En Vivo

Miles de cuerpos bajo el pulso de Skay

La guitarra del rock nacional se hizo presente el Pompeya. Salón Rock Sur albergó a Skay y Los Fakires en una noche de sábado con estirpe ricotera. El Flaco deslumbró con su guitarra para tocar mucho de lo suyo y regalar un poco de su pasado redondo.

Desde las vías de la Perito hasta Caseros había algunos que decían: “Es una noche especial, no se la vaya a perder, toca el corazón de Patricio Rey”. Todo ese tramo de Av. Sáenz fue una comunión entre micros y autos que fusionaron las almas todos aquellos que caminaban en dirección a Salón Rock Sur.

Las puertas abrieron a las 20, y para ese momento, la cola bordeó media manzana. La ansiedad era cada vez mayor. Solamente entender el peso específico de la figura de EduardoSkay” Beilinson special essay writing service  bastaba como explicación de todo. Fueron dos horas y media en las que la gente no paró de alentar para que el Flaco saliera a tocar. La temperatura aumentó con el paso de los minutos, y un sonido similar al de los platillos amagó infinidad de veces.

Y en un momento apareció. Último, como los mejores, con una camisa a varios colores, gorro blanco y lentes. Se asomó con la continuación de sus brazos, lo que se presta para que sus lánguidos dedos fueran magia: La guitarra, su querida Gibson Sg. La noche tuvo su apertura con Cicatrices, noveno tema de su último disco La Luna Hueca, mientras movía sus largas piernas al ritmo de la batería – la misma que dio el puntapié para Territorio Caníbal -. Hubo miles de cuerpos hipnotizados en sus manos, señalados por fuertes luces verdes.

Se puso a los hombros el comienzo de Suelo Chamán y el público enloqueció. Para el cuarto tema pronunció las primeras palabras: “¡Hey, Pompeya!”, y los invitó a viajar a algún lado especial al tocar Ya Lo Sabés. Se dio tiempo para tomar el primer sorbo de agua, y encarar No Prescription Pharmacy Canada brand Viagra Online. Men’s Health. Anti- fungus Online Pharmacy Legal Buy brand Viagra Online Cheap Buy brand ViagraВ  Arriba El Telón.

El sonido fue brillante, fuerte y nítido, puro. “Que calurosa está la noche”, disparó al momento en que los cuerpos con remera se contaban con los dedos de una mano. El show continúo con Luna en Fez y aprovechó para agradecer con gestos, sin hablar. La multitud hizo su propia fiesta con Sombra Golondrina. Este es un tema para ustedes”, fue la dedicatoria de Skay antes de hacer Falenas en Celo mientras luces rojas y amarillas formaron un solo color, un naranja intenso que ungió las cabezas.

adelanto skayGiraba la sensación de que, en algún momento, el primer tema de Los Redondos se haría presente. La ex banda del Flaco, símbolo de incontables generaciones, fue la creadora del “pogo más grande el mundo” y era, casi, una obligación que esté. El corazón de Patricio Rey  empezó con Jijiji para que la noche tenga un párrafo aparte. El movimiento de la masa popular, de manera asimétrica, con remeras y bebidas que volaban por los aires y la sensación de perder el dominio total del cuerpo, por la misma inercia que contagiaba el que estaba al lado, continuó la leyenda de uno de los acontecimientos más coloridos que tiene el rock mundial.  Después de  semejante momento se merecieron un descanso, por eso el dueño de todas las miradas agradeció e invitó relajar diez minutos.

En contraposición al comienzo del recital esta vez salió primero. Y solo. Cambió su guitarra por una acústica y emprendió un camino de tres temas de manera íntima. La última primavera comenzó la segunda parte del show que lo tuvo con una camisa gris y blanca. Venía otro momento ricotero con Superlogico, y el “Vamos los redondos” de la gente, enganchado con “La Bestia Pop”.

Mientras el resto de los integrantes se sumaban, Skay se sacó los lentes y entregó el primer trofeo de la noche: su pua. Lagrimas y Cenizas era el tema elegido para seguir y volvió a su histórica Gibson con Aves Migratorias. Ese mismo instrumento pareció hablar en los últimos 30 segundos de El Fantasma Del 5to Piso. Siguió bajo el pulso del corazón redondo, y Esa Estrella Era Mi Lujo apareció.

La noche estaba por entrar en el final. Flores Secas se metía en el decimoséptimo lugar del set list y no amenguó el ritmo, siguió El Redentor Secreto con una intro que erizó las pieles. Con el poder de su guitarra se decidió por improvisar el arranque de Lejos de Casa y extendió un: “Hasta la próxima”. Se volvió a bajar del escenario, pero la gente sabía que quedaba más. Así fue. Se hizo presente nuevamente y regaló Oda A La Sin Nombre para luego despedirse con The warnings are in the ever television, buy Indocin online ,online indocin , online indocin order ,cheap indocin, abana price,abana pharmacy,abana online order El Sueño Del Jinete. De esta manera se fue de Pompeya, de un Salón Rock Sur que se desvivió por acompañarlo. Consciente de eso, se tomó un tiempo para disfrutar un rato de su gente. Antes de la reverencia final, con una sonrisa dibujada de este a oeste, agradeció con sus manos la guitarra del rock nacional.

 

Fotos Edu Romero

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Franco Verdun
Si rima mejor, por eso me gusta escribir y no soy actor. Viajo mucho, pero en colectivo. Creo en la música como terapia y en la pasión como motor. Sand me firmó una bufanda