Lo que sucede en el mundo de Eruca Sativa, hoy ocurre con más claridad. El cambio sonoro que se consolida en “Seremos Primavera” se puede leer como una limpieza, un desapego durante algunas canciones de las distorsiones y los decibeles altos. Tiempo atrás, ese estilo parecía formar una identidad de power trío clásico. Las líricas no modificaron su destino, pero si el camino elegido, una versión más directa pero sin haber perdido la prolijidad a la hora de expresarse.
En sus vidas también mutaron los sonidos: los tres integrantes han sido madres y padres en el lapso de los últimos cinco años. Un alarido de Emilia Rufino (hija de Brenda Martin) aparece en “Confundiste” de ‘Barro y Fauna’ y Julián Sorín (hijo de Lula Bertoldi) aporta una tímida voz en los primeros segundos de “Carapazón”. Nina Pedernera también influenció el flamante álbum pese a que todavía no había nacido. El baterista del grupo le escribió “Seis”, el track que cierra el disco, y agregaron latidos de ella.
La obra se ve atravesada por sus familias y de ahí se desprende otro hilo para sostener que la búsqueda de Eruca Sativa es derribar prejuicios e ideas cargadas de estereotipos de los ídolos del rock. Gabriel Pedernera explicó: “Soy de la generación en la que la mayoría de nuestros referentes nos dejaban esta cosa del reviente, de los excesos, del rock and roll. Ahora que nos toca estar en un lugar diferente está bueno que lo que quede sea algo bueno y no algo que no es. Nos gusta estudiar, dormir, estar con nuestras familias y disfrutar de la vida bien”.
Tienen una premisa que con el paso de los discos quedó cada vez más a la vista. La búsqueda constante de nuevos estilos y formas. Esta vez la apuesta fue por componer un álbum en el estudio de grabación. Estaban las condiciones dadas: la experiencia que supera los diez años del trío y la incursión de Gabriel Pedernera en el rol de productor con distintos artistas (“Lebón & Co“de David Lebón, a la cabeza) funcionaron como chispa. “En otras ocasiones que trabajamos solos caíamos al estudio a grabar nada más. La dinámica esta vez fue muy distinta. Al no tener los instrumentos colgados cada uno, fue todo mucho más libre”, mencionó Lula Bertoldi, voz y guitarra. El encierro a solas a la hora de materializar sus canciones dio sus frutos. “Seremos Primavera” expone el funcionamiento de un triángulo equilátero pero ya lo advirtieron años atrás: “Entendernos no es casual”.
Rock And Ball: “Seremos Primavera” parece un disco mucho más íntimo en el armado con respecto a “Barro y Fauna”, ¿Cómo fue esa experiencia?
Brenda Martin: Es una gran diferencia porque cuando hicimos ‘Barro y Fauna’ fuimos con hijes y familia a Estados Unidos. Gaby adquirió la experiencia para poder sentarse en la mesa del estudio para mezclar y grabar, se animó a tomar el mando de eso. Fue hermoso porque nos reencontramos como nunca.
Gabriel Pedernera: Este es más “hecho en casa”, con salsa caserita. Teníamos esa necesidad y queríamos experimentar por ese lado. Fuera de todo eso nuestro foco siempre fue la música, las canciones. En otros discos, si la idea original era en piano o lo que sea, la llevábamos a la banda. En este caso no, si el tema nació en un piano, se hizo ahí.
Lula Bertoldi: Arrancar desde procesos diferentes la composición, te lleva a lugares muy diferentes. También el hecho de la intimidad del estudio, no había nadie que no fuera de la banda ni escuchando, ni opinando. Eso también da otra libertad dentro del estudio.
NO PUEDEN CALLAR LA VOZ
“La Carne” (2008) fue el primer disco editado por el trío formado en Córdoba. Allí aparece “Para que sigamos siendo”, un tema icónico dentro del universo del grupo. Lula Bertoldi relata una historia cruzada por la última dictadura cívico-militar. “Si tenés dudas sobre tu identidad llamá a las Abuelas”, dice un apartado del libro interno del álbum.
La utilización de metáforas y el cuidado de las palabras en sus canciones, como sucede en las anteriores placas, parecen contrastar con líricas explícitas como “Creo“, en donde se busca llegar de forma más directa al mensaje. Tal como explica Brenda Martin: “A través de los años hemos aprendido a comunicar mejor, no porque usemos menos imágenes pero aprendimos a sacar las cosas que sobran. También al limpiar la música y hacer que las voces estén al frente, se destaca mucho lo que decimos”.
Alberto Fernández asumió la presidencia de la Nación el último 10 de diciembre ante una Plaza de Mayo repleta. La cultura tuvo una participación importante: una larga lista de artistas de distintos géneros tocaron en el evento. Eruca Sativa fue uno de ellos, otro momento de quiebre para fijar una postura. “Me cansé de pensar que no tengo que tomar una postura política. La banda tiene derecho a ser ciudadana y a decir lo que piensa”, sentenció la bajista. “No podés quedarte callado cuando hay un montón de cosas que no te gustan, te empieza a agarrar desesperación”.
Brenda Martin tiene la vital tarea de la composición de las letras, junto con la cantante del grupo. Se recibió de diseñadora gráfica y realizó esa labor para La Carne (2008), ES (2010) y el flamante álbum lanzado en 2019. También estuvo a cargo de la imagen para el disco “Equilibrios” de la banda RuFa, en la que también toca el bajo. Siempre se destacó su perfil bajo, sin dejar de mostrarse como una ferviente militante de sus causas: veganismo, más espacio para mujeres sobre los escenarios y la lucha por la Ley de aborto legal, seguro y gratuito, entre otras.
RNB: Este disco es más directo desde las letras, ¿se sienten más expuestas al escribir?
BM: Siempre tratamos de escribir lindo pero no creo que sea tan distinta la forma sino que al haber bajado los decibeles de la música se le ha prestado más atención a las letras. Igual si te ponés a pensar en La Carne, nuestro primer disco, la letra es bastante clara. Me pongo de ejemplo a mí misma en la idea de volver 12 años atrás a escuchar el disco y siento que se entiende lo que queremos decir.
RNB: Es una época de cambios, ¿qué tanto visitan sus primeros discos?, ¿hay canciones que hoy no los representan?
BM: Hay canciones que las dejamos de tocar por un montón de tiempo como puede ser “Enmudecer” y hoy sentimos que vuelve a tener mucha vigencia. Lo mismo pasa con “Hoy” (la hicimos pensando en que decían en el 2012 se acababa el mundo). Otras que no perdieron la vigencia nunca como “Para que sigamos siendo” o como “No Pueden” que en todo el gobierno de Macri yo sentía que la canción estaba escrita durante ese periodo. Siempre hay una re significación de la canción constante que tienen que ver con cuestiones personales y cuestiones del entorno en lo que hacen al presente y la sociedad, eso es re loco.
LB: Nunca me he arrepentido de una canción que hicimos con Eruca, jamás. Nada más que hemos pulido un poco nuestra lírica y fuimos buscando. “Para que sigamos siendo” habla de las mismas cosas que “Creo”. Ambas tienen una mirada sobre un contexto histórico que es muy claro, pero una es mucho más metafórica y la otra más concreta. Te vas conociendo como banda y como letrista y eso te lleva a componer diferente.
RNB: ¿Y cómo te sentís más cómoda a la hora de escribir?
LB: No sé si me siento más cómoda con cómo lo hago hoy, es como me siento. Antes me sentía identificada más de otra manera y ahora de esta. Pero la otra era una Lula de hace 13 años y la otra es la de hoy. Pero no dejo de cantar esas canciones, porque habla esa Lula de hace 13 años y que tiene cosas para decir de esa forma.
RNB: En diciembre tocaron en Plaza de Mayo, ¿cómo fue esa experiencia para vos?
GP: Me parece interesante cuando la bajada gubernamental nos incluye. Me acuerdo de estar en camarines, bueno, falsos camarines porque estábamos dentro de la Casa de Gobierno, y hablábamos con Juanchi (Baleirón) y brindábamos y decíamos “esta es la primera vez, en estos últimos cuatro años, que nos dejan entrar acá”. Siento que si un Gobierno le presta atención a la cultura, es una batalla ganada.
BM: Fue toda una decisión. En este caso también se unía con la alegría de que nos gustaba la ideología que traía Alberto Fernández. Fue una fiesta total porque además los últimos cuatro años habían sido nefastos para el país entonces nos pareció que era momento de disfrutarlo. Cuando vine a vivir a Buenos Aires en 2010 me acuerdo de ir a Plaza de Mayo y ver los recitales o festivales donde tocaban bandas, yo soñaba con estar ahí y con ser parte. No me importaba si había dos personas o millones, me importaba el hecho político de estar tocando en ese evento.
RNB: Entiendo que también es una oportunidad para plantar una bandera…
BM: Fui cambiando eso a través del tiempo. Al principio quizás éramos un poco más guardados con lo que pensábamos. Fue clave también llegar al último gobierno porque dijimos basta. Fue plantar una bandera. Decir: “estamos acá felices de que cambie el gobierno porque esto no daba para más”.
ABRE PUERTAS AL MUNDO
El trío salió a buscar oyentes en Latinoamérica desde los primeros años de carrera. En 2011 visitaron por primera vez México y en 2013 participaron del mítico Festival Rock Al Parque en Colombia, además de repetir tour en el país azteca. Con los pies firmes en el continente convirtiendo capitales en plazas fijas a la hora de planificar giras, el nuevo rumbo estaba en Europa. El 2018 fue uno de los años que más veces se subieron a un escenario y tuvo a España como flamante destino, tachando así otro país por visitar de habla hispana. “Todos los viajes te enseñan y todas las vivencias también te enseñan”, remarca Bertoldi. Agrega: “No hace ni falta salir de gira para encontrar nuevos artistas. Escuchando Spotify o viendo YouTube encuentro cosas que me parten la cabeza”.
Lula Bertoldi es la cantante y guitarrista de Eruca Sativa. Como pasa en muchos casos, desde afuera se la suele ver como la cara visible de la banda a nivel público. Un ejemplo claro es que el día que tocaron en Plaza de Mayo recibieron algunas críticas en la cuenta de Instagram del grupo. Ella desde su perfil personal se tomaba el tiempo de responder la mayoría invitando a pensar más allá y fijando la postura del trío. También se puede explicar a través de la carrera que estudió antes del nacimiento de ES: Licenciatura en Relaciones Públicas. La santafesina es una colega siempre dispuesta a aportar su voz: ha cantado en distintos discos de artistas como Mustafunk, Bersuit Vergarabat, Viejos Komodines, Maca Mona Mu y Lörihen, entre otros.
RNB: ¿Qué les parece la frase de Trueno que el rap es el “nuevo rock and roll”?
BM: Me encanta que se renueve la escena y se rompa la barrera de los géneros. Me encanta que haya gente con talento que tenga cosas para decir. Toco en una banda con voz porque me parece que es importante el mensaje. Si hay una banda que suena bárbaro con arreglos zarpados y que tiene una música que la disfruto con la oreja pero la letra me está diciendo cualquier cosa, no me gusta. Le doy prioridad a los que dicen entonces no puedo hablar de todo el género trap porque hay cantantes con letras super misóginas y banales.
LB: Son pibes que manejan la lírica y es re difícil lo que ellos hacen, no es una boludez. Admiro mucho el trabajo que hacen. No estamos tan lejos, además. Yo escucho Rage Against The Machine, Aerosmith con Run DMC y han sido hitos dentro del rock.
BM: Yo he escuchado de Catriel que el autotune era la nueva distorsión y me encantó. Están rompieron las barreras y esa transgresión me gusta, priorizando la bajada que se haga para que sume.
RNB: Incluso Eruca Sativa tiene un rap en el primer disco…
LB: Totalmente. Me parece una gansada total el tema de los rótulos. Lo que quiso decir Trueno creo que va por la representatividad, tiene que ver con las letras y con quién está marcando como un pulso hoy. Tienen un tinte rockero también, es innegable. Vos escuchás el tema ‘Sangría’ que hace con Wos y tiene una base rocker y arriba están rapeando ellos. El rótulo lo usan las disquerías, déjense de hinchar, es música. Trueno habla de un montón de cosas: de dónde nació, de su barrio, de la policía. Hay que hacer un replanteo de muchas cosas. En este último tiempo, pibes de 18 años han escrito cosas mucho más reales, directas y fuertes, que bandas de rock con chabones grandes. Yo prefiero escuchar el rock hecho por mujeres que es el que hoy me rompe la cabeza. Escucho a Wos, Trueno, Nicki Nicole. Estoy en contacto con Bizarrap, no sé…
RNB: ¿Te imaginás una sesión de Bizarrap y Eruca Sativa?
LB: ¡No! Eso lo dejamos para la gente que hace ese estilo. Ni en pedo. Me da miedo meterme a mí. Es gente muy joven que la tiene atada, para mí cantar eso es imposible. Pero a mí me re gusta. Nosotros cuando salimos en “Seremos Primavera” dijimos “no me importa si esto es o no rock” y nos salieron a matar. Tocamos una fibra sensible. No sé qué fibra tan sensible hay al decir la palabra “rock”. No es tan importante. Es sólo un rótulo.
Hay un concepto que es habitual escuchar en boca de futbolistas que es “en esta casa se respira fútbol”. Con Eruca Sativa se puede hacer un paralelismo en la música. Sus tres compañeros de vida también son artistas y, en parte, están ligados a la banda. Juan Pablo Rufino, pareja de Brenda Martin y parte del grupo RuFa junto a la bajista, participó en “Sin La Red” de “Barro y Fauna” y en varios shows de la gira de “Huellas Digitales“. Fernanda Martínez Mina, pareja de Gabriel Pedernera, es coach vocal y trabaja con la cantante del trío desde la grabación del disco lanzado en 2016. Nicolás Sorín, pareja de Lula Bertoldi, tuvo un rol clave en la doble función en el Teatro Ópera que derivó en el álbum electroacústico. Realizó los arreglos y dirección de vientos y cuerdas, además de tocar el sintetizador y el piano eléctrico.
Gabriel Pedernera golpea desde el fondo del escenario pero también juega otros roles. Es común verlo, por ejemplo, tocando la guitarra acústica en la versión en vivo de “Amor Ausente”. Más allá de su carrera con la banda, participó desde su instrumento y detrás de la consola en diversos proyectos. Cumplió el rol de productor en placas como Hijos del Mundo de Todo Aparenta Normal, La Histeria Argentina de Científicos del Palo y Lebón & Co de David Lebón, quizás el más icónico de su lista. Además, es el artista con más nominaciones en esta edición de los Premios Gardel (Siete por el trabajo con David y cuatro por Eruca). El cordobés reflexionó: “Toda la experiencia que uno va ganando trata de ponerla en este proyecto que tanto amamos”. También formó parte de la banda Tórax antes del nacimiento de Eruca Sativa, donde compartió formación con Brenda Martin. Además, tocó en la banda de Coti en distintas etapas.
RNB: ¿Cuánto te aportó o te jugó en contra el haberte consolidado como productor en los últimos años?
GP: Nos pasa a los tres que, a medida que vamos ganando experiencia, tratamos de volcarla toda en Eruca Sativa. Me cuesta mucho producirnos porque me gusta que las decisiones sean de los tres. Me parece que no tiene ningún aspecto negativo, solamente toda la experiencia que uno va ganando tratar de ponerla en este proyecto que tanto amamos.
RNB: Como bien dijiste antes, en “Seremos Primavera” lo que arrancó con un piano, así quedó. Hay un montón de sonidos nuevos y cosas extra, ¿van a sumar otros músicos en el escenario?
GP: Lo bueno es que, quizás, los sonidos son nuevos, pero en el disco tocamos solamente los tres y no hay ningún invitado. Entonces, son cosas que podemos tocar, aunque no seamos muy buenos pianistas ni nada (risas). Vamos a hacer el esfuerzo de ser nosotros tres cuando sea que podamos volver a tocar de vuelta.
LA CARNE ES BLANCO
RNB: Desde afuera se ve que son referentes de un movimiento de bandas muy grande, ¿sienten esa responsabilidad?
LB: Ya estar arriba de un escenario es una responsabilidad, porque estás bajando una línea y todo comunica. Hay bandas que son referentes míos y estamos en una época muy linda, dónde los contemporáneos son influencias y referentes.
GP: Me gustaría que para las nuevas generaciones, no quiero sonar como un tipo de 70 años porque no los tengo, quede algo lindo. A mí me tocó ser parte de una generación en la que nuestros referentes nos dejaban esta cosa del reviente, de los excesos, del rock and roll. Ahora que nos toca estar en un lugar diferente y que, de alguna forma “la historia tiene puestos los ojos en nosotros”, está bueno que lo que quede sea algo bueno y no algo que no es. No somos reventados, no somos así. Nos gusta estudiar, dormir, estar con nuestras familias y disfrutar de la vida bien.
BM: Me parece como super lindo, es importante que haya personas que les resulte inspirador la música que nosotres nos animamos a hacer. Nos ha pasado que venga alguna piba y me diga que escuchó la banda y fue un flash, vio que se podía. La miro a los ojos y conecto con eso que siente y que yo sentí alguna vez cuando veía bandas y me parece muy importante. Siempre me lo tomé con mucha responsabilidad el hecho de hacer música porque siempre lo sentí así desde que soy chica. El tipo de música que escuché y el mensaje que yo recibí me marcó mucho para después. Tiene una responsabilidad social hacer arte, en general. Uno decide lo que quiere comunicar, es una decisión muy importante.
Eruca Sativa se arriesgó desde el primer momento. Sus primeros tres trabajos discográficos forman una trilogía que se conecta entre sí con guiños, algunos más allá de lo musical. “ES” fue el segundo álbum lanzado y allí pusieron los tracks “La Carne” y “Blanco”, títulos de su antecesor y sucesor, respectivamente. Ese mismo disco es el eje de la conexión entre los tres. El libro interno está titulado “Fuera o Más Allá”, al igual que la canción que abre “Blanco”. En las tres portadas se puede ver a los integrantes de la misma manera que se paran en el escenario. Brenda a la izquierda, Gaby en el medio y Lula a la derecha. Incluso en la tapa tiene una advertencia que sirve para explicar el recorrido del trío: “Followers advisory: explicit changes” (Aviso para los seguidores: cambios explícitos).
Las noches del 1 y 2 de agosto de 2014 se presentaron en el Teatro Ópera, la primera velada con entradas agotadas. “No queríamos que sea ir a poner cámaras y filmar un show eléctrico, queríamos algo distinto”, explicó Brenda Martin. Para la preparación de este recital, que iba a ser documentado, la banda tuvo que trabajar al nivel de un nuevo disco. Versiones acústicas, otras electroacústicas y la recta final con una orquesta de trece personas para mostrar una cara alternativa de las canciones que hasta ahí eran de un power trío, más allá de los matices siempre presentes. “Barro y Fauna” trajo un universo nuevo de sonidos y elementos para agregarle aún más colores a su paleta. Grabado en Estados Unidos y fue ganador de dos Premios Gardel en 2017 (Mejor álbum de rock y Producción del año). el baterista recuerda el proceso de trabajo con cariño: “Fue un disco con mucha parafernalia”.
RNB: ¿Podríamos decir que Barro y Fauna fue un disco de transición en cuanto a lo sonoro?
GP: Puede ser, me cuesta mucho ver nuestros discos desde afuera porque cada uno me hace acordar a un momento, pero está bueno.
LB: No siento que ningún disco sea una transición hacia otro. Cada disco es una foto del momento y se hizo por algún motivo así. Todo es una transición al futuro, pero es muy difícil verlo así. Ahora estamos escribiendo la historia de la banda, entonces, es difícil decir eso. Cada disco existe por sí mismo también.
RNB: ¿Qué importancia le dan a Huellas Digitales y el hecho de desarmar esas canciones?
LB: Fue un momento que necesitábamos como banda, veníamos de tres discos muy explosivos, con sus variedades y sus búsquedas. Nos sirvió para calzarnos unos lentes a futuro y ver cómo íbamos a encarar lo que se venía. Ayudó mucho a encarar las sonoridades digitales. ‘Barro…’ es un disco muy fuerte también, que tiene muchos temas de trío, incorporaciones diferentes, que tiene que ver con los samplers y con el uso de los pads. ‘Barro y Fauna’ tiene una mezcla de todo y ‘Seremos Primavera’ fue una idea de renovarnos por completo y desde ese lugar encaramos la composición.
BM: ‘Huellas Digitales’ es una bisagra, refleja la búsqueda que tuvimos siempre. Desde el principio sabíamos que íbamos a llegar a un disco como ese o Seremos Primavera. Nuestra idea es no quedarnos quietos, estar en el mismo lugar nos aburre un poco, necesitamos esa energía de cambio todo el tiempo. Fue un aprendizaje muy grande ver si habíamos logrado que lo importante sean las canciones y sacarle todo el vestuario que les habíamos puesto cuando las grabamos por primera vez. Encontrar otras sonoridades que hicieran que las canciones brillen y no tengan que ver con esos arreglos que habíamos hecho al principio. Artísticamente tiene el peso que tiene un disco con canciones nuevas porque fue un laburo re grande. También trabajar con otra gente, que venga Nico Sorín, trabajar con vientos, cuerdas.
ES MI CANCIÓN LO QUE PERDURARÁ
RNB: Desde el comienzo tuvieron el visto bueno de grandes personajes del rock nacional, ¿cómo sienten eso?
BM: Son colegas pero uno nunca deja de verlos como artistas que admira muchísimo. Son personas que siempre las tiene en un lugar de mucho respeto y admiración, sigo aprendiendo día a día de ellos. Me sirvió para darme cuenta que la barrera entre los artistas que una admira y la persona la ponemos más nosotros como público que ellos mismos. De eso se aprende mucho, que son todas personas que estamos en la misma haciendo música tratándolo de hacer con belleza y algo bueno para nosotres y las demás personas. Cuando coincidimos en eso, no importan los estilos, ni los géneros, hemos colaborado con artistas de folclore, jazz, tango y siempre los resultados son que la pasamos bien.
LB: Es muy lindo poder compartir la música con la gente que uno admira hace años. Es gente con la que uno se toma una birra, habla, charla y se siente un igual. Lo lindo es sentirse como un par, nada más que uno tiene más años, más trayectoria y más camino. Acá hay que compartir. Muchos artistas que recién empiezan están escribiendo grandes páginas de la historia de la música. Y son más jóvenes que nosotros. Amamos a la música por sobre todas las cosas, incluso, más arriba de nuestro ego. Es re importante que la música esté por encima de nuestros egos.
Quedan pocos ítems sin tachar en la lista de lugares con mística rockera que pisó la banda. Como un proceso ejemplificado en escalones hacia arriba, con cada disco se puede relacionar a la llegada a un teatro o estadio. ‘Blanco’ en el Teatro Vorterix, ‘Huellas Digitales’ en el Teatro Ópera, ‘Barro y Fauna’ con un consagratorio segundo Luna Park, mismo venue que albergaría la presentación del último álbum lanzado. La fecha original fue el 26 de junio del corriente año pero el Covid-19 aguó los planes y obligó a una reprogramación que tampoco tuvo oportunidad el 17 de septiembre. Finalmente, anunciaron la tercera visita al mítico recinto para el 23 de abril de 2021.
No hubo un click, ni una explosión. Fue un trabajo sostenido durante muchos años lo que depositó a Eruca Sativa en las grandes ligas de la música local. Festivales, grandes escenarios, estadios, invitaciones de bandas internacionales y galardones. El camino progresivo deja la sospecha que todavía hay colina por escalar para el trío formado en Córdoba. La claridad de “Creo” y carga de pureza que trae el último álbum llena de esperanzas el presente y el futuro del trío: “Es este el momento con tal fuerza lo siento. Seremos Primavera, que no haya sido en vano todo”.
RNB: Rock And Ball va a cumplir 10 años, ¿qué creen que le deja Eruca Sativa a su público en esta década?
BM: No sé si debería decir eso, porque es re subjetivo. Yo te diría que le puede dejar un medio como ustedes a todas las personas que lo reciben o le gusta estar informades de todo lo que pasa. Lo que ustedes hacen es buenísimo, siempre acompañando. Ahora me están dando un espacio re importante que ojalá yo sepa aprovechar, porque trato de hablar transparentemente y a la vez de medir lo que digo para que se justifique porque los espacios son re valiosos. Ustedes generaron uno y lo cuidan, lo defienden y lo llevan adelante desde hace un montón de tiempo. Gracias por acompañarnos.
GP: Ojalá que lo que dejamos haya sido buena música y buenos momentos. Me gustaría que toda esa gente que nos acompañó en esta última década, si escucha una canción nuestra, que les salga una sonrisa o se acuerde de algo lindo. Que nuestra música les lleve a un lugar lindo.
LB: Me gustaría pensar que dejamos eso del desprejuicio. La no-necesidad del rótulo. ¿Qué importa qué es? Lo importante es que comunique y que diga algo. Ojalá que Eruca Sativa deje ese mensaje: que no existen las fronteras en la música y no hay que ser prejuicioso en los sonidos.