Rock

Eterna leyenda: “We don´t need no more trouble, what we need is Bob”.

Nuestro sentido homenaje a 67 años del nacimiento de Bob Marley.

Por Federico Frau Barros

Hay hombres tan influyentes que, gracias al legado que le dejaron al mundo, deben ser recordados constantemente.  Ciertos personajes reclaman ser homenajeados todos los días por quienes han podido mamar un poco de su verdad y que se les rinda culto incorporando sus enseñanzas a nuestra vida diaria. Robert Nesta Marley, más conocido como Bob, es uno de esos tipos que no merecen ser venerados solo cada cinco, veinticinco o cincuenta años de su muerte. Él vive para siempre en su gente desde aquel 6 de Febrero de 1945 en que nació, y día a día esparce luz y conocimiento; enseña y educa a todo aquel que escucha o ha escuchado sus dulces, poderosos y sinceros reggaes.

Hoy es el cumpleaños número 67 de este gran hombre, de este eterno militante de la paz.  La magia de su poesía llegó a oídos de todo el mundo y cada día está más vigente. El profeta jamaiquino nació en Nine Mile, donde hoy se encuentra su tumba, un lugar sagrado para sus seguidores. Bob se crió en Trench Town, barrio del oeste de la capital Kingston, construido sobre una zanja de desagüe de la ciudad -por eso su nombre “Pueblo Zanja”-.

Su legado no fue solo musical, también se materializó en una linda tropa de herederos: Imani, Sharon, Cedella, Ziggy, Stephen, Stephanie, Julián, Makeda, Karen, Damián, Robbie, Ky-Mani y Rohan.

A sus 36 años un melanoma maligno lo invitó,  después de mucho luchar, a seguir fumando y cantando en el cielo. Un cáncer en un dedo del pie derecho, producto de una herida sufrida durante un partido de fútbol, se lo llevó el 11 de Mayo de 1981, hace ya más de 30 años.

Cinco años antes, Bob ya había conocido a la muerte de cerca. El músico fue un referente para el pueblo jamaiquino en épocas en que sus representantes políticos solo se encargaban de terminar con el futuro de la isla. El poder era disputado por el Partido Nacional del Pueblo (PNP) y el Partido Laborista de Jamaica(JLP), ambos buscaban a cualquier costo el triunfo en las elecciones del 15 de diciembre.

La prensa jamaiquina dijo que Bob era amigo del candidato del PNP, el hijo del ex primer ministro Norman Manley y  la legendaria escultora jamaiquina Edna Manley, Michael Manley. Fue precisamente Manley el organizador del polémico festival Smile Jamaica, donde el cantante finalmente se hizo presente. Dos noches antes del recital, el viernes 3 de diciembre de 1976, enviados del JLP entraron a la casa de Marley con una única intención: matarlo. Bob, su mujer y su manager recibieron disparos. Después de un tremendo tiroteo los asesinos dejaron la casa, por suerte sin muertos. El domingo Bob fue al festival, mostró su herida y dejó en claro que no lo iban a parar. Tiempo después aclaró que él no se fue porque su Majestad así lo dispuso: “Todavía tengo trabajo por hacer”, dijo el profeta. Bob no se quedo callado, tres años más tarde contratacó con una hermosa canción de denuncia:  “Ambush in the night“.