Hace una década nació Miss Bolivia, y año tras año, fue consolidándose en la escena musical no solo por su capacidad artística para tomar diferentes géneros, tropicales y anglos y adueñarse de ellos, sino también por ser una voz femenina que no se calla ante nada.
Con esa premisa tácita Paz Ferreyra (su verdadero nombre) también se desenvuelve en las notas que realiza, y de esa manera habló con Rock And Ball sobre su próxima fecha, el 6 de abril en Ciudad Cultural Konex, la presentación de su nuevo video clip, “Paren de matarnos”, y obviamente sobre feminismo y aborto, temas que según ella misma declara, son los que más la convocan.
RNB: ¿En qué momento se encuentra Miss Bolivia?
Miss Bolivia: Todavía no pasó un año de la salida de “Pantera”, un disco que desde el principio me dio satisfacciones, me abrió las puertas para nuevos horizontes, nuevo públicos también y también habla de la transformación de mi estilo, la evolución de la lírica, y en el que me atreví a ir a nuevos lugares musicales, siempre con la cumbia y el hip hop, pero pude trascender esa médula e ir hacia el rock, el punk rock, el folclore, los recitados. Sentí más tranquilidad y me saqué la mochila de la presión del estilo.
RNB: Eso se viene dando en la música en general desde hace tiempo…
MB: Demuestra que nos transformamos, y eso fue generando tolerancia en el público hacia nuevas formas de decir, nuevos estilos, a seguir sacándose de encima prejuicios del purismo, o de lo que se espera de un artista, y dejarse sorprender con novedades y cambios.
RNB: En estos diez años, ¿qué cambiaste y que mantenés?
MB: Es mi década ganada. Hay una identidad que es núcleo duro, que no cambia y no creo que cambie nunca. Pero me siento diferente en relación a reafirmar lo que estoy haciendo y el proyecto musical como estilo de vida. Al principio empecé esto como un juego, a ver que onda. Y fue muy áspero el camino. En ese aspecto me siento diferente, más consolidada y segura para seguir eligiendo esto, porque sigue siendo áspero el camino, todo el tiempo hay piedras, pero tengo convicción que me hace seguir apostando a la música, cuando tendría otras posibilidades, de oficio y profesión. Con el tiempo empiezo a cosechar en cuestiones de amor, muchos frutos que tienen que ver con lo que se sembró todos estos años.
RNB: Esta fortaleza, ¿tiene que ver con el momento actual, donde el feminismo está cada vez más fuerte y en donde se cuestionan cosas como el lugar de la mujer en la música?
MB: Seguramente, que se hable del cupo femenino, por ejemplo, en estos tiempos. Hay una avanzada, mayor visibilidad, mucha más solvencia en la organización de estas luchas, que antes quizás eran más atomizadas, en focos y ahora hay una cosa de cuerpo y masa enorme, con las diferencias internas que hay en todos los movimientos pero que lo traccionan para delante y lo hacen seguir vivo. Me siento super convocada, porque me convoca la lucha y el momento, en donde el arte y la música pueden hacer una contribución muy valiosa para el cambio social. Las artistas estamos comunicando en primera persona realidades que los medios no comunican del todo. Siempre existe filtro y nosotras podemos comunicar sin filtro.
RNB: ¿Ese sería el caso del nuevo corte?
MB: Claro, esas son crónicas sin filtro con las que realmente podés llegar al hueso, y eso tiene que ver con un momento social y una lucha que me trasciende como individuo.
MB: El video lo hicimos con la participación de muchas colegas. En principio iba a ser un video lyric, ya estaba planeado así, pero en una reunión con la compañía se me ocurrió hacer algo más grande, sentía que había que hacer el clip. Es para darle más fuerza todavía al mensaje que queremos trasmitir. Tiene tres patas. Hay archivo, es documental, y a su vez es Miss Bolivia, con mi estética, el baile, porque eso tiene que ver conmigo. Fuimos a las marcha del 8M, grabamos ahí y filmamos con un drone, y después convoqué a muchas colegas de distintos palos, y distintas edades, que admiro mucho y tienen diferentes formas de pensar, pero esta es una causa que nos trasciende y hace que dejemos de lado nuestras diferencias para poder unir nuestra fuerza por una causa común. Ellas cedieron su imagen para que pueda diluir mi voz en ellas. Es un abanico super variado y me llena de orgullo que puedan convivir en mi voz todas esas mujeres. Es una canción para aportar como grano de arena, para que se lo apropien para su vida.
RNB: En los últimos meses hubo varias polémicas por la “representatividad” y los “modos de comunicar” del feminismo. Como psicóloga y artista, ¿Qué opinas?
MB: Creo que es momento de desornamentarse y pasar a lo importante, ¿no? Quedarse en ese tipo de crítica resta, porque ¡hola nos están matando!, ¿qué querés que haga, un minué para contártelo? No me sale de otro modo. Es necesario, por la urgencia y la violencia que vivimos, repudiar con todos los ovarios y la fuerza. Me tiene sin cuidado lo que puedan pensar de los modos. Hay que romper el canon del status quo. Obvio que va a generar prurito e incomodidad.
RNB: En la marcha del #8M se te vio rodeada de mujeres de distintas disciplinas artísticas…
MB: Hubo actrices, cocineras, escritoras, está bueno salir un poco del circuito cerrado de la música o la producción artística y que estemos todas de distintas cortadas, edades, formas, porque es algo de salud pública la violencia. Es agenda de política de estado, de salud pública. Tenemos que dejar de lado las diferencias entre nosotras para realmente ir por esta cosa que es de fuerza mayor.
RNB: También cobró mucha fuerza temas como el aborto legal, gratuito y seguro, en donde mostrás una posición activa…
MB: Cobró mucha fuerza, y en particular a mí es uno de los ejes que más me convoca, militar la despenalización y militar la ley por la gratituidad y legalidad del aborto, como profesional de la salud, como artista y como mujer. Urge hacerlo y desvincular las creencias y la religión de las políticas del estado. El aborto clandestino existe desde el principio de los tiempos y cada vez mueren más mujeres por esta práctica, entonces hay que visibilizarlo, dar datos estadísticos, y hacer algo al respecto del diseño de las políticas públicas, sanitarias y legislativas.
RNB: Como profesional de la salud, ¿qué postura tomás ante los argumentos en contra del aborto?
MB: Somos hijos de los guiones y las tijeras que nos cortaron, la educación que recibimos, y hay muchos mitos y mucha religión metida ahí. Nunca escuché un argumento, coherente siquiera, en contra del aborto. Son entre bizarros y místicos. Pero ahora hay una agrupación de Católicas por el derecho a decidir, que son mujeres católicas que no practicarían un aborto pero están a favor porque reconocen la necesidad de otras mujeres de practicarlo. Eso me parece revelador y evolutivo. Me dio esperanzas, y pensé que sí es posible, cada vez tengo más fecha en particular y estamos muy cerca, el debate está muy efervescente y se va a votar, no pasa de este año que sale la ley. Ahora hay que seguir, necesitamos sostenerlo porque no puede ser que mañana empiece un programa de baile en la tele y la tensión pública vire todo a eso. Es responsabilidad de los medios que se sigan promoviendo estos contenidos para que justamente no solo sea tendencia o moda.
RNB: Para tu próximo show invitaste a dos cantantes de la nueva generación, ¿Es parte del activismo también?
MB: Si, a Cazzu y La Joaqui, son emergentes de la nueva escuela del trap, a mi me encanta, no es una música que yo haga pero sí la consumo, y quizás más adelante me anime a hacer una canción de ese estilo. Me encanta el empoderamiento que generan en las chicas que las escuchan, a nivel contenidos también, y me parece importante poder compartir y por eso las invité para la apertura, para que más gente las conozca y hacer una fiesta de poder femenino. Un evento que trascienda lo que es Miss Bolivia. Son de una nueva ola y tienen mucho para decir, como mujeres y por la realidad de la que cada una viene. A mí me abrieron muchas veces el camino y me gusta hacerlo con mis colegas.
RNB: ¿En qué sentido creés que conseguiste un cambio más radical en ese aspecto?
MB: Siempre me adueñé de géneros considerados machistas para revertirles la carga. Siento que ellas también hacen eso. Pasó con la cumbia, el rap y el reggae, en donde la misoginia circulaba a la orden del día, en el trap pasa lo mismo. Y que ellas se adueñen del género y vuelquen otros contenidos de repudio o empoderantes sobre esos mismos estilos, me parece que está buenísimo y es una jugada por la culata que le sale al machismo. Todavía existen lugares machistas. Algún otro caso aislado, no voy a dar nombres, pero en el metal hay algunos artistas que son xenófobos, machistas, homofóbicos, y eso está en el rock también. Por suerte se va diluyendo y los casos son aislados. Creo que se va ganando conciencia en la industria de la música, y me parece de suma importancia que cada vez queden menos fósiles de estas áreas machistas. Es una postura cada vez más obsoleta, incluso bizarra y queda mal también diría. Pero también son síntomas de la sociedad que se expresan en distintos ámbitos, como en la música, en otras profesiones, en el día a día. Son resabios que está bueno que se vayan deconstruyendo para proponer nuevas fórmulas.
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