Jorge Mattioni tiene 40 años, es fotógrafo profesional y gracias a su trabajo pudo darse el lujo de capturar en imágenes, conocer, charlar y hasta compartir momentos con decenas de los artistas más famosos del ambiente musical. Anécdotas y más de un hombre que cumplió el sueño de más de uno de los que respira y vive el mundo del rock.
El escenario es la casa de fotos que Jorge posee en el barrio de Belgrano, legado que le dejó su padre. “Tomá, me llegó esto ayer” me dice para que me entretenga mientras atiende a uno de sus clientes. Dos cajas coleccionables de púas signature de James Hetfield de Metallica es lo que no puedo sacar de su envoltorio, mientras permanezco anonadado por la memorabilia y los cuadros colgados en las paredes, obras fotografiadas por él mismo, con la imagen de monstruos de la talla de Paul Stanley de Kiss y Dave Mustaine de Megadeth.
– ¿Cómo, cuándo y por qué comenzaste con el tema de la fotografía?
– Comencé de chico, tipo 12, 13 años por mi viejo que era fotógrafo y para los 15 ya hacía sociales por mi cuenta sacando fotos para bautismos, comuniones, cumpleaños, etc…
– ¿ Y cuándo empezaste a trabajar en los medios musicales?
– Para los 21, 22 años empezé a trabajar en la revista Music Shop gracias a un amigo que era alumno de Roascio de la banda Dulces 16. El me hizo el gancho para empezar ahí y después estuve en Epopeya y Requiem.
– ¿Cuál fue el primer show oficial que fuiste a cubrir?
-El primer show fue Yngwie Malmsteen en Obras, allá a principios de los ’90 del cuál me llevé una muy buena impresión. Lo pude conocer con un amigo y este le preguntó como se hacía el riff de tal parte de tal canción del disco Magnum Opus. Malmsteen le colocó una guitarra, se puso detrás de el y le colocaba los dedos en los lugares correctos, a todo esto mi amigo estaba llorando y temblando de la emoción. Luego Malmsteen llamó a todo su staff para mostrarles mis fotos tomadas y felicitarme delante de ellos.
– ¿Se siente bien estar tan cerca de artistas consagrados?
– En persona sí, ahora en la fosa es otra historia. Ahí tenès permiso para permanecer solo por tres canciones para sacarles fotos, depende la actitud de la banda, y no sólo te apretujan y te matan por un lugar sino que encima te llueve de todo, escupitajos, botellas, basura, personas, de todo. Pero lo vale, te da una sensación de poder por sobre los que se matan contra el vallado.
– ¿Cumpliste el sueño de conocer a algúna banda de tu interés de la que fueras fanático?
– síiii, Iron Maiden, poder estar con todos ellos fue un sueño cumplido, también te puedo decir Steve Vai y Joe Satriani, todos muy copados. Phil Anselmo de Pantera me tomó de la mano y me subió al escenario para sacarle más fotos, y con Nicko, el batero de Maiden, fui a comer luego de una clínica que dió en el país.
– ¿ Quiénes no fueron copados o te llevaste una decepción al conocerlos?
– (A ver quién me va a odiar, me adelanta mientras se ríe) De afuera casi nadie, de hecho te puedo nombrar a los chicos de La Renga como los más asquerositos. Chizzo y el Tanque ahí pasaban pero el bajista Teté, un boludo total. Es más, personajes como Skay y la negra Poli que son más reascios a las notas se portaron de maravillas. Con Mollo de Divididos charlé en su local de instrumentos que tiene en Ramos y los pibes de Attaque, la banda más copada que conocí en mi vida.
– ¿ Cuál fue tu gran deuda personal, con quién te quedaste con ganas de conocer?
– Stone Temple Pilots y Rush son dos bandas que me hubiera gustado mucho conocer, para cuando vinieron yo ya no trabajaba para ninguna revista. Podría haber movido algunos hilos para llegar a estar con ellos pero no me gusta abusar de mis contactos, no es mi forma de ser.
– Tenés una colección inmensa de púas, palillos y demás cosas de músicos que conociste ¿cuál es la de más valor para vos?
– Yo creo que lo mejor que tengo es la púa de Ritchie Blackmore y después la mayoría de los cd’s de Maiden firmados por todos ellos.
– Y me contás que además de con bandas, también anduviste en los medios deportivos?
– Sí, trabajé en el programa Simplemente Fútbol de Quique Wolff en la parte de prensa. Por ese año, 1996, cubrí al plantel de River que lo ganó todo. Yo soy socio casi vitalicio del millonario, un enfermo y estuve mucho tiempo con el plantel. De hecho el día que nació mi hija, mientras mi mujer estaba con labores de parto, el médico me dijo “andate a river mientras si querés, que hasta la tarde no nace” y me fuí para el entrenamiento (risas).
–Ahora para sorpresa y alegría de muchos estás vendiendo gran parte de tu colección ¿Por qué?
– Soy una persona de etapas, y esa etapa para mí ya terminó. De chico junté estampillas por casi 20 años y después vendí todo y con la guita me recorrí Europa. Conocí a mucha gente y ya está, tengo los recuerdos en mis fotos y en mi cabeza. ¿Sabés quién me decepcionó también al conocerlos y me llevé una gran desilusión?
–¿Quién?
– AC/DC, te juro que cuando los ví me desilusioné tanto. Uno admira a esa banda y lo tiene a Angus en el podio, pero cuando lo ví en persona era tan chiquito..un gnomo que no paraba de fumar. El y el hermano eran como dos Leprechaums (muchas risas de ambas partes) encima son una chimenea humana, pero igual son grosos.
Ahora sí, para despertar el lado oscuro y malvado de la envidia que cada uno sabe guardar en lo más profundo de su ser (otros no tanto, lo tienen más visible) algunas cosas de la colección personal de Jorge, disfruten:
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