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Con el Alma

Argentina padeció a Venezuela durante todo el encuentro, pero ajustó las tuercas sobre el final y con mucha personalidad se llevó el encuentro ante los locales por 77-71. Un Facundo Campazzo enorme suplió la falta de Luis Scola en los últimos minutos del encuentro.

Luego de la decepción y el mal rendimiento ante República Dominicana el sábado, Argentina necesitaba como sea una victoria ante el seleccionado local para acomodar las cosas pensando en la segunda fase del Premundial. Julio Lamas sorprendió desde el inicio con una zona 2-3 durante todo el primer cuarto. Claro, al estar el compatriota Néstor “Che” García en el otro banco de suplentes, Lamas dio un giro táctico a la defensa, tan vulnerable en casi todo el encuentro frente a los centroamericanos.

La zona no solucionó los problemas argentinos en su aro, porque Venezuela fue efectiva desde la línea 3 puntos. Del otro lado se insistió con Luis Scola en la pintura en el uno contra uno, pero a través de todo el encuentro el NBA no estuvo fino. Juan Gutiérrez impuso la ventaja de  altura sobre sus marcadores, y con 9 tantos colaboró para el 22-21 parcial del elenco nacional al término del primer cuarto.

García encontró desde el banco la diferencia que establecieron los locales en el segundo cuarto. Con un parcial inicial de 11-2, el Poliedro de Caracas era una olla a presión con el aliento a sus jugadores. Tanto Heissler Guillent como Gregory Vargas entrando a la llave, fueron un incordio para la defensa argentina. Venezuela sacó una ventaja de 10 puntos durante el cuarto (36-26), pero un cierre decente de la albiceleste culminó con un 44-37 al entretiempo. Luifa hasta ese momento estaba activo en los tableros con 8 rebotes, pero tirando muy mal de cancha (2/11, 6 puntos). 28 de los 44 tantos de la vinotinto provenían desde el banco (Rafael “Chavo” Pérez goleador con 11), mientras que los sustitutos argentinos proveyeron sólo 4 puntos de Pablo Espinoza.

Los locales arrancaron lentos el tercer parcial, pero una ofensiva argentina muy estancada y con poco movimiento de balón no encontraba vías de gol. Con el empuje de su gente, Venezuela sacó la máxima de 14 (58-44) a mediados del cuarto, pero un par de salidas rápidas albicelestes lo pusieron a un par de posesiones largas de su rival. Con fallas evidentes en defensa y en el manejo de la pelota (11 asistencias y 11 pérdidas hasta ese momento), Argentina  se fue 60-51 debajo de cara al último parcial.

El gesto paternal de Scola para Campazzo. El capitán reconoció la personalidad del base de Peñarol.
El gesto paternal de Scola para Campazzo. El capitán reconoció la personalidad del base de Peñarol.

Con un par de ajustes en defensa y un arranque un poco más fluido en ataque, el Alma se puso a tiro (60-57) en el comienzo de los diez minutos decisivos. Scola se ganó su cuarta falta con mucho juego por delante, pero inmediatamente el capitán pidió permanecer en cancha. Dos bombas de Marcos Mata y Pablo Espinoza, colocaron al seleccionado a un doble (65-63), pero después llegó el momento más temido: Luifa se comió el amague del estadounidense naturalizado Donta Smith, y cometió su quinta falta con más de 5 minutos de tiempo regular. Con 10 puntos, 12 rebotes y 4 asistencias se fue a sentar el máximo referente.

“Es el momento de la graduación de los pibes. Jugar sin el capitán contra el local. Mejor escenario que ese no hay!! Vamos los pibes!!!” Puso Lucas Victoriano en twitter luego de la expulsión de Luifa del partido. Y vaya si lo hicieron. Con épica, con corazón e inteligencia, manipulando la ansiedad del público local, los chicos se hicieron grandes. Y el más chico de todos, al que no le cabe el corazón en ese metro setenta y nueve de estatura, fue el que portó la bandera de la ilusión argentina.

El primero de los momentos claves de Facundo Campazzo en el partido fue el robo que derivó en la antideportiva contra Donta Smith sobre Selem Safar. El zurdo clavó 1 de 2, pero en la posesión siguiente clavó una bomba. Los de Lamas pasaron al frente por primera vez desde el primer cuarto a falta de 3 minutos (69-66). Apareció la defensa, y una Venezuela que en la primera mitad rozaba el 60% de efectividad, llevaba 1/12 de cancha.

Al base cordobés en los momentos decisivos le aflora el espíritu ganador que porta en el ADN. Con penetraciones electrizantes, robos, asistiendo y con un triple fundamental en el último minuto de juego, Campazzo se llevó la felicitación de todo sus compañeros. El abrazo fraternal del capitán en el final del partido, puso en contexto todo lo que había hecho el enano por el equipo.

18 puntos (6-10), 7 asistencias y 4 rebotes para Facundo para el 77-71 final,  escoltado por una gran tarea en ambos lados de la cancha de Espinoza con 12 tantos (5-7), 3 rebotes. El Pipa también fue importante con sus 17 tantos y 4 tableros.

Con el corazón en la mano, por no utilizar otra expresión. A pesar de haber jugado mal durante gran parte del encuentro, Argentina se lleva un triunfo importantísimo de cara a la fase final del certamen.  Que sirva como punto de partida para levantar el nivel y mostrar la buena defensa y la circulación en ataque que se vio en la larga preparación previa. Hoy se viene México y allí tendrá que estar presente una vez más, el Alma Argentina.