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Madera Microchip, un viaje entre la inestabilidad y la rima

Catupecu Machu sigue mostrando su "Madera Microchip", que transmite la intensidad de su ADN desde otro punto pero con la misma energía. La banda llenó el Gran Rivadavia y su gente disfrutó de un Fernando Ruíz Díaz autentico y feliz, canciones y un final ATP sobre el escenario.

Catupecu y su exitoso
Catupecu y su exitoso "Madera Microchip".

Catupecu Machu había anunciado este set de “Madera Microchip” con mucha expectativa, no solo por el entusiasmo y ansiedad que les genera – a ellos y a su gente – tocar en Capital Federal sino que lo pudieran hacer en un lugar significativo para ellos. Pero antes de que comenzara el primer tema del set,“El Grito Después”, tuvo inicio el show de Fernando Ruíz Díaz,  como es costumbre. El cantante apareció sólo en escena, explicó porque era tan importante el Gran Rivadavia para ellos (allí vio muchas películas en el cine junto a su hermano) y también pidió gentilmente al público que no tomara fotografías ni tampoco filmara videos. “Quiero que viajen con nosotros”, concluyó.

Acto seguido entraron sus compañeros de banda para dar comienzo al show: Macabre, quien se ubicó detrás de los teclados y los sintetizadores, Agustín Búho Rocino junto a un pequeño set de percusión compuesto por una batería electrónica, un cajón peruano y un pequeño juego de platillos (también tocó el bajo) y Sebastián Niño Cáceres con su bajo y su guitarra bien cerca.

“Ritual”“Klimt”“Viaje Del Miedo” le daban continuidad al show que, como no podía ser de otra manera, tenía como ángel vigía a Gabriel Ruíz Díaz, siempre cerca de su hermano de la forma que sea. Entre tema y tema, anécdota y anécdota, el clima iba mejorando con el correr del reloj. La primera parte del show concluyó con “Vistiendo” para darle un descanso al grupo.

El primero que volvería sería Fernando, sólo en medio de la escena, con luces bajas y un hang, instrumento de percusión similar a un platillo volador, que hizo sonar con unos delicados palillos para darle forma a un tema que llamó “Vanthra Lila”, en honor a su pequeña hija, que estaba allí esa noche junto a su abuela Dominga. Cuenta Ruíz Díaz que ese hang le fue hecho especialmente para él en Traslasierra, Córdoba, un lugar que es de su agrado.

En el stand up de Fernando no quedaron temas por tocar: Axl Rose, Guns N’ Roses, Las Pelotas, Villa Luro, las películas de Rocky y Star Wars y una infinidad de anécdotas que pueden ser tan tediosas para unos pero encantadoras para otros. Entre todo lo que contó, habló de su amistad con la bailaora flamenca Laura Manzella y su hermano Mariano, un especialista de la guitarra para ese estilo musical. Mariano Manzella fue su siguiente invitado y el tema que interpretaron data de sus veranos en Santa Fé siendo él muy jóven: se trataba de “El Jangadero”, que entre otros fue interpretado por Mercedes Sosa.

La amistad que forjaron los Catupecu Machu con los Sick Porky es de público conocimiento. Por eso, el siguiente invitado no era otro que el bajista de ese grupo, Leandro Spátola junto a su tío Andrés, un argentino, guitarrista, que vive en Suecia desde fines de la década del sesenta y que visita el país en contadas ocasiones. El destino quiso que esté presente para esta fecha de “Madera Microchip” en el Gran Rivadavia junto a otros dos amigos del grupo para interpretar un tango de Julio Sosa que lleva el nombre de “Mala Suerte”, que, además, era un tema que Gabi le ponía a Fernando cuando iban en el auto y él se enojaba. “Al toque cambiaba el humor”, relataba el líder de Catupecu.

Lila disco show

Su papá le había prometido que iba a poder bailar en medio del escenario, pero no le dijo cuando. Por eso, la pequeña Lila, la hija de Fernando Ruíz Díaz, le reclamaba a su papá que la dejara bailar en ese instante. Es obvio que después de algunos intentos y de explicarle que no era el momento, la ternura de la niña conmovió a todos y el cambio en el setlist fue una realidad y estaba ella, libre de prejuicios corriendo y bailando por toda la pista al ritmo de “Magia Veneno”.

Luego, el pedido fue vox populi y el grupo invitó a todos los pequeños a subir al escenario, comandado por Lila Ruíz Díaz, para que cuando el reloj casi marcaba las tres horas danzaran al compás de “Y lo que quiero es que pises sin el suelo” junto a todo el Teatro que vibraba con la energía que transmitía ese piberío escoltado por los Catupecu.

Felices y contentos, agradecieron poder volver a tocar allí y así finalizaron otro show de “Madera Microchip”, un formato que le dio infinitas alegrías al grupo desde que lo estrenara hace algunos años. Pasada la media noche, muchos de los allí presentes, como contó Fernando y como lo cantó Adrián Otero con Memphis La Blusera, terminó en la Universal al fin de la noche con “Moscato, pizza y fainá”. ¡Salú!

[su_spoiler title=”Lista De Temas”]01. “El Grito Después” 02. “Ritual” 03. “Klimt… Pintemos” 04. “Viaje Del Miedo” 05. “Para Vestirte Hoy” (Lisandro Aristimuño) 06. “Dialecto” 07. “Vistiendo” 08. “Vanthra Lila” 09. “Canción Del Jangadero” (Con Mariano Manzella) 10. “Entre Dos Aguas” 11. “Mala Suerte” (Julio Sosa) (Con Andrés Y Leandro Spatola, Marcelo Mallarino) 12. “Cuadros Dentro De Cuadros” 13. “Plan B: Anhelo De Satisfacción” (Massacre) 14. “Mil Voces Finas” 15. “Magia Veneno” 16. “Y Lo Que Quiero Es Que Pises Sin El Suelo” 17. “Cuentos Decapitados”[/su_spoiler]