Elegir el personaje rocker del año vuelve a ser tarea fácil, y aún más cuando se lee el comunicado de prensa que envió en las últimas horas. El Indio Solari entiende el arte como ansia de lo ideal, además de ser un empedernido buscador del goce estético y del decir. Capaz de redactar: “una papela por el walkman que chorizó tu hermanito” y conmover a las masas, bohemios e intelectuales por igual. Engels decía que “cuanto más escondidas estén las intenciones del autor, tanto mejor para el arte”, pero por lo evidente este milenio que se acerca al fin del mundo, según los Mayas, se rige por los parámetros de lo concreto y lo establecido. Sin embargo, el objetivo de cualquier arte que no quiera ser consumido como una mercancía consiste en explicar por sí mismo y a su entorno el sentido de la vida y la existencia humana o quizás tan solo enfrentarlo hacia este interrogante, explicaba Andrei Tarkovski. Ya pasaron 26 años de que la lírica de Solari quedó registrada en molécula por primera vez, sin embargo todavía sigue generando controversias y curiosidad. Con el tiempo se vuelve más masiva y eso será así hasta que todo preso siga siendo político probablemente.
Mientras Solari aparezca en público u emitiendo obras será muy difícil disputarle el trono. Hace uso de la sabiduría del silencio y tan solo abre el pico cuando tiene algo para decir, y eso se debe a que es de los pocos que gozan de una amplia libertad dentro del mercado. Igualmente el 2011 fue un año muy activo para el pelado de lentes. Además de sus notas con Pergolini, Rolling Stone o La Nación, cabe resaltar que el tipo más inaccesible para el periodismo le concibió entrevistas a la publicación villera La Garganta Poderosa y otros medios que brindan un aguante desinteresado como redonditosdeabajo.com.ar o revista Mavirock. Incluso tiró el protocolo a la mierda una vez más y sorprendió cuando pisó la Bombonera para ver a Boca campeón y sacarse una foto con Riquelme.
Con 62 pirulos a cuesta el Indio asombra como pocos. Los tres espectáculos que brindó este año (Salta, Junín y Tandil) gozan de un despliegue que difícilmente poco tengan que envidiarle a los show internacionales. Éste artista independiente, con esfuerzo, fríos cálculos y unas dosis de locura sobrepasa muchas veces el resultado que pueden entregar las productoras porque no subestima a su público. Y pese a que algunos se atrevan a tildarlo de un burgués dentro de la cultura rock, Solari responde y reflexiona sobre sus actos. Muchos parlanchines de turno lo han criticado por no emitir juicio sobre la muerte de Bulacio en el ’91 o la puta pirotecnia del 2004. Sepan que la figura del rock local se expresa ante 80 o 100 mil personas, que postergó un show tras la muerte de Rubén Carballo, que mediante las pantallas les dice no a las bengalas y recuerda el rostro de Walter con la cita: “Identidad es la respuesta a las preguntas que soy, de dónde vengo y hacia dónde voy. También de lo que quiero ser. Privar de esa identidad conspira contra el autoconocimiento, la autoestima y la autoeficacia”. Simplemente Indio.
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