplió, porque Kawhi Leonard (10 puntos y 10 rebotes), asignado con la complicada tarea de mantenerse al frente del mejor jugador del planeta, le dejó el espacio para el tiro externo, e impidiendo la penetración. El problema  fue que Ray Allen, Mario Chalmers y Mike Miller comenzaron a encestar y mucho, desde detrás de los 7,25 metros.  Tras un par de rachas por parte de ambos conjuntos, el primer cuarto quedó en manos locales por la mínima, 24-23. [caption id="attachment_77582" align="aligncenter" width="508"]Wade arrancó enchufado, pero su rendimiento fue en curva descendente. Wade arrancó enchufado, pero su rendimiento fue en curva descendente.[/caption] Para la segunda etapa del juego, Tim Duncan (20 puntos, 14 rebotes) apareció en el juego. Sin puntos en el primer cuarto, el de Islas Vírgenes se metió en partido y causó muchos problemas en la pintura. Ni Udonis Haslem, ni Chris Bosh, ni Chris Andersen, son rivales en defensa para uno de los mejores ala-pívot de la historia. Desde allí, a la vieja usanza, Timmy-D creó opciones para sus compañeros a través de su excelente visión del juego. Sin embargo, a pesar del buen cierre de cuarto (marca registrada de San Antonio), los actuales campeones culminaron arriba la primera mitad 52-49. En el comienzo de la segunda mitad la tónica fue la misma. Spurs arrimaban, pero en ningún momento podían ponerse al frente en el marcador. La ofensiva estuvo bastante repartida en el local. LeBron tomó casi la misma cantidad de tiros (7-16) que sus compadres Dwyane Wade (7-15) y Chris Bosh (6-16), aunque The King finalizó su noche con un triple doble, producto de sus 18 puntos, 18 rebotes y 10 pases-gol.  El parcial culminó igualado en 20, por lo cual la ventaja siguió siendo de 3 tantos. En ese tercer cuarto Emanuel Ginóbili tuvo su mejor performance, atacando bastante la canasta. El bahiense cerró su noche con 13 tantos y 3 asistencias. Con un par de libres a mediados del último cuarto por parte de Tony Parker, San Antonio se puso en ventaja en el partido por primera vez desde los instantes iniciales del primer curso. El base francés fue factor fundamental en el último período, anotando 10 de sus 21 puntos (10 asistencias). Una racha de 12-3 a favor del visitante, coronada con un triple de Danny Green (12 puntos, 4-9 de tres)  puso a los Spurs 7 puntos por encima  (88-81) a falta de poco más de 2 minutos. Los texanos con mano caliente y cabeza fría en los momentos cúlmines. LeBron descontó con una bandeja de mano izquierda, y después Green cometió una tonta infracción sobre Allen, cuando el máximo triplero de la historia estaba lanzando desde tercera dimensión. La distancia se recortó a sólo un doble, y continuó tras los libres de Duncan y James. Con el marcador 90-88 y medio minuto en el reloj, Parker hizo lo imposible. Dribló hacia su mano fuerte, fue cercado por varios miembros del Heat, en más de un momento perdió el bote y hasta la vertical, pero cuando el reloj de posesión estaba llegando a su fin, pasó por el costado de The King y sobre el filo del tiempo tiró una plegaria que dio en el cristal, rebotó un par de veces en el aro  y traspasó la red, para convertirse en el 92-88 que selló la suerte del partido. [yframe url='https://www.youtube.com/watch?v=asFX1HoWZiI'] Primer partido de la serie para San Antonio. Queda mucho básquet por disputar, pero recuperar la ventaja de localía en el primer encuentro, es una gran noticia para todos los que quieren ver a un argentino en lo más alto del básquet mundial.  El domingo desde las 20:30, la segunda batalla de esta guerra, que se llama Finales de la NBA.

San Antonio Spurs hizo pata ancha en Florida, y se llevó el primer juego de las Finales de la NBA por 92-88, sobre Miami Heat. El conjunto de Greg Popovich se mantuvo al acecho durante todo el partido, pero pegó el zarpazo definitivo en el período fundamental del encuentro, para cumplir con lo planificado: llegar al menos en paridad a los 3 juegos consecutivos en el AT&T Center.

Los texanos llegaron en 4 ocasiones a las Finales (1999, 2003, 2005, 2007), y todas terminaron con el título en manos de SA. Además, en todas esas disputas por el campeonato ganaron el primer partido de la serie.  A pesar de ser la primera vez en que no poseen la ventaja de localía, los Spurs no quisieron romper la costumbre.

La cuestión no arrancó fácil. La premisa era no dejar entrar a LeBron James a la llave, y que desde ahí pudiese encarar hacia al aro o ante la ayuda descargar hacia las esquinas. Esa parte de la idea inicial se cumplió, porque Kawhi Leonard (10 puntos y 10 rebotes), asignado con la complicada tarea de mantenerse al frente del mejor jugador del planeta, le dejó el espacio para el tiro externo, e impidiendo la penetración. El problema  fue que Ray Allen, Mario Chalmers y Mike Miller comenzaron a encestar y mucho, desde detrás de los 7,25 metros.  Tras un par de rachas por parte de ambos conjuntos, el primer cuarto quedó en manos locales por la mínima, 24-23.

Wade arrancó enchufado, pero su rendimiento fue en curva descendente.
Wade arrancó enchufado, pero su rendimiento fue en curva descendente.

Para la segunda etapa del juego, Tim Duncan (20 puntos, 14 rebotes) apareció en el juego. Sin puntos en el primer cuarto, el de Islas Vírgenes se metió en partido y causó muchos problemas en la pintura. Ni Udonis Haslem, ni Chris Bosh, ni Chris Andersen, son rivales en defensa para uno de los mejores ala-pívot de la historia. Desde allí, a la vieja usanza, Timmy-D creó opciones para sus compañeros a través de su excelente visión del juego. Sin embargo, a pesar del buen cierre de cuarto (marca registrada de San Antonio), los actuales campeones culminaron arriba la primera mitad 52-49.

En el comienzo de la segunda mitad la tónica fue la misma. Spurs arrimaban, pero en ningún momento podían ponerse al frente en el marcador. La ofensiva estuvo bastante repartida en el local. LeBron tomó casi la misma cantidad de tiros (7-16) que sus compadres Dwyane Wade (7-15) y Chris Bosh (6-16), aunque The King finalizó su noche con un triple doble, producto de sus 18 puntos, 18 rebotes y 10 pases-gol.  El parcial culminó igualado en 20, por lo cual la ventaja siguió siendo de 3 tantos. En ese tercer cuarto Emanuel Ginóbili tuvo su mejor performance, atacando bastante la canasta. El bahiense cerró su noche con 13 tantos y 3 asistencias.

Con un par de libres a mediados del último cuarto por parte de Tony Parker, San Antonio se puso en ventaja en el partido por primera vez desde los instantes iniciales del primer curso. El base francés fue factor fundamental en el último período, anotando 10 de sus 21 puntos (10 asistencias). Una racha de 12-3 a favor del visitante, coronada con un triple de Danny Green (12 puntos, 4-9 de tres)  puso a los Spurs 7 puntos por encima  (88-81) a falta de poco más de 2 minutos. Los texanos con mano caliente y cabeza fría en los momentos cúlmines.

LeBron descontó con una bandeja de mano izquierda, y después Green cometió una tonta infracción sobre Allen, cuando el máximo triplero de la historia estaba lanzando desde tercera dimensión. La distancia se recortó a sólo un doble, y continuó tras los libres de Duncan y James.

Con el marcador 90-88 y medio minuto en el reloj, Parker hizo lo imposible. Dribló hacia su mano fuerte, fue cercado por varios miembros del Heat, en más de un momento perdió el bote y hasta la vertical, pero cuando el reloj de posesión estaba llegando a su fin, pasó por el costado de The King y sobre el filo del tiempo tiró una plegaria que dio en el cristal, rebotó un par de veces en el aro  y traspasó la red, para convertirse en el 92-88 que selló la suerte del partido.

[yframe url=’https://www.youtube.com/watch?v=asFX1HoWZiI’]

Primer partido de la serie para San Antonio. Queda mucho básquet por disputar, pero recuperar la ventaja de localía en el primer encuentro, es una gran noticia para todos los que quieren ver a un argentino en lo más alto del básquet mundial.  El domingo desde las 20:30, la segunda batalla de esta guerra, que se llama Finales de la NBA.