En el ámbito del fútbol, es recordado como un joven imberbe de mejillas coloradas y sonrisa típica de quién conoce sus cualidades técnicas. Si bien no se retiró, dejó de ser aquél mancebo para transformarse en un hombre de 36 años de edad. Es que Andréi Arshavin fue la cara exitosa de los rusos para la campaña del próximo Mundial. En el día de hoy, transita sus últimos años como jugador profesional en una tierra dominada por el boxeo y el ciclismo.
Tuvo su auge en la Eurocopa 2008 disputada en conjunto entre Austria y Suiza. Llevó a su seleccionado a las Semifinales del torneo, perdiendo ante quien se coronaría campeón: España. Demostró ser un jugador con un potencial latente. Sin embargo, se quedó en la intermitencia de esos que nunca terminan de plasmar todo su talento en el campo de juego. Soñó con el Barcelona, y recaló en el Arsenal inglés. Hizo historia en Zenit de San Petersburgo. Se perdió en la intrascendente Liga de Azerbaiján y Kazajistán.
Arshavin sabía suplir sus carencias defensivas con su capacidad de regatear, tirar caños y cambiar de velocidad en la monotonía del encuentro. Se destacó en el equipo de su ciudad natal: Zenit. Allí ganó tres Premier League Rusas, una Copa UEFA (actual Europa League) y una Supercopa de Europa (2008). La primera conquista continental fue ante Glasgow Rangers por 1 a 0 en Manchester. La segunda, unos meses después en Mónaco. Allí enfrentaron al Manchester United (Carlos Tévez disputó aquella final) y ganaron 2 a 1. Ese año se consagró como un jugador extraordinario.
Tras esos logros, el Barcelona se interesó en él. No obstante, la oferta del conjunto Culé fue insuficiente para lo que demandaban desde el equipo del Este. En el 2009 fue transferido al Arsenal, club en el cual disputó 98 encuentros y anotó 23 goles. En la entidad de Londres, es recordado por el excepcional cotejo que disputó en abril de 2009 ante el Liverpool, donde marcó los cuatro goles en el empate ante los ‘Red Devils’.
Su talento futbolístico se estancó a mediados del 2013. Los ‘Gunners’ no le renovaron contrato y cuando quiso regresar a su Patria le cerraron las puertas. A pesar de ello, encontró la salida en el fútbol azerí cuando consideraba su retiro. En mayo de ese año firmó con el Khazar Lankaran por la exorbitante suma de 24 millones de euros al año (convirtiéndose en el mejor pago del mundo).
Un año y medio más tarde, Arshavin rescindió su contrato con el elenco de Azerbaiján y fichó por Kairat de Almaty (Kazajistán). Esta liga cuenta sólo con once equipos en la Primera División, el mismo no depende del dinero gubernamental sino que utiliza el capital de la empresa KazRosGas (relacionada a la compañía Gazprom).
Es descabellado especular que estará convocado para disputar la Copa del Mundo en su país, ya que desde el 2012 no es citado. Por lo tanto, no es un disparate creer en un retiro inminente del jugador con el objetivo de instalarse en Arshavinka, pueblo que lleva éste nombre en honor a él a orillas del Lago Otradnoye (San Petersburgo).
Gastón Amestoy.
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