Ambientada en la época dorada del cine en los Estados Unidos, más precisamente en las locaciones de Hollywood y, como no puede ser de otra forma con Woody, New York. Cuenta diferentes historias que se entrelazarán y tendrán un resultado más que aceptable.
De estética es sencillamente perfecta, por momentos es necesario abstraerse de la trama para disfrutar de la belleza de cada cuadro en cada escena. La historia empieza con Bobby (Jesse Eisenberg) un joven judío que se va de Nueva York, para probar suerte en Hollywood. En ese viaje Bobby descubrirá, con ayuda de su tío (Steve Carell), un afamado agente de actores, el glamour y todos los condimentos de las estrellas de cine de los años 30.
Como buena comedia romántica, el personaje de Eisenberg se verá en la encrucijada de dos amores. Por un lado conoce a Vonnie (Kristen Stewart) una joven empleada de su tío que lo enamora a primera vista y Verónica (Blake Lively), una hermosísima modelo.
Se puede observar gran impresión de vivencias personales, como por ejemplo las sórdidas escenas de típica familia judía de la época, respecto a estas escenas Woody comentó: ”Yo escribo sobre lo que sé. Nací en una familia de judíos y en esta película el padre y la madre parecen de mi vida. Yo crecí entre padres que discutían todo el tiempo y ocasionalmente también hablaban en yiddish. Y por eso es tan fácil de escribirlo, me resulta simple, puedo ser auténtico porque lo viví”.
Excelentes locaciones, impecables imágenes, un guión notable, buenas actuaciones y los relatos en off con la voz de guionista y director. Café Society es otra gran pieza del Maestro Woody Allen y quienes se consideren amantes de su obra tienen que verla casi hasta por obligación, y si no son tanto del palo, denle la oportunidad a una buena comedia romántica.
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