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Siria: Fútbol y conflicto

Mirada al horizonte, dientes blancos y voz firme. El primero de septiembre los diarios del mundo tenían en su sección internacional una frase del Premio Nobel de la paz 2009.  Barack Obama abrió su progresista boca y dijo: “Pediré autorización al Congreso para usar la fuerza en Siria”.  La moneda está en el aire y el polvorín es probable.  Ese mismo día, en el país asiático Al-Jaish le ganó 1-0 al Shorta con gol del juvenil Sammer Billal. porque allá también se juega. Cuando los dejan. Los enfrentamientos que han aquejado a la zona durante los últimos dos años hicieron  que la práctica del fútbol profesional sea esporádica. Hoy la fase final de la Liga siria de la temporada 2012-2013 está aplazada con  un par de partidos jugados.  Los cuatro equipos clasificados al cuadrangular definitorio son de la capital, Damasco. Allí, en las cercanías de la ciudad, se llevaron a cabo los enfrentamientos en los que los grupos rebeldes opositores al gobierno de Bashad Al – Assad denunciaron la utilización de armas químicas por parte del ejército. [youtube gjEI75WzI90] Según Estados Unidos, este hecho dejó más de 1500 muertos por la exposición al gas sarín. Sin embargo, Gran Bretaña, su aliado histórico, no acompaña la denuncia y expone que “no pueden determinar fehacientemente el uso de la sustancia”. Lejos de los escritorios de Washington y  Londres, la Asociación de fútbol sirio decide que mientras la vigilia por un posible ataque a la urbe asiática se extienda, la pelota no rodará. Tanto el  Al-Misfat, Horriya y  Shorta no verán acción hasta tener una resolución al respecto. Como tampoco lo hará el Al-Jaish,  el equipo que lleva la bandera de las Fuerzas Armadas sirias. La liga de fútbol siria comenzó a desarrollarse a partir de 1966, pero la creación del Al-Jaish data de veinte años antes. En su estructura no hay presidente ni dueño. Es una cadena de mando. El máximo dirigente es el general de las fuerzas armadas. La institución mantiene el poder piramidal como si fuese un cuartel. Hasta 2003, el Al Jaish contaba con la plantilla más grande del mundo: Medio millón de hombres, ya que cada uno de los que integraban el ejército podían jugar en el equipo de ser necesitado. De hecho,  durante mucho tiempo el método de captación de jóvenes era muy sencillo. Al ser una sociedad altamente militarizada y con la ley del servicio militar obligatorio a partir de los 18 años, la entidad tomaba a los mejores “futuros” talentos y  los hacían jugar con su camiseta. Cada buen futbolista que tocaba sus colores debía quedarse en el equipo. [youtube Q9xelKo3QwY] A pesar del evidente robo de jugadores, el poderío alcanzado en las competencias locales, convirtió a Al-Jaish en el conjunto más popular de Damasco. Se calcula que el 80% de los habitantes de la ciudad apoya este escudo más allá de las influencias religiosas, mientras que solo el 20% de una  siente una simpatía por el régimen que está detrás de las propias fuerzas armadas.  Al profesionalizarse el torneo, el club tuvo que empezar a pagar por sus futbolistas y el amplio dominio se diezmó. No obstante, el poder que mantiene Al-Assad sobre los grupos económicos le permitió al equipo reamarse rápidamente. Petroleo, armas y empresas de comunicaciones son los máximos inversores del conjunto. Cada uno alcanzado, justamente, por el estado nacional. [caption id="attachment_84740" align="aligncenter" width="600"]Hinchada AL Jaish Hinchada AL Jaish[/caption] Lo que ahora terminó en una guerra civil, comenzó con varias revueltas el 15 de marzo de 2001. Según informes de la ONU, desde aquel momento se contabilizaron más de 100.000 fallecidos. La muerte no diferencia a futbolistas. Youssef Suleiman era delantero en el equipo sirio Al-Whatba y estaba preparándose para ir entrenar en el hotel. Sin embargo, un ataque relámpago por parte de los rebeldes le quitó la vida cuando ellos atacaron la ciudad deportiva de Tishreen. El joven de 19 años no tuvo escapatoria y, finalmente,  murió alcanzado por los proyectiles de un mortero.

Handout photo of Abdelbasset Saroot, former Syria international goalkeeper, in front of opposition flag

 Más allá de la crudeza de los últimos enfrentamientos, el conflicto data de largos años.  Los grupos sunitas dominan en población al norte y sur de Siria, mientras que los sectores oficialistas tienen el control del centro y la capital. Sunitas,  Drusos y minorías Kurdas y cristianas son parte del grupo que está en contra del gobierno de Assad y  tienen una larga historia de pobreza y marginación en el país. El tipo de gobierno elitista y céntrico que empleó la familia presidencial desde 1970  colmó la paciencia de los pueblos más postergados.  Cansados de ver como un par de familias eran mercantes privilegiados, la revolución se levantó en armas. Esto no sólo desembocó en un cruce directo entre chiitas y sunistas, sino que también significó el despertar de países cercanos enemigos de Siria. Qatar, por ejemplo. Uno de los principales voceros del levantamiento fue un arquero: Abdelbasset Sarout. En el inicio de la revuelta, el futbolista tomó el mando y se mostró como uno de los estandartes contra el gobierno. Con menos de 20 años, la joven promesa bajo los tres palos dejó su lugar  en la selección sub-21 y sub-23. Luego de abandonar definitivamente la redonda,  se convirtió en el ícono de la revolución contra Al-Assad.  “El régimen sirio fue siempre tan temerario que incluso un hijo tiene miedo de hablar con su propia madre”. Luego de sobrevivir varios intentos de asesinatos y de no poder dormir dos noches consecutivas en el mismo lugar, su estampa se mantuvo firme, pero en el correr del todavía 2013, no se han conocido declaraciones como líder de la sedición. [youtube pcIz72tBkbY] El poderío de los clubes de primera división de la familia Al-Assad sigue adelante. Fawaz Al-Assad es primo del mandatario de Siria y, además, es presidente del club Tishreen. ¿Cómo se llama el estadio del equipo? Al-Assad. El mismo está ubicado casi en el centro de la ciudad de Latakia a orillas del Mar Mediterráneo. Allí Fawaz se erige como el amo y señor de la urbe y el puerto. De esta forma, la única salida al mar también está controlada por la familia real. En los últimos años, el propio Fawaz ha tenido múltiples denuncias por contrabando de armas que involucran a su pariente en el poder. Gran Bretaña y Estados Unidos fueron los dos países que más hicieron saber esta problemática ante la ONU. Las pruebas presentadas por ambas naciones no sólo apuntan a la venta ilegal de armas a palestinos en Cisjordania –rival de Israel, aliado de USA-, sino que también, señalan que Siria ha hecho un silencio ante el plan  nuclear y armamentístico de Irán –Principal enemigo estadounidense- . A su vez, Qatar aliado norteamericano, también tiene intereses formados y por eso presta su poder económico. Ese mismo poderío que llevó a una organización dependiente del estado a ser “sponsor” de la camiseta del Barcelona también es utilizado para apoyar a rebeldes con armas y provisiones. Varios de los grupos  rebeldes más extremistas que están enfrentados al régimen de Al-Assad y que son solventados económicamente por los qataríes tienen conexiones y vinculaciones con la organización terrorista Al-Qaeda. Es decir, el país que liberó una guerra contra el “terror” en 2001 ahora se convirtió, nuevamente, en un compañero de la red. [youtube bxRQn-B4yuI] En definitiva, el conflicto bélico que puede desencadenarse en Siria no sólo tiene dos participantes.  Intereses cruzados, organizaciones terroristas y países con ánimos de control y petróleo están inmersos en  la misma olla a presión. Si Estados Unidos, finalmente, se decide a que explote, lo último que importaría sería ese torneo aplazado. Por @Fglamas

Mirada al horizonte, dientes blancos y voz firme. El primero de septiembre los diarios del mundo tenían en su sección internacional una frase del Premio Nobel de la paz 2009.  Barack Obama abrió su progresista boca y dijo: “Pediré autorización al Congreso para usar la fuerza en Siria”.  La moneda está en el aire y el polvorín es probable.  Ese mismo día, en el país asiático Al-Jaish le ganó 1-0 al Shorta con gol del juvenil Sammer Billal. porque allá también se juega. Cuando los dejan.

Los enfrentamientos que han aquejado a la zona durante los últimos dos años hicieron  que la práctica del fútbol profesional sea esporádica. Hoy la fase final de la Liga siria de la temporada 2012-2013 está aplazada con  un par de partidos jugados.  Los cuatro equipos clasificados al cuadrangular definitorio son de la capital, Damasco. Allí, en las cercanías de la ciudad, se llevaron a cabo los enfrentamientos en los que los grupos rebeldes opositores al gobierno de Bashad Al – Assad denunciaron la utilización de armas químicas por parte del ejército.

Según Estados Unidos, este hecho dejó más de 1500 muertos por la exposición al gas sarín. Sin embargo, Gran Bretaña, su aliado histórico, no acompaña la denuncia y expone que “no pueden determinar fehacientemente el uso de la sustancia”. Lejos de los escritorios de Washington y  Londres, la Asociación de fútbol sirio decide que mientras la vigilia por un posible ataque a la urbe asiática se extienda, la pelota no rodará. Tanto el  Al-Misfat, Horriya y  Shorta no verán acción hasta tener una resolución al respecto. Como tampoco lo hará el Al-Jaish,  el equipo que lleva la bandera de las Fuerzas Armadas sirias.

La liga de fútbol siria comenzó a desarrollarse a partir de 1966, pero la creación del Al-Jaish data de veinte años antes. En su estructura no hay presidente ni dueño. Es una cadena de mando. El máximo dirigente es el general de las fuerzas armadas. La institución mantiene el poder piramidal como si fuese un cuartel. Hasta 2003, el Al Jaish contaba con la plantilla más grande del mundo: Medio millón de hombres, ya que cada uno de los que integraban el ejército podían jugar en el equipo de ser necesitado. De hecho,  durante mucho tiempo el método de captación de jóvenes era muy sencillo. Al ser una sociedad altamente militarizada y con la ley del servicio militar obligatorio a partir de los 18 años, la entidad tomaba a los mejores “futuros” talentos y  los hacían jugar con su camiseta. Cada buen futbolista que tocaba sus colores debía quedarse en el equipo.

A pesar del evidente robo de jugadores, el poderío alcanzado en las competencias locales, convirtió a Al-Jaish en el conjunto más popular de Damasco. Se calcula que el 80% de los habitantes de la ciudad apoya este escudo más allá de las influencias religiosas, mientras que solo el 20% de una  siente una simpatía por el régimen que está detrás de las propias fuerzas armadas.  Al profesionalizarse el torneo, el club tuvo que empezar a pagar por sus futbolistas y el amplio dominio se diezmó.

No obstante, el poder que mantiene Al-Assad sobre los grupos económicos le permitió al equipo reamarse rápidamente. Petroleo, armas y empresas de comunicaciones son los máximos inversores del conjunto. Cada uno alcanzado, justamente, por el estado nacional.

Hinchada AL Jaish
Hinchada AL Jaish

Lo que ahora terminó en una guerra civil, comenzó con varias revueltas el 15 de marzo de 2001. Según informes de la ONU, desde aquel momento se contabilizaron más de 100.000 fallecidos. La muerte no diferencia a futbolistas. Youssef Suleiman era delantero en el equipo sirio Al-Whatba y estaba preparándose para ir entrenar en el hotel. Sin embargo, un ataque relámpago por parte de los rebeldes le quitó la vida cuando ellos atacaron la ciudad deportiva de Tishreen. El joven de 19 años no tuvo escapatoria y, finalmente,  murió alcanzado por los proyectiles de un mortero.

Handout photo of Abdelbasset Saroot, former Syria international goalkeeper, in front of opposition flag

 Más allá de la crudeza de los últimos enfrentamientos, el conflicto data de largos años.  Los grupos sunitas dominan en población al norte y sur de Siria, mientras que los sectores oficialistas tienen el control del centro y la capital. Sunitas,  Drusos y minorías Kurdas y cristianas son parte del grupo que está en contra del gobierno de Assad y  tienen una larga historia de pobreza y marginación en el país. El tipo de gobierno elitista y céntrico que empleó la familia presidencial desde 1970  colmó la paciencia de los pueblos más postergados.  Cansados de ver como un par de familias eran mercantes privilegiados, la revolución se levantó en armas. Esto no sólo desembocó en un cruce directo entre chiitas y sunistas, sino que también significó el despertar de países cercanos enemigos de Siria. Qatar, por ejemplo.

Uno de los principales voceros del levantamiento fue un arquero: Abdelbasset Sarout. En el inicio de la revuelta, el futbolista tomó el mando y se mostró como uno de los estandartes contra el gobierno. Con menos de 20 años, la joven promesa bajo los tres palos dejó su lugar  en la selección sub-21 y sub-23. Luego de abandonar definitivamente la redonda,  se convirtió en el ícono de la revolución contra Al-Assad.  “El régimen sirio fue siempre tan temerario que incluso un hijo tiene miedo de hablar con su propia madre”. Luego de sobrevivir varios intentos de asesinatos y de no poder dormir dos noches consecutivas en el mismo lugar, su estampa se mantuvo firme, pero en el correr del todavía 2013, no se han conocido declaraciones como líder de la sedición.

El poderío de los clubes de primera división de la familia Al-Assad sigue adelante. Fawaz Al-Assad es primo del mandatario de Siria y, además, es presidente del club Tishreen. ¿Cómo se llama el estadio del equipo? Al-Assad. El mismo está ubicado casi en el centro de la ciudad de Latakia a orillas del Mar Mediterráneo. Allí Fawaz se erige como el amo y señor de la urbe y el puerto. De esta forma, la única salida al mar también está controlada por la familia real. En los últimos años, el propio Fawaz ha tenido múltiples denuncias por contrabando de armas que involucran a su pariente en el poder. Gran Bretaña y Estados Unidos fueron los dos países que más hicieron saber esta problemática ante la ONU.

Las pruebas presentadas por ambas naciones no sólo apuntan a la venta ilegal de armas a palestinos en Cisjordania –rival de Israel, aliado de USA-, sino que también, señalan que Siria ha hecho un silencio ante el plan  nuclear y armamentístico de Irán –Principal enemigo estadounidense- . A su vez, Qatar aliado norteamericano, también tiene intereses formados y por eso presta su poder económico.

Ese mismo poderío que llevó a una organización dependiente del estado a ser “sponsor” de la camiseta del Barcelona también es utilizado para apoyar a rebeldes con armas y provisiones. Varios de los grupos  rebeldes más extremistas que están enfrentados al régimen de Al-Assad y que son solventados económicamente por los qataríes tienen conexiones y vinculaciones con la organización terrorista Al-Qaeda. Es decir, el país que liberó una guerra contra el “terror” en 2001 ahora se convirtió, nuevamente, en un compañero de la red.

En definitiva, el conflicto bélico que puede desencadenarse en Siria no sólo tiene dos participantes.  Intereses cruzados, organizaciones terroristas y países con ánimos de control y petróleo están inmersos en  la misma olla a presión. Si Estados Unidos, finalmente, se decide a que explote, lo último que importaría sería ese torneo aplazado.

Por @Fglamas