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El superclásico al estilo Brasilero

“E deixa  a baaaaaaaaaaaaaaaaaaanda”  o  “Ele vem aaaaaaaaaaaca”. Según Google Translator, más o menos así serían los gritos de Marcelo Araujo en este superclásico. Lejos de Capital Federal, lejos de Buenos Aires, en Sergipe, Brasil  también hay un Boca – River. La pasión se mudó dentro del UNASUR y llegó al pequeño estado del nordeste brasilero. Boca Junior –si, sin S por pedido expreso de la FIFA y la CBF- Futebol Clube de Sergipe y Sergipe River Plate son los dos equipos que hacen honor al duelo más importante del fútbol argentino.  Ambos clubes miran desde muy abajo a los gigantes Flamengo, Vasco Da Gama y Corinthians. En 2013, ninguno de los dos entró  la  “D” de la Competición Nacional, el Brasileirao. Sin embargo, ambos son protagonistas de la liga estadual, el “Sergipiano”. Si hay fútbol argento en el medio, siempre aparece un nombre: Diego Armando Maradona.  Gilson, un hombre con físico de patovica, morocho y pelado, se enamoró del Xeneize por el más grande de todos los tiempos.  Con los años, el amor del presidente del club homónimo alimentó su sentimiento con el equipo azul y oro. Tuvo un hijo, le puso Riquelme. Por su parte, el rival de siempre, el yang xeneize se creó a partir de la compra de San Cristovao. River Plate de Sergipe también surgió por motus propio de Gilson. Hacía falta un enemigo, hacía falta un clásico. Ahí nació. Mientras en Núñez, un solo bando llenará el monumental, debido a la prohibición de visitantes. El humilde clásico sergipiano apenas vende 200 entradas. No hay cracks. Hay jugadores que trabajan, limpian, cocinan, atienden el supermercado y, además,  le pegan a la pelota. Esto es el fútbol. Esto es el superclásico. Si tenés 7 minutos, mirate este documental. Que, encima, lo relata el Ruso verea. [youtube S9i62hH-qEg]   Por @Fglamas

“E deixa  a baaaaaaaaaaaaaaaaaaanda”  o  “Ele vem aaaaaaaaaaaca”. Según Google Translator, más o menos así serían los gritos de Marcelo Araujo en este superclásico. Lejos de Capital Federal, lejos de Buenos Aires, en Sergipe, Brasil  también hay un Boca – River. La pasión se mudó dentro del UNASUR y llegó al pequeño estado del nordeste brasilero.

Boca Junior –si, sin S por pedido expreso de la FIFA y la CBF- Futebol Clube de Sergipe y Sergipe River Plate son los dos equipos que hacen honor al duelo más importante del fútbol argentino.  Ambos clubes miran desde muy abajo a los gigantes Flamengo, Vasco Da Gama y Corinthians. En 2013, ninguno de los dos entró  la  “D” de la Competición Nacional, el Brasileirao. Sin embargo, ambos son protagonistas de la liga estadual, el “Sergipiano”.

Si hay fútbol argento en el medio, siempre aparece un nombre: Diego Armando Maradona.  Gilson, un hombre con físico de patovica, morocho y pelado, se enamoró del Xeneize por el más grande de todos los tiempos.  Con los años, el amor del presidente del club homónimo alimentó su sentimiento con el equipo azul y oro. Tuvo un hijo, le puso Riquelme.

Por su parte, el rival de siempre, el yang xeneize se creó a partir de la compra de San Cristovao. River Plate de Sergipe también surgió por motus propio de Gilson. Hacía falta un enemigo, hacía falta un clásico. Ahí nació.

Mientras en Núñez, un solo bando llenará el monumental, debido a la prohibición de visitantes. El humilde clásico sergipiano apenas vende 200 entradas. No hay cracks. Hay jugadores que trabajan, limpian, cocinan, atienden el supermercado y, además,  le pegan a la pelota.

Esto es el fútbol. Esto es el superclásico. Si tenés 7 minutos, mirate este documental. Que, encima, lo relata el Ruso verea.

 

Por @Fglamas