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Del barrio a los estadios: La Beriso en Ferro

Dos noches, dos shows, la misma banda ante más de 20.000 personas. La Beriso ofreció el último sábado el primer round en Caballito, que fue un desfile de invitados y emociones sobre el escenario, algo que permite confirmar su positivo presente ante el aguante de una multitud fiel.

La Beriso cerró el 2015 llenando el Estadio Único de La Plata, cuando a mitad de ese mismo año el plan era simplemente tocar en el estacionamiento del lugar. El aguante de la gente y el empuje que esto generó los llevó a tocar adentro del estadio, sobrepasando toda idea que ellos quizás podían llegar a prever. En Febrero de este año telonearon a sus majestades satánicas, los Rolling Stones, en el mismo estadio y agitando a un público que quizás muy poco sabía de ellos, pero sin embargo estaban allí. Nuevamente las expectativas sobrepasaron los límites. La banda se convirtió quizás en una de las más convocantes del rock nacional, entró así en la caratula de “bandas que llenaron un estadio”, que no son muchas. El último sábado tocaron en un Ferro hasta las manos de gente, de banderas, de cánticos y de una pasión multiplicada por casi 25.000 personas que los abrazó en una filosa noche de frío.

Eran casi las nueve de la noche y las luces pronto se iban a apagar. Estaba por terminar la ansiedad tras esa larga espera de la gente que estuvo haciendo el aguante desde muy temprano. En las afueras todavía llegaban los últimos micros que traían pibes, pibas y familias desde distintos barrios. Seguían entrando los últimos rezagados cuando la voz del locutor de boxeo, Daniel Santibañez, anunciaba desde el micrófono ubicado en el centro del escenario la pronta salida de “los pesos pesados del rock argentino”, parodiando las presentaciones típicas del boxeo para darle entrada a la banda al escenario. Los gritos y la euforia se mimetizaron con la introducción del tema “El éxito” que comenzó a calentar los motores previos a “Mañana”, donde un riff de rocanrol bien potente impulsó el primer pogo de la noche.

Cinthia Anabella.
Cinthia Anabella.

Rolando “Rolo” Sartorio saluda al público muy afectuosamente cuando dice “Es una noche muy especial, donde nos juntamos todos. Porque hoy y mañana estamos confirmando el Estadio Único”. Respondiendo así a muchos comentarios, quizás críticos o desafortunados, que hicieron eco sobre lo acontecido aquel 12 de diciembre sobre ese Estadio Único de La Plata repleto. Luego de dos temas a mid tempo, “Cuánto cuesta” y “Miradas”, con la guitarra acústica de Rolo aportando calidez al asunto, vuelven al rock enérgico con “Miras al cielo”. Bromeando ahora con la escalera que será la entrada de cada uno de los invitados dice “Es una entrada a lo Mirtha Legrand. Vamos a presentar a un amigo de hace años, a Gustavo de “Un segundo es Demasiado quien recorrió el escenario como si fuese propio cantando el tema “Lo olvido”. Siguen con la lista y tras el inicio rítmico de la batería de Javier Pandolfi hacen “Enloquecer”.

Volviendo para atrás en el tiempo, viajan a su segundo disco para hacer “200 almas”, cuando rolo anuncia “Es un tema dedicado a las almas que hemos perdido en una noche de rock”, haciendo alusión a la dolorosa tragedia del 30 de diciembre de 2004 en Cromañón. Dando ahora entrada a un tema que parece cargar con una historia muy especial para el propio Rolo, invita a encender las luces de celulares y encendedores para iluminar desde todos los lugares del estadio el escenario. Hacen “Cómo olvidarte” y en la mitad del tema Rolo va a buscar a la escalera a Soledad Pastorutti, la toma de la mano y enseguida se suma a acompañar con su cálida voz del folklore. Pegado hacen el tema de Víctor Heredia, “Sobreviviendo”, acompañados también por la presencia de La Sole. Entre aplausos y un clima de melancolía la despiden diciendo, “el rock y el folklore juntos, fuerte ese aplauso para La Sole, un orgullo nacional”. Se van así al receso de la noche, un descanso para despegar el final de este primer acto en Ferro.

Cinthia Anabella.
Cinthia Anabella.

La voz del locutor de boxeo interrumpe el descanso y comienza a presentar uno por uno el ingreso de los integrantes de la banda. No pierden tiempo y salen bien al palo con “Mi banda de rock” y “Venenosa”, para romper el hielo que comenzaba a cristalizar las cabezas paradas bajo el frío en el campo de Ferro. Dando entrada al siguiente tema Rolo dice, “Para esta canción quien mejor que ellos para cantarla, Maikel y El Mono de Kapanga”. Hacen “Motoneta” y El Mono rápidamente sale a tomar el control de la pasarela que se extiende hasta casi la mitad del campo. Rolo sigue con su suelta interacción con el público y bromea “La gente que nos está viendo desde allá de los edificios, calentita, porque no vienen para acá que nos estamos cagando de frío. Si están escuchando prendé y apagá” (risas) y salen con “Vamos por la Gloria”.

Continúa el desfile de invitaciones y presentan al Tano Marciello de Almafuerte como “el invitado que más veces vino”. Hacen junto a él “Todo es mentira” y “No me olvides”. Ambos temas con solos y fraseos constantes del Tano solendo de los medios para arriba, siempre jugueteando con los filosos agudos de su guitarra SG color bordó, idéntica a la de Angus Young. Llegando ya al tramo final de la noche, comienzan a llegar los hits. “Bueno, vamos llegando al cierre. Ya le metimos muchos condimentos a esta noche y ahora vamos por el último. Vamos a meterle un poco de rock ahora. Facundo Soto de los Guasones gente” pregona Rolo dejando el pié para iniciar el tema “Traicionero”. Con unos estribillos que encendieron la fiesta entre el público agitando banderas por doquier.

Suena ahora un reggae suave, pero rasposo por guitarras ecualizadas para el rock y hacen “Madrugada”. De repente sube un pibe del público cuando Rolo se encontraba por la mitad de la pasarela y se arrodilla frente a él. En el medio del forcejeo con los de seguridad que intentaban bajarlo del escenario, Rolo dice “¡No!… Dejalo, dejalo”. Una ovación aplaudió el gesto del cantante y el pibe emocionado tuvo sus segundos de fama hasta el final del tema. Pegado hacen una zapada instrumental donde pasan los riffs de “Paint in Black” y “Satisfaction”, de los Stones, “Smoke on the water”, de Deep Purple y estallan el pogo con legendario “Ji Ji Ji”. Comienzan a despedirse, “Gracias a todos por esta noche. Recuerden que el show de La Beriso termina cuando llegan a sus casas, cuídense”, para cerrar definitivamente con “Ella”, dando un breve mensaje contra la violencia de género y pidiendo justicia por Iara, una niña atropellada los últimos días a la salida del cancha de Boca.

Cinthia Anabella.
Cinthia Anabella.

Se fue así el primer round de La Beriso en Ferro. Con invitados, con un repaso salpicado de toda su discografía y dejando asentado que no es casualidad que sean unas de las bandas más convocantes del rock argentino. Sus canciones son el poncho de un público que en las letras encuentra respuesta a muchas cosas de sus vidas. El barrio vive en las letras de la banda. Esa cuestión de la trascendencia en el rock masivo por llenar un estadio ya los trata como propios. Será cuestión ahora de esperar que algunos meses pasen y cerrar lo que Rolo Sartorio anunció: “Veremos donde nos encontramos a fin de año”.

Fotos por Cinthia Anabella Fotografía para Rock And Ball

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Gonzalo Papaleo
Piojoso, cuervo y un 9 con llegada al bar. Escribo sobre música, escucho y leo sobre ella. Saxo y armónica, mis defensas musicales. Navegante errante de comunicación en la UBA. Messi es amor.