Los músicos en promoción pueden transformarse en autómatas, como jugadores de fútbol usando un casette. Los integrantes de Da Skate aseguran que lo suyo es más un hobby que un trabajo, y que sienten más importante aplaudir a su público que recibir aplausos.
Quizás por esa horizontalidad que sienten con quienes escuchan su música es que no temen ser brutalmente honestos a la hora de hablar. Manteniendo ese registro, también habría que introducir esta entrevista advirtiendo que las declaraciones se consiguieron tal vez, en un ambiente ameno y hasta cariñoso.
El cuarteto de hardcore punk compuesto por Leandro Flores (voz), Eugenia Valle (bajo), Marcos “El Tano” Di Federico (guitarra) y Germán “Cache” Pace (batería), hoy está en su mejor momento, con un 2018 con viajes a Chile y a Colombia y Uruguay por primera vez. Se preparan para presentar “Tria Principia”, su triada de singles con el que arrancan enero en Uniclub.
RNB: ¿Cómo surge “Tría principia”?
LEANDRO FLORES: Teníamos un pull de siete temas. El dilema era si hacer un disco de nuevo, y para eso esperar hasta tener más temas… Al principio la idea era grabar los siete temas. Empezamos a tirar ideas, y en algún momento salió lo de sacar los temas como singles, pero con un concepto. Nunca habíamos editado de esa forma. Optamos por los tres singles por Spotify y por Youtube con los videos, más a la moda. Esto de sacarlo primero por web es para se empiece a correr la pelota y después queremos hacerlo físico. Toda esa guita que nos ahorramos en no hacer el físico, la usamos para grabar en El Pie y la llevamos a masterizar afuera. Nos animamos a coproducir con Paul Miner (NdR: productor de New Found Glory, Atreyu, Death By Stereo, Throwdow, H2O, The Casualties), que nos devolvió varios tips muy buenos sobre las canciones.
MARCOS DE FEDERICO: Era un dilema, porque también sacar tres temas era carísimo. Vender tres canciones nada más es una mierda, porque le ponés valor al arte y no a las canciones. También salió la discusión de que como no lo íbamos a editar en físico, porque es algo que a nosotros nos gusta. Lo que siempre supimos es que iban a salir los tres con sus videos, otra cosa nueva para nosotros.
RNB: Existe todo un concepto alrededor de las tres canciones. ¿Cómo se dio?
LF: Empezamos a buscar qué concepto le dábamos, porque es algo que veníamos haciendo con todos los discos, meter a la música en un núcleo que lo conecte. Acá empezamos a buscar algún concepto de tres. Armé el cuentito de la alquimia con los tres elementos base. Soy ingeniero industrial, y estoy relacionado a la química tradicional, pero después pensé que no quería que fuese tan directo. Me puse a investigar y salió. Está relacionado a lo que llamamos sal que antes era uno de los compuestos de la alquimia tradicional que se llama Cinabrio. Es la suma del azufre y el mercurio, y tiene que ver con el equilibrio y la sabiduría.
RNB: El primer tema que salió, “No olvides de enfocarte siempre en lo importante”, es muy diferente a la esencia de Da Skate. ¿Lo incluyeron a propósito?
LF: Entendimos que era lo más diferente a Da Skate que la gente iba a escuchar. Salir con eso es sacarte de la zona de confort. Para que te sorprenda. Y con un video animado, todo distinto. Es para eso que lo hicimos. Sabíamos que era diferente y que a algunos no les iba a gustar. Pero le pasa a todas bandas del género, las más conocidas, Bad Religion, Pennywise, todas pasaron por esas críticas. Pero nos encantaba el tema y jamás dudamos de que teníamos que editar el tema.
RNB: El punk y el hardcore son estilos de música que promueven la libertad, ¿Qué pasa cuando se encuentran con esas críticas?
MDF: Es muy loco, para la gente, para los músicos, para todos. Pero uno lo piensa en que si a vos la canción te tocó en algo, sabés que al que la escuche le va a pasar lo mismo. Imaginás eso, y no va a estar pensando en si es más agresiva, o más tranquila. Lo primero que pensamos es si está buena la canción, no si es más hardcore o más popera. Hay gente a la que le va a gustar y gente que no. Si te aburre, también está bueno. Cada crítica debería ser constructiva. Si alguno me critica me fijo primero qué hace esa persona. Si la crítica es para sumar, está buenísimo.
LF: Lo peor de internet es ese prejuicio, esa locura de opinar de vos sin saber qué te pasó en la vida. Pero bueno. Es la libertad y la generalización. Si no pisaste barro no podés sentir empatía con gente de la villa. Es una boludez, pero existe. Todo el mundo va repitiendo cosas, levantando y ni siquiera sabe de dónde nació.
RNB: Sacando los cortes con videos, en menos de un mes, ¿Fue un trabajo bajo presión?
MDF: Nunca hacemos nada bajo presión en realidad, sacamos todo cuando tenemos ganas. Pero algo que pasó con “La colina de las cruces” fue que era el último de los temas que hizo Lean. Entró medio por la ventana. Pero fue el primero que decidimos que esté, porque para mí es el mejor de todos. A Lea, que es el que compone, le suele pasar eso, los últimos temas que hace son los mejores. Me parece que cuando está bajo presión saca algo mágico.
LF: En Bhopal grabamos un EP y y cuando grabamos el disco, nos faltaban tres temas. Yo no quería meterme al estudio pero mi hermano me decía que iban a salir. Esa noche salió “Israel Vs Líbano”, “La batalla de las termópilas” y “Nuestras fuerzas como un Huracán”, canciones que siguen en las listas de los shows, y una fue el primer corte que tuvimos, con video y todo. No sé cuanto me va a durar la inspiración. Yo agarro la guitarra y me frustro mucho. Tiro la guitarra muchas veces. Es necesario quizás. Y digo ‘se me acabó, no tengo más inspiración’. Me voy a dormir enojado. Me imagino qué va a pasar si no puedo escribir una canción más. ¿Vamos a tocar siempre las mismas canciones? Después agarro la guitarra y sale. Pero es muy frustrante la falta de inspiración.
RNB: Verano en la Argentina, en 2019. ¿Cómo es armar un show hoy?
LF: Sin dudas es un poco suicida. Pero se puede. Tengo la suerte de encontrarme con estos energúmenos que son más suicidas que yo. Somos muy tercos. Se nos pone algo ahí y vamos. Hemos salido airosos siempre. Fracasos gigantes no hemos tenido. Es animarse un poco. Los costos son altos, más ahora, los lugares son cada vez más grandes, hay que hacer una gran inversión, pero se olvidan de que hay muchas bandas, la mayoría, son de 200 personas para abajo. Entonces hay algunos locales lindos a los que no llegás. No te da la cuenta, es completamente inaccesible. Y si vas para abajo tenés locales de mediana y baja calidad. Ahora tenés que ir midiendo todo el tiempo cuánta plata tenés en el bolsillo. Y después están los gustos: La Trastienda, donde hicimos la presentación de “Diecisiete”, fue un gusto, por ahí perdimos, pero bueno, hay veces que querés hacer alguna fiesta y la querés hacer linda. Ahora el que sigue, como un próximo objetivo, es un Vorterix o un Flores. Pero está medio verde.
RNB: ¿Por qué?
MDF: Y la situación no está como para hacer grandes cosas. Pero apuro no tenemos. Pensamos seguir tocando. Hoy nuestra mentalidad está en seguir tocando mucho tiempo más.
LF: Es la idea, pero siempre hay que dejar la puerta abierta a que se pueden terminar las cosas. No concibo una banda que se queda en el tiempo, que sigue 50 mil años, las cosas empiezan y terminan, le duela a quien le duela. Cuando la chispa se acabó y cada uno para su casa.
RNB: Y cuando notan que el público los sigue eligiendo, ¿qué sienten?
LF: Cuando el mango escasea en el bolsillo obvio que tenés que agradecer. Más cuando en un mismo día tocan cuatro bandas grandes. Notás que los pibes aportan su cuota para la banda. Los fieles, por decirlo así, siguen. Obviamente que hay gente que rondaba entre reci y reci, al que le gusta la banda pero quizás no es fan, que ya no viene, porque le falta la guita. Eso lo sabés. Pero apuntamos a seguir rescatando a esa generación que anda suelta, que hoy quizás no elige el hardcore punk. Nosotros lo vamos a convencer. Hoy hacer una convocatoria de 300 personas es re difícil, pero tampoco podés parar. Hay que intentarlo.
RNB: ¿Siempre desde la perspectiva independiente?
LF: ¿Y qué otra forma habría de no ser independiente? Que te hagan un contrato. Pero quién tenés que hacer para que venga alguien a pagarte todo. Eso le pasa a los raperos en Estados Unidos, a muy pocas bandas de la Argentina. No tenés otra forma que agarrar tus cosas, poner vos tus flyers, actualizar internet. No hay otra forma. Eso de ser independiente está bueno remarcarlo, pero es muy natural. Para mí la música trae naturalmente la independencia. Y tampoco te queda otra opción. Si no ya habríamos dejado la música. Igual jamás pienso en que no me dan la oportunidad. Cuando me cuelgo la guitarra o agarro el micrófono, pienso en divertirme con mis amigos, que un par de loquitos que hagan pogo.
RNB: Pasaron muchas cosas en 2018, en viajes, shows y cambios obligados de formación, por el viaje del Tano y el embarazo de Eugenia. ¿Como lo vivieron?
LF: Los balances son siempre es todo para arriba. No sé si cerramos algún año malo. Cada logro, por más que sea chiquitito, suma una bocha. Tenés tropiezos pero seguís. Hicimos shows para 30 personas y para 300. La banda no cambia. La banda está bien amalgamada. No te desmotivás porque tocás para 30 ni te agrandás porque tocás para 300. Y funciona con equipos chiquitos y grandes. La banda está para jugar en cualquier cancha. Después si lo logramos,
MDF: Mientras cumplamos con nuestras metas, va a ser siempre positivo. Por falta de presupuesto obviamente hay cosas que no podemos hacer. Pero como somos cabeza dura, si hay algo que no sale por plata, termina saliendo tiempo después. Mientras no nos guardemos nada, va a ser positivo. El tema es cuando haya frustraciones propias, y no haya disfrute. Está buenísimo tocar para mucha gente, pero tampoco nos mata tocar en un local de miles, si pasa está buenísimo, pero la motivación es otra.
GP: El año en general, en tema música, Chile, Colombia, Uruguay, dos shows en Palermo Club y uno en Uniclub, acústicos, fechas a beneficio. Fue un año rarísimo. Estuvimos sin el Tano dos meses. Grabamos tres videos. Decís la puta madre… con algunas críticas que tuvo la banda, me enrosqué mucho y quería contar todo lo que hicimos el 2018. Fue un año increíble. A nivel personal, y creo que a todos, nos baja un poco el momento del país. Me frustra, aunque te haya ido bien a vos, te pega. No me puedo quejar de nada personalmente, pero no estoy lleno porque está todo áspero. Siempre estamos acá poniendo el pecho y vamos a salir de la mala.
RNB: De cara al año que arrancó, ¿qué viene para ustedes?
LF: Tenemos un cronograma armado. No creo que salgan tantos shows por Buenos Aires y Gran Buenos Aires. Queremos seguir afianzando las cosas que recolectamos el año pasado. Queremos viajar a México, Perú. Eso implica laburo, coordinación Queremos grabar tres singles más, más los 15 años de DS, los 10 de Piacenza. Tendremos shows más esporádicos, y la idea es salir a más lugares de afuera. No hay nada cerrado, es muy difícil porque no es que confirmás algo y tenés mil personas comprando una entrada. Pero no quiere decir que no se pueda hacer. Mientras la banda tenga un dinero para bancar las cosas, lo haremos.
Da Skate tocará en Uniclub (Guardia Vieja 3360, Balvanera, CABA) el sábado 12 de enero a partir de las 20. Invitados: Juvenilia.
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