La música tiene variados tintes que pintan el paisaje de sonidos y en estos escenarios pasean voces que resultan atemporales para aquellos oídos testigos. Personas captaron, como pudieron, esos extractos saturados o mal grabados, pero existieron y hay registro. A continuación presentamos algunos momentos épicos del rock argentino.
Por lo general se cree que las leyendas nacen a partir de la muerte de sus protagonistas. Las acciones trascienden la carne y se transforman en palabras o mitos que viajan en el boca a boca. Pero en Argentina no se aplica del todo esta regla y no hace falta cruzar el ultimo umbral para estar más vigente que nunca. Hay que destacar el contexto, la vorágine que atravesaban los personajes, perseguidos, censurados, con un contenido, un mensaje que buscaba ser expresado. Están conectados y sus encuentros engrandecen la mística de sus canciones.
Virus y Soda Stereo
VIDA fue un grupo conformado por Gustavo Cerati, Marcelo Moura, Zeta Bosio, Julio Moura y Charly Alberti, quienes tenían sus respectivas bandas pero en 1989, un año después de la muerte del músico Federico Moura, juntaron sus gargantas y toponimias(VI=Virus, DA=Soda Stereo). Ambas agrupaciones se reunieron para hacer un moderno new wave en una disco de Bs As llamada La Casona, Lanus.
Cerati proclamó a su primer productor, Fede Moura como “el hombre alado”, haciendo referencia al tema “La Ciudad de la Furia”. Su amigo falleció a causa de una insuficiencia cardiorrespiratoria producto del VIH. Se tiene poco material de sus presentaciones en internet, pero hay un video en YouTube donde se puede apreciar el show que brindaron el 19 de noviembre de 1995 en La Plata, justo para el aniversario de la ciudad. Tocaron para alrededor de 30 mil personas, siendo un éxito rotundo pero fugaz, ya que Soda Stereo se disolvió en 1997 y Cerati falleció en 2014.
Luca y el Indio
Era un “Festival de la Primavera”, el 21 de septiembre de 1982, cayó martes. En el microestadio de Gimnasia y Esgrima de La Plata iba a tocar una banda que hacía poco se daba a conocer de forma masiva, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. Más tarde serían conocidos como una de las más importantes del colectivo popular argentino, en aquel entonces aún su ruido se estaba gestando. El Indio Solari se negó a ir, ya que para él Los Redondos tocaban “solos y de noche”, en un ámbito teatral con propio público. La “Negra” Poli, mánager del grupo, ya se había comprometido y el show podía arruinarse. Alguien de entre la muchedumbre surgió con una pelada luminosa y unos anteojos de sol. Acompañado del saxofonista Roberto Pettinato, Luca Prodan, cantante de SUMO, se disponía a reemplazarlo con “Nene Nena”, “Para Monona Blues” y “Mejor no hablar de ciertas cosas”.
Este último era original del conjunto ricotero, pero Luca pidió permiso para apropiarlo agregándole esa estética más punk. “Bueno, ahora vamos a hacer otra cosa medio castellano (risas)… las letras son de Los Redonditos de Ricota. Un conjunto de La Plata muy underground. Bueno, son underground porque tocan una vez cada tres años… ¡pero son buenísimos! Mejor no hablar de ciertas cosas”, reconocía el líder de Sumo en Trenque Lauquen, en mayo de 1983.
Sus caminos volverían a unirse en mayo de 1987 en el boliche Cemento, una caja negra contenida en el barrio porteño de San Telmo, conocida por ser el lugar que albergaba grandes tribus de rock. “ Era muy happening, en general, el asunto: Luca estaba ahí, vino al camerino, estuvimos charlando y pintó”, mencionó el Indio a Gloria Guerrero (por ese entonces corresponsal redondita de la revista Humor). Cantaron juntos “Criminal Mambo”.
Celeste Carballo y Claudia Puyo
Un dúo excepcional que en recientes presentaciones supo llenar auditorios enteros, pero que en el pasado también marcaron un acontecimiento acompañadas de a otras artistas. La tercera edición del ciclo de recitales gratuitos “Buenos Aires Vivo” se festejó en el 99 y hubo una fecha en especial, la de el viernes 29 de Enero, denominada “noche de mujeres”.
Lo iniciaban precisamente Celeste Carballo y Claudia Puyo, quienes tocaron “Por qué”, pero en un tramo espontaneo no previsto, se sumaron otras voces. Fabiana Cantilo, Maria Gabriela Epumer, Hilda Lizarazu, Flopi Bernaudo, Laura Casarino y Marisa Mere interpretaron así un tema de Charly García, “Rezo Por Vos” y “Demoliendo Hoteles” en el final, para cerrar con broche de oro el show de Puerto Madero.
Luis y Charly
“El flaco es mi ídolo, es uno de los motivos por los cuales estoy haciendo esto”, comentó Charly García en una entrevista. Es que el fanatismo de ambos era recíproco. El cante de bigote bicolor admiraba a Luis Alberto Spinetta y este lo admiraba a él. El juego de miradas, las anécdotas, el compartir tardes, debates, ideologías. Hoy representan con su música lo que fueron , lo que son, brillantes. El Flaco siempre tuvo ganas de hacer algo groso con Charly. “Una bomba” quería hacer.
Spinetta/García se formó en 1984, un año que es el título de uno de los libros más importantes sobre “ficción política”. Hoy no dista nada de la realidad actual, al vivir una sociedad donde se manipula la información y se practica la vigilancia masiva, la represión política y social. Ellos la iban a romper toda haciendo un disco que daría vuelta el esquema musical. Pero no pudo ser. En el 2009, el 23 de octubre Charly cumplía años y estaba tocando en Vélez Sarsfield cuando le dedicó a su “maestro” el tema “Rezo por vos”. Y antes que sus manos se apoyaran el piano, el flaco subió para marcar unos últimos acordes con su compañero de canciones.
Fito y Mercedes
“Ella es un poco la mamá de todos nosotros, la mejor cantante que ha dado este país”, así se refería Fito Páez en medio de una gira, antes de presentar a Mercedes Sosa. Su voluntad de libertad fue expuesta en cada recodo y se forjó a través de muchas décadas en diferentes álbums y escenarios del mundo. Ambos integradores, con un sentido de pertenencia, por eso “Yo vengo a ofrecer mi corazón”, publicada en 1985, tiene mucho significado. Uno que ya sobrepasa fronteras y engloba a toda Latinoamérica.
Una canción con historia, ya que luego del asesinato de su tía y prima, en el 86, Fito Páez no quería cantarla más y gastaba la mayoría del tiempo en componer otras como “Ciudad de pobres corazones”. El cantante comenta que dio marcha atrás con la decisión cuando fue a Cemento para ver a los Redondos, el Indio se acercó para decirle que recapacitara, ya que la letra “era muy hermosa”.
Por Lucho Capristi
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