El nuevo capitán de Boca Juniors, Carlos Tevez, visitó los estudios de La Red y le concedió una entrevista de hora y media a Alejandro Fantino. Hablaron de la actualidad del club de La Ribera, de la Selección Argentina, de la AFA, de las palabras de los ídolos, y de sus sueños de ser Presidente de la institución de La Boca.
Durante las horas posteriores, los medios se hicieron eco de todas estas palabras. Destacaron, en primera instancia, que consideró retirarse del fútbol tras el partido contra Independiente Del Valle. En segundo orden de importancia, se enfocaron en el malestar que le generó a Carlitos ciertas palabras de glorias del Club en contra del presente de la institución. Y en tercer lugar, hicieron hincapié en aquella situación particular que se dio a los 70 minutos de dicho encuentro, donde su compañero Nicolás Lodeiro le pidió ejecutar el penal a favor que luego malograría.
Nadie pone en discusión que todas las palabras de esta entrevista fueron importantes dentro del mundo futbolístico, pero se dejó en cuarto, quinto, sexto (y en algunos medios, nulo) lugar de relevancia a, quizás, las declaraciones más picantes que brindó Carlos Tevez en toda su carrera como profesional, o mínimo, desde que volvió al club de sus amores. En ellas, criticó con dureza a la dirigencia actual, y hasta planteó que parte de su pensamiento en retirarse, estuvo involucrado con su descontento con la ausencia de respuesta de quienes dirigen el club, casi considerándose como una persona engañada, a la que le hicieron creer que podría cambiar las cosas desde adentro, y luego no lo escucharon al conseguir lo que obtuvieron.
Estas fueron las palabras de Carlos Tevez que llamativamente no fueron del todo replicadas:
“No tenemos un manager. No hay nadie que se fije en un 9 que juegue en Colombia. Atlético Nacional trajo a Borja desde las sombras y hoy le está haciendo ganar la copa. El manager de la Juve me dijo una vez “¿Conoces al 9 de, no sé, Flandria? No sabes cómo juega, es alto, tiene potencia, le pega con las dos piernas, gira rápido…”. Un tano me lo está diciendo. Saben todo. De A, B y C de cualquier país. Y acá compramos a ojo. Pasamos del presidente al técnico, sin escalas. Tiene que haber un equipo que vaya a ver jugadores y otros que estén con la computadora viendo datos. Yo lo hablo. Vos podes aconsejar. Pero si no se hace, ¿Qué voy a hacer? El momento para irme era este. Me dije “no juego más”, si todo lo que pedí al comienzo no apareció. Y encima dicen que me dieron la llave del club. Si cuando llegue dije que había que tener un gimnasio con equipamiento y seguimos teniendo la misma silla rota. Falta organización. No puede ser que dos técnicos de inferiores se estén peleando porque uno sabe más y otro menos. Por eso Boca está mal. ¿Cómo puede ser que vayamos a comprar 7 u 8 jugadores y no saquemos jugadores del club? Espero que la gente entienda que es otra cosa preparar a los jugadores de Boca. La gente no se fija si salen campeones en Inferiores. Se fijan cuando los chicos tienen que demostrar en Primera. Eso es lo que se debe preparar. Se sumó un jugador con nosotros ayer y hoy se lesiono. Tiene que haber la misma preparación desde la primera hasta las juveniles, y no al revés”.
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