River y Vélez jugaban en el José Amalfitani por la tercera fecha del torneo Clausura 1996 y estaban igualados 1-1, hasta que Jose Luis Fenix Chilavert pateó un tiro libre desde sesenta metros de distancia y convirtió el 2-1 en el arco que defendía el arquero millonario: “Burgos estaba mirando los pajaritos“, dijo después del encuentro.
El arquero paraguayo siempre afirmó que gracias a Dios entró esa pelota, que bajó de golpe: “Dios metió la mano en el momento justo para cambiarle el rumbo al balón”.
Los goles del empate parcial los habían hecho Juan Gómez para River y Fernando Pandolfi para Vélez. A los 22´ del segundo tiempo Chilavert convierte uno de los goles más trascendentes de la historia del fútbol argentino.Marcelo Herrera fue quien hizo el tercero de Vélez y Jorge Crespo descontó para los de Nuñez. El resultado 3-2 a favor de los de Liniers, queda para la estadísticas, el gol para la historia.
En ese momento, ni Chilavert ni nadie se imaginó que ese gol iba a dar la vuelta al Mundo, y justamente en ese mismo torneo el fortín iba a sacar cuarenta puntos e iba a salir campeón, dejando atrás al Gimnasia de Timoteo Griguol.
Rock ´N Ball
te muestra el gol de Chila
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