La visita de Motörhead a nuestro país en octubre de 1992 dejó una huella muy grande para sus fanáticos: era el debut de la leyenda Lemmy Kilmister en suelo argento y el primer capítulo del romance con Argentina, que tendría varios más.
Aquella vez, Hermética fue el grupo que abrió los conciertos de los ingleses en el estadio de Av. Libertador y tuvieron la oportunidad de contarles en camarines que habían grabado una versión con la letra un tanto modificada de “No Class” para su LP de covers “Intérpretes” (1990).
Años después, Lemmy daría su testimonio sobre eso en el documental “La H” consideró interesante que “alguien haya hecho algo distinto” y no la popular “Ace Of Spades”. También tuvo una mirada crítica sobre la versión: “Me hubiera gustado que lo hagan más lento. Eso es todo”, remarcó.
Sin embargo, no fueron Claudio O’Connor, Ricardo Iorio & Cía. los únicos que conocieron a Kilmister una de esas noches: Ciro Pertusi, entonces cantante de Attaque 77 y reconocido fanático del grupo, contó en Facebook como consiguió su foto con él, y además, como fue a parar una calco de su ex grupo a la puerta de una de las alacenas de la cocina de la casa de Lemmy.
Pertusi detalló sobre esa noche que pudo llegar a los camarines de Obras gracias a un amigo de Flores, el Coyote, por ese entonces integrante del staff de la heavy Rock And Pop. Al estar frente a frente, el tour manager de Motörhead le dijo a Lemmy: “Hey Lem, este chico es un músico de rock local y le gustaría sacarse una foto con vos”. Luego de eso, le pidió un consejo: “No podrías haber elegido peor manera de ganarte la vida”, le dijo el “viejo”.
Lo cierto es que después de eso, Attaque teloneó a Motörhead en Vélez en 1994 y la devolución de los ingleses fue muy buena para con ellos “Ojalá nos encontráramos con bandas así para abrir nuestros conciertos cada vez que vengamos a Latinoamérica”, dijeron mientras los escuchaban tocar. Ese día, el actual cantante de Jauría le regaló a Ian Fraser el disco que recientemente habían sacado por esos meses “Todo Está Al Revés”.
Tres años después, 1997, Attaque 77 fue a Santa Mónica, Estados Unidos, para grabar su disco “Un Día Perfecto”, que también salió ese año. Allí decidieron incluir un tema llamado “Héroe”, que no era otra cosa que una re versión de “Héroe De Nadie”, un tema propio que habían sumado a la lista de tracks de “Todo Está Al Revés”. Esa canción, que ahora era más rápida, en inglés y cantada por el bajista Luciano Scaglione, hablaba de “Fatiga” o “El Loco De La Ametralladora”, a quien también Almafuerte homenajearía en el “Disco de las cartas” con “Niño Jefe”.
Ciro da un detalle no menor: la grabaron en inglés porque sabían que Lemmy vivía cerca de donde ellos grababan y que solía pasar mucho tiempo en el bar Rainbow. Es por eso que fantaseaban con conocer a su ídolo y que pudiera llegar a grabar la canción en el disco. Una jugada ingeniosa, ya que la voz de Luciano (reconocido fanático de Motörhead) estaba muy bien y podía ser una “guía” para el posible desempeño de Lemmy, o para que al menos supiera por donde empezar.
Los argentinos se pusieron manos a la obra y comenzaron a frecuentar el Rainbow sin suerte. Quemaron otra carta yendo a la casa de Lemmy pero tampoco lo encontraron y sólo pudieron ver por la ventana parte de la colección de objetos de la segunda Guerra Mundial que Lemmy tenía. Fue ahí cuando optaron por dejar en un sobre el cassette para que escuche la canción, unos calcos de Attaque 77 y una carta invitándolo, explicándole y diciéndole hasta cuando iban a estar grabando, por las dudas. No tuvo final feliz: terminaron de grabar y nunca apareció pero luego supieron que volvió mucho tiempo después porque estaba de gira.
El tiempo pasó y Ciro dejó Attaque para formar Jauría, banda con la que ya lanzó dos discos. Una de las tantas veces que fue al interior con su nuevo grupo, un fanático llamado Daniel Herrera se acercó a saludarlo y le mostró una captura del documental sobre Lemmy donde podía verse en un paneo por la cocina la alacena donde el viejo pegaba stickers que juntaba, y había muchos. Fue recién ahí cuando se enteró que el sobre con el cassette había llegado a sus manos pero nunca supo si realmente lo escuchó o no. ¿Quién sabe?
Lemmy murió el 28 de diciembre de 2015, días después de haber cumplido 70 años tras una larga enfermedad. Ese día, Ciro Pertusi le dedicó unas cálidas palabras a uno de sus ídolos, a quien lleva tatuado: “En mi costado izquierdo, en mi brazo izquierdo, en mi mente y en cada aliento estarás vivo por siempre: querido Lemmy, buen viaje a la eternidad!!!”.
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