La Cheku Romero, es una de las más activas militantes feministas de la diversidad sexual, de la ley de inclusión laboral trans y travesti, y de la lucha contra los travesticidios, en Córdoba. En diálogo con “Rock ‘N Ball”, dice respecto a las RedFem: “Vinieron con una posición terrible respecto al trabajo sexual, con un discurso armado desde el desconocimiento de la realidad de nuestra población (…)” y recalca que: “Necesitamos rejuvenecer la política, porque ya se demostró en el Senado con la lay de IVE, que hay demasiados dinosaurios conservadores que no representan nuestras demandas”
RNB: ¿Cómo has vivido las distintas asambleas de cara al 8M?
Cheku: Vienen siendo muy numerosas, bastante discutidas, y donde hemos podido intervenir casi todas. Se viene generando un marco de discusión fuerte con los slogans, es decir, lo que va a ir en las barredoras. En principio iría el reclamo por el derecho al Aborto, Legal Seguro y Gratuito, después el reclamo por la inclusión laboral trans, basta de Femicidios y Travesticidios y basta del Ajuste de Macri y el FMI. Los afiches van a estar estos días, como para poder empezar a exigir a las centrales gremiales la adhesión al Paro. Hemos pedido desde la Asamblea de Ni Una Menos, que el Paro sea general, llamando al CGT y a la CTA. Por otro lado, hemos podido dar, todas las compañeras trans, el debate con las RedFem, ya que han venido a romper todos los acuerdos políticos que teníamos desde 2015 hasta ahora. Estas chicas, desconocen las identidades disidentes. Son muy pibitas, la mayoría, por lo menos acá, de secundarios y algunas pocas universitarias. Vinieron con una posición terrible respecto al trabajo sexual, con un discurso armado desde el desconocimiento de la realidad de nuestra población, y con la exigencia de abolirlo, cuando lo que hay que abolir, en todo caso, es el sistema capitalista salvaje, y el patriarcal, que ha muchas compañeras las empuja hacia la prostitución, pero muchas otras lo toman como una elección. Nosotras tenemos derecho a elegir cómo trabajar con nuestro cuerpo. Tiene que haber soberanía absoluta.
RNB: O sea tuviste el derecho a réplica con ellas, es decir, pudiste discutir y que te escuchen…
Cheku: Sí sí, después tenias algunas más cerradas que se negaban directamente a sentarse a discutir con nosotras, porque se niega, a aceptar identidades no binarias dentro del Feminismo. Y son las que vienen rompiendo en muchas Provincias la asamblea a de Ni Una Menos, es decir, los acuerdos políticos.
RNB: ¿Cómo va a ser la marcha acá en Córdoba? ¿vamos a ir todas juntas o se va a dividir, por primera vez, en dos dado a estos grupos?
Cheku: No acá, al menos, vamos a marchar todas juntas, y sí lo que pedimos las compañeras trans y travestis, es que nos permitan marchar adelante, en la barredora, para hacer oír nuestro reclamo de cese a los Travesticidos. Desde Enero a Febrero ya hemos tenido 20 travesticidios, y el año pasado a nivel nacional contamos 90, y solo de las que nosotras pudimos tener conocimiento. Porque además de morir de la mano de algún macho, morimos de la mano del Estado, por ausencia de políticas públicas. Y la sociedad tiene que saber.
RNB: En este marco, sería interesante conocer bien cuál es la diferencia entre el cupo laboral trans y la inclusión laboral trans…
Cheku: El cupo laboral, nos pone un límite y está orientado al trabajo en el Estado. Nosotres necesitamos inclusión, más derechos, y poder trabajar tanto en el Estado, como en el sector privado. El proyecto de ley presentado de Inclusión Laboral trans y travesti, se llama Ley Lohana Berkins, en homenaje a su lucha. Y con él, pretendemos que se declare la emergencia laboral para nuestra población.
RNB: ¿Qué esperas para este año de cambios en el plano político, como activista de los derechos de la diversidad sexual?.
Cheku: Que sea el inicio de un cambio político para nuestra población porque les trans y travestis carecemos de representación institucional. Necesitamos rejuvenecer la política, porque ya se demostró en el Senado con la lay de IVE, que hay demasiados dinosaurios conservadores que no representan nuestras demandas.
Por Yael Crivisqui
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