Rock

Indio, Tandil es el living de tu casa

(TANDIL-ENVIADOS ESPECIALES) Una vez más, Carlos "Indio" Solari tocó en el Hipódromo de Tandil que, a esta altura, es como una extensión de la casa de Patricio Rey. Buena la organización, prolija la venta, un sonido mucho más virtuoso que el de Junín y un Solari que disfrutó del viaje.

 

[caption id="attachment_39703" align="aligncenter" width="480" caption="El Indio y una nueva demostración de su leyenda."][/caption]

Cuando se habla de Misa India se habla de la pura verdad. El pelado con anteojos es un Dios. Capaz de dedicarle el show a Bruno, su hijo "porque hoy cumple años. Es algo personal" y hacer que todos los presentes -¿90 mil, 80 mil, número infinito?- coreen el "olé, olé olé Indioooo", aprobando la dedicatoria, y, porque no, sintiendo que Bruno es el hijo de todos.

"Dios" Solari armó una lista que dejaba bien en claro que era la despedida de "El Perfume de La Tempestad", desde la escenografía y desde lo que sonó. Más allá de algún idiota que tiró algún que otro artefacto, bastó que inDIOS Solari hablará de "No Bengalas" una vez en su vida, para que el rebaño ricotero obedeciera y se terminara con el tocuén de "es cultural". Cultural las pelotas. Es peligroso y cuando el líder pidió que se apaguen, se apagaron.

Indio puso a todos en estado de alerta cuando, luego del décimo tema, arremetió con un "No sé si llegó al final", en referencia a su castigada garganta y, hay que decirlo, al fresco que reinaba en el Hipodrómo.

Si uno hace cuentas en general, la gente vivió entre 5 y 6 horas de previa. Llegándose desde todo los puntos del país, culquier auto era improvisada heladerita y restaurant. En cualquier auto sonaba la música de Los Redondos y, cada 10 metros, cambiaba el track. Un calor no tan terrible, pero un sol que pegaba como si fueran dos. Los habitantes de Tandil se hicieron la América con los puestos de comida y bebida. Una espera casi interminable...¿Vale la pena?

Mirá, si alguien te pregunta que es un show del Indio Solari y porque es un "must see" sólo se resume con los siete minutos y monedas que dura "Juguetes Perdidos".

Ojo, "ji, ji, ji" es el pogo más grande del Universo, pero eso se sabe y, cada edición, revaloriza sus títulos, pero la emoción que sienten 80 mil personas (incluso hasta las lágrimas) con ese tema es palpable en el aire. No importa que tan cerca o lejos se esté del escenario, es vivir el momento. Y cómo vivir sólo cuesta vida, es una parte de la vida de cada uno de los miles de presentes que se condensa con la de los otros. Sin importar cual sea el estado de embriaguez, la posición económico, si es Tandil, de Buenos Aires o de la Quiaca. Comunión total y palpable. Eso se vive en los siete minutos y algo que dura "Juguetes Perdidos", que vendría a ser el "Ave María" de la Misa India. Y vale la pena vivirlo.

Después, Solari desanda los temas de sus tres discos con un público que se las sabe, pero al que no lo entusiasman cómo si lo hacen los himnos ricoteros, esos que todos van a escuchar. Entonces, cuando el show parece que entra en una meseta por la "falta de Ricota", el Pelado se acuerdo de todos y arremete con "Nadie es Perfecto", "Ella debe estar tan linda", "Nueva Roma", "Superlogico" o el festejadísimo "Queso Ruso". Como para no dejar a nadie con ganas.

Una organización 110 veces mejor que la de Junín, con el parking de micros no tan lejos, accesos bien delimitados, seis columnas de sonido, además de las principales, con ocho pantallas led en total y una hospitalidad tandilense a prueba de malas lenguas.

Pasó una nueva "Misa India": "La última en un buen tiempo, nos estaremos viendo en Septiembre, diciembre"; dijo el Indio y desató, quizás, la única reprobación masiva de la noche. El Indio es Dios, los fieles están siempre y Tandil se convirtió en su templo. ¡El infierno estuvo tan encantador!

Lista de Temas Indio Solari, Hipódromo de Tandil, 3-12-11 Todos a los Botes Satelital Submarino soluble Superlógico Fusilados por la cruz roja Ella debe estar tan linda El tesoro de los inocentes Pabellon Séptimo Un angel para tu soledad Vuelo a Sidney --------------------------------- La murga de la virgencita Martinis y Tafiroles Ceremonia en la tormenta Torito es muerto Vino Mariani Nadie es perfecto Ñam fri fruli To beef or not to beef Por que sera que no me quiere Dios Nueva Roma Juguetes Perdidos ------------------------------------------- Pedia siempre temas en la radio Vamos las bandas Queso Ruso Flight 956 Ji, Ji, Ji  

(TANDIL-ENVIADOS ESPECIALES) Una vez más, Carlos “Indio” Solari tocó en el Hipódromo de Tandil que, a esta altura, es como una extensión de la casa de Patricio Rey. Buena la organización, prolija la venta, un sonido mucho más virtuoso que el de Junín y un Solari que disfrutó del viaje.

 

El Indio y una nueva demostración de su leyenda.

Cuando se habla de Misa India se habla de la pura verdad. El pelado con anteojos es un Dios. Capaz de dedicarle el show a Bruno, su hijo “porque hoy cumple años. Es algo personal” y hacer que todos los presentes -¿90 mil, 80 mil, número infinito?- coreen el “olé, olé olé Indioooo”, aprobando la dedicatoria, y, porque no, sintiendo que Bruno es el hijo de todos.

Dios” Solari armó una lista que dejaba bien en claro que era la despedida de “El Perfume de La Tempestad“, desde la escenografía y desde lo que sonó. Más allá de algún idiota que tiró algún que otro artefacto, bastó que inDIOS Solari hablará de “No Bengalas” una vez en su vida, para que el rebaño ricotero obedeciera y se terminara con el tocuén de “es cultural”. Cultural las pelotas. Es peligroso y cuando el líder pidió que se apaguen, se apagaron.

Indio puso a todos en estado de alerta cuando, luego del décimo tema, arremetió con un “No sé si llegó al final”, en referencia a su castigada garganta y, hay que decirlo, al fresco que reinaba en el Hipodrómo.

Si uno hace cuentas en general, la gente vivió entre 5 y 6 horas de previa. Llegándose desde todo los puntos del país, culquier auto era improvisada heladerita y restaurant. En cualquier auto sonaba la música de Los Redondos y, cada 10 metros, cambiaba el track. Un calor no tan terrible, pero un sol que pegaba como si fueran dos. Los habitantes de Tandil se hicieron la América con los puestos de comida y bebida. Una espera casi interminable…¿Vale la pena?

Mirá, si alguien te pregunta que es un show del Indio Solari y porque es un “must see” sólo se resume con los siete minutos y monedas que dura “Juguetes Perdidos”.

Ojo, “ji, ji, ji” es el pogo más grande del Universo, pero eso se sabe y, cada edición, revaloriza sus títulos, pero la emoción que sienten 80 mil personas (incluso hasta las lágrimas) con ese tema es palpable en el aire. No importa que tan cerca o lejos se esté del escenario, es vivir el momento. Y cómo vivir sólo cuesta vida, es una parte de la vida de cada uno de los miles de presentes que se condensa con la de los otros. Sin importar cual sea el estado de embriaguez, la posición económico, si es Tandil, de Buenos Aires o de la Quiaca. Comunión total y palpable. Eso se vive en los siete minutos y algo que dura “Juguetes Perdidos”, que vendría a ser el “Ave María” de la Misa India. Y vale la pena vivirlo.

Después, Solari desanda los temas de sus tres discos con un público que se las sabe, pero al que no lo entusiasman cómo si lo hacen los himnos ricoteros, esos que todos van a escuchar. Entonces, cuando el show parece que entra en una meseta por la “falta de Ricota”, el Pelado se acuerdo de todos y arremete con “Nadie es Perfecto”, “Ella debe estar tan linda”, “Nueva Roma”, “Superlogico” o el festejadísimo “Queso Ruso”. Como para no dejar a nadie con ganas.

Una organización 110 veces mejor que la de Junín, con el parking de micros no tan lejos, accesos bien delimitados, seis columnas de sonido, además de las principales, con ocho pantallas led en total y una hospitalidad tandilense a prueba de malas lenguas.

Pasó una nueva “Misa India”: “La última en un buen tiempo, nos estaremos viendo en Septiembre, diciembre”; dijo el Indio y desató, quizás, la única reprobación masiva de la noche. El Indio es Dios, los fieles están siempre y Tandil se convirtió en su templo. ¡El infierno estuvo tan encantador!

Lista de Temas Indio Solari, Hipódromo de Tandil, 3-12-11

Todos a los Botes
Satelital
Submarino soluble
Superlógico
Fusilados por la cruz roja
Ella debe estar tan linda
El tesoro de los inocentes
Pabellon Séptimo
Un angel para tu soledad
Vuelo a Sidney
———————————
La murga de la virgencita
Martinis y Tafiroles
Ceremonia en la tormenta
Torito es muerto
Vino Mariani
Nadie es perfecto
Ñam fri fruli
To beef or not to beef
Por que sera que no me quiere Dios
Nueva Roma
Juguetes Perdidos
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Pedia siempre temas en la radio
Vamos las bandas
Queso Ruso
Flight 956
Ji, Ji, Ji