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EL CUMPLE DE JULITO

Hace 82 años, nacía en la ciudad de Avellaneda el actual vicepresidente de la FIFA, Julio Humberto Grondona. Fue presidente de Arsenal de Sarandí, de Independiente, y de allí, llegó a ser Presidente de AFA, cargo que ocupa hace ya 34 años. Negociador, detallista, todo debe pasar por él. No permite que ningún asunto se resuelva sin su intervención. Julio Grondona parece tener todo controlado. El fútbol argentino está en el puño de su mano, bien apretado. Asumió la presidencia de la Asociación del Fútbol Argentino hace más de 30 años, y por supuesto, el fútbol de aquél entonces ha cambiado y mucho, sin embargo él sigue ejerciendo el máximo cargo y su poder no da lugar a un cambio. Pero cuidado, Grondona no llegó por azar a la presidencia de AFA. Trabajó duro para fundar al club Arsenal de Sarandí. Desde el barrio se hizo un nombre en la política de Independiente, y desde allí, elegido por unánimemente por los clubes, alcanzó el control del fútbol argentino. Las últimas 9 elecciones, las ganó con un apoyo masivo de la mayoría de las instituciones. Hace apenas dos años, en 2011, el conteo de votos dio 46 a favor y 0 en contra. Su responsabilidad y prudencia contentaron desde un primer momento a Joao Havelange y luego, a Joseph Blatter, logrando así ocupar la vicepresidencia de FIFA y el control de la Comisión de Finanzas. bilDurante su presidencia, Argentina pudo ganarse un lugar entre las  seleccionas más reconocidas a nivel mundial, siendo siempre una de  las candidatas a quedarse con los trofeos más importantes. En 1986,  año en el que se obtuvo el segundo título mundial, fue vital el apoyo  que Grondona le brindó a Carlos Salvador Bilardo, cuando este era  criticado por numerosos sectores y su conducción técnica no se veía  con buenos ojos. Finalmente, Argentina conquistó el título mundial con  una brillante actuación de Diego Maradona, y en parte, el logro puede  atribuírsele a la conducción de AFA. Por supuesto, en 34 años de mandato, “Don Julio” ha sufrido numerosas críticas. Sus propuestas y su aparente eternidad en el cargo, generaron un masivo desgaste en la gente, en los medios de comunicación, y también en dirigentes que no pudieron llevar a cabo sus ideas renovadoras debido a que nunca tuvieron el visto bueno de Grondona. Por esto, además, en muchos casos se considera un grave error enfrentarlo, siendo aconsejable alinearse dentro de su bando. Uno de los factores más preocupantes dentro de su gestión, es la violencia en el fútbol, un problema que viene desde hace tiempo y sigue sin tener solución alguna. Más de 200 personas han muerto producto de distintos enfrentamientos entre barras bravas. En los hechos, no se ve una clara postura de terminar con estos grupos violentos. Tanto la AFA como los clubes parecen ser cómplices de un acuerdo silencioso que beneficia a todas las partes involucradas en el caso. En todo este tiempo, la Asociación de Fútbol Argentino ha sufrido alrededor de 40 allanamientos. Numerosas causas se han abierto en la justicia, denunciando administración fraudulenta, lavado de dinero, evasión impositiva, pero sin embargo todas estas debieron cerrarse por falta de pruebas. Julio Ávila (ex director de Torneos y Competencias), Andrés Ducantenzeiler (ex presidente de Independiente), Alejandro Fantino (periodista), Daniel Vila (empresario), Carlos Branca (juez federal), Mario Das Neves (diputado justicialista), son algunos de los que en su momento, atacaron por distintos motivos y sin éxito la conducción de Grondona. Durante 34 años, el país estuvo bajo la conducción de distintas ideologías políticas. Grondona negoció en el poder ante gobiernos militares, radicales, aliancistas, peronistas. Con todos fue intocable e indiscutido. Nunca le tembló el pulso para tomar decisiones, por más drásticas que sean. Eligió entrenador de la Selección Mayor y de las Selecciones Juveniles, finalizó vínculos cuando lo creyó necesario. César Luis Menotti, Carlos Salvador Bilardo, Alfio Basile, Daniel Passarella, Marcelo Bielsa, José Pekerman, Diego Armando Maradona, Sergio Batista y Alejandro Sabella tuvieron su posibilidad al frente de la Selección Mayor. En esos períodos, Argentina, además del Mundial 86’, obtuvo 2 Copas Américas (1991 y 1993), 2 medallas de oro en Juegos Olímpicos (Atenas 2004, Beijing 2008) y 6 Mundiales Sub-20 (1979, 1995, 1997, 2001, 2005 y 2007). Los discutidos Torneos Cortos, son los preferidos por Grondona por su cuota de pasión, sorpresa e imprevisibilidad. 14 equipos diferentes han logrado ser campeones durante la estadía del dirigente que hoy cumple 82 años de edad. “Todo pasa”, su frase de cabecera, puede ser tomada como un ejemplo de su perpetuidad en la conducción del Fútbol Argentino. Mucho cambió en estos 34 años, pero no la figura que representa a AFA. Sin embargo, la Era-Grondona parece estar llegando a su fin. Sus decisiones están en la lupa de todos y el desgaste que conlleva organizar un deporte de tamaña envergadura da la sensación de que parece haber agotado al actual Presidente. El dilema se presentará una vez que su presidencia concluya: ¿Quién tomará las riendas de nuestro fútbol? ¿Un discípulo de Grondona seguirá en el cargo? ¿O aires frescos harán una renovación total?

Hace 82 años, nacía en la ciudad de Avellaneda el actual vicepresidente de la FIFA, Julio Humberto Grondona. Fue presidente de Arsenal de Sarandí, de Independiente, y de allí, llegó a ser Presidente de AFA, cargo que ocupa hace ya 34 años.

Negociador, detallista, todo debe pasar por él. No permite que ningún asunto se resuelva sin su intervención. Julio Grondona parece tener todo controlado. El fútbol argentino está en el puño de su mano, bien apretado. Asumió la presidencia de la Asociación del Fútbol Argentino hace más de 30 años, y por supuesto, el fútbol de aquél entonces ha cambiado y mucho, sin embargo él sigue ejerciendo el máximo cargo y su poder no da lugar a un cambio.

Pero cuidado, Grondona no llegó por azar a la presidencia de AFA. Trabajó duro para fundar al club Arsenal de Sarandí. Desde el barrio se hizo un nombre en la política de Independiente, y desde allí, elegido por unánimemente por los clubes, alcanzó el control del fútbol argentino. Las últimas 9 elecciones, las ganó con un apoyo masivo de la mayoría de las instituciones. Hace apenas dos años, en 2011, el conteo de votos dio 46 a favor y 0 en contra. Su responsabilidad y prudencia contentaron desde un primer momento a Joao Havelange y luego, a Joseph Blatter, logrando así ocupar la vicepresidencia de FIFA y el control de la Comisión de Finanzas.

bilDurante su presidencia, Argentina pudo ganarse un lugar entre las  seleccionas más reconocidas a nivel mundial, siendo siempre una de  las candidatas a quedarse con los trofeos más importantes. En 1986,  año en el que se obtuvo el segundo título mundial, fue vital el apoyo  que Grondona le brindó a Carlos Salvador Bilardo, cuando este era  criticado por numerosos sectores y su conducción técnica no se veía  con buenos ojos. Finalmente, Argentina conquistó el título mundial con  una brillante actuación de Diego Maradona, y en parte, el logro puede  atribuírsele a la conducción de AFA.

Por supuesto, en 34 años de mandato, “Don Julio” ha sufrido numerosas críticas. Sus propuestas y su aparente eternidad en el cargo, generaron un masivo desgaste en la gente, en los medios de comunicación, y también en dirigentes que no pudieron llevar a cabo sus ideas renovadoras debido a que nunca tuvieron el visto bueno de Grondona. Por esto, además, en muchos casos se considera un grave error enfrentarlo, siendo aconsejable alinearse dentro de su bando.

Uno de los factores más preocupantes dentro de su gestión, es la violencia en el fútbol, un problema que viene desde hace tiempo y sigue sin tener solución alguna. Más de 200 personas han muerto producto de distintos enfrentamientos entre barras bravas. En los hechos, no se ve una clara postura de terminar con estos grupos violentos. Tanto la AFA como los clubes parecen ser cómplices de un acuerdo silencioso que beneficia a todas las partes involucradas en el caso. En todo este tiempo, la Asociación de Fútbol Argentino ha sufrido alrededor de 40 allanamientos. Numerosas causas se han abierto en la justicia, denunciando administración fraudulenta, lavado de dinero, evasión impositiva, pero sin embargo todas estas debieron cerrarse por falta de pruebas. Julio Ávila (ex director de Torneos y Competencias), Andrés Ducantenzeiler (ex presidente de Independiente), Alejandro Fantino (periodista), Daniel Vila (empresario), Carlos Branca (juez federal), Mario Das Neves (diputado justicialista), son algunos de los que en su momento, atacaron por distintos motivos y sin éxito la conducción de Grondona.

Durante 34 años, el país estuvo bajo la conducción de distintas ideologías políticas. Grondona negoció en el poder ante gobiernos militares, radicales, aliancistas, peronistas. Con todos fue intocable e indiscutido. Nunca le tembló el pulso para tomar decisiones, por más drásticas que sean. Eligió entrenador de la Selección Mayor y de las Selecciones Juveniles, finalizó vínculos cuando lo creyó necesario. César Luis Menotti, Carlos Salvador Bilardo, Alfio Basile, Daniel Passarella, Marcelo Bielsa, José Pekerman, Diego Armando Maradona, Sergio Batista y Alejandro Sabella tuvieron su posibilidad al frente de la Selección Mayor. En esos períodos, Argentina, además del Mundial 86’, obtuvo 2 Copas Américas (1991 y 1993), 2 medallas de oro en Juegos Olímpicos (Atenas 2004, Beijing 2008) y 6 Mundiales Sub-20 (1979, 1995, 1997, 2001, 2005 y 2007). Los discutidos Torneos Cortos, son los preferidos por Grondona por su cuota de pasión, sorpresa e imprevisibilidad. 14 equipos diferentes han logrado ser campeones durante la estadía del dirigente que hoy cumple 82 años de edad.

“Todo pasa”, su frase de cabecera, puede ser tomada como un ejemplo de su perpetuidad en la conducción del Fútbol Argentino. Mucho cambió en estos 34 años, pero no la figura que representa a AFA. Sin embargo, la Era-Grondona parece estar llegando a su fin. Sus decisiones están en la lupa de todos y el desgaste que conlleva organizar un deporte de tamaña envergadura da la sensación de que parece haber agotado al actual Presidente. El dilema se presentará una vez que su presidencia concluya: ¿Quién tomará las riendas de nuestro fútbol? ¿Un discípulo de Grondona seguirá en el cargo? ¿O aires frescos harán una renovación total?