El acceso al aborto legal, seguro y gratuito, es un reclamo histórico del movimiento feminista. A dos años de las vigilias del #13J y #8A, este parecía ser el momento en que el proyecto iba a ser tratado nuevamente, pero la pandemia cambió los tiempos, más no la urgencia. El pasado martes 17 de noviembre, Alberto Fernández envió un nuevo proyecto de ley de al Congreso.
“Este año inició con mucha expectativa luego del anuncio de Alberto en la apertura de sesiones del Congreso” dice Victoria Tesoriero recordando el primer día de marzo, donde el presidente anunció que los derechos de las mujeres eran una prioridad. La pandemia arrastró con el calendario que tenían previsto, desde la Campaña estimaban que para esta altura del año ya íbamos a tener acceso a la ILE. Aún así, continúa diciendo que fue un obstáculo para el debate parlamentario pero no para el activismo: “nosotras seguimos impulsando acciones, reuniones, seguimos militando en los territorios el acceso al aborto, más en momentos donde el sistema sanitario está comprometido, y tuvimos reuniones con la Dirección de Salud sexual para impulsar una política en la que se consideren como urgente y como prioritarios los abortos.”
La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito cumplió quince años. Los pañuelos verdes que hoy son un símbolo feminista son, en realidad, los pañuelos de la Campaña que año a año ha conquistado un lugar en la agenda feminista para poner en tensión el derecho a decidir. Este año será la segunda vez que se trata el proyecto en el Congreso. Victoria reflexiona, sobre las diferencias entre aquella sesión del 2018 y la próxima a debatir la semana que viene, que “la sociedad argentina en 2018 tuvo un cambio, una elevación en la conciencia sobre la necesidad de legalizar el aborto “. Gran parte de la sociedad entiende hoy el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo como una problemática de salud pública.
La principal diferencia en el ámbito social es la imposibilidad de ir masivamente a las inmediaciones de Congreso para pedir que se apruebe la ley. La presión de los feminismos para lograr esa media sanción fue clave para entender que amplios sectores de la sociedad estaban esperando una ampliación de derechos. Las vigilias históricas que coparon no solo capital, sino también cada plaza de cada ciudad de Argentina, fueron una herramienta para encontrarnos y manifestarnos. Hoy, por la pandemia, se dará de otra forma. Dice Victoria que “se puede estar en la calle de alguna manera, nunca va a ser igual pero bueno, con caravanas y otro tipo de intervenciones que garanticen cierta movilización, presión, en el espacio público”, siendo esto lo que queremos lograr.
Y también tenemos las redes.
A través de las redes sociales y la virtualidad se crearon conversatorios, herramientas, movilizaciones virtuales y consignas políticas. A Victoria le parece que tenemos un fuerte ahí en las redes, que “se vio mucho el impacto de las movidas virtuales.“ Ella prefiere estar en la calle, pero hace un muy buen balance de toda esta movida que incluyó, por supuesto, tuitazos desde la Campaña como #AbortoLegal2020.
Dentro del recinto parlamentario la principal diferencia con el 2018 es el apoyo del gobierno, explica Victoria: “lo que necesitábamos era voluntad política para tratar el proyecto y eso es lo que tiene este gobierno, una ley así sale solo con el apoyo del ejecutivo porque eso puede traccionar votos del oficialismo.” Porque lo que necesitamos son eso: votos.
Sin abstenciones, se necesitarían 129 votos a favor en Diputados y 37 votos a favor en Senadores para que el proyecto sea ley.
“El proyecto del ejecutivo lo armó el presidente y su equipo. Nosotras no tuvimos injerencia en eso como parte de la Campaña. Creemos que el proyecto es muy bueno, tiene algunos detalles perceptibles que se discutirán cuando arranque el debate” explicó Victoria. Se espera que en el recinto se debatan ambos proyectos de ley juntos: el del Ejecutivo, Regulación del Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo, y el de la Campaña, Interrupción Voluntaria del Embarazo. Una de las principales diferencias entre ambos proyectos es la figura del objetor de conciencia, algo que se había debatido ya hace dos años.
La próxima semana comenzarán los debates en comisiones. Del 1 al 3 de diciembre, expondrán 25 personas a favor del proyecto y 25 personas en contra. El viernes 4 de diciembre estaría el dictamen en Comisiones y el miércoles 9 o jueves 10, tendría lugar la votación en la Cámara de Diputados de la Nación. Se espera un tratamiento ágil por tener lugar en las sesiones extraordinarias y porque luego de los meses de exposición de 2018, la sociedad ya está en tema sobre qué es lo que se discute: una política de salud pública. Aún así, para Victoria Tesoriero lamentablemente vamos a seguir escuchando discursos ridículos por parte de diputadxs y senadorxs en contra del proyecto.
“Hoy tenemos una derecha que se arma alrededor de oponerse a nuestra agenda, una derecha que en un punto es más fundamentalista y después, también, gente en contra en todos los bloques” nos explica. Podemos recordar del debate pasado cómo figuras de Cambiemos estuvieron también a favor de la IVE, como Lospennato. Continúa diciendo que “este debate atraviesa todo el espectro político con distintas posiciones y creo que los feminismos han hecho un proceso de sacudir las bases de todas las instituciones e irrumpir con una nueva perspectiva del mundo”.
Es imposible pensar el tratamiento del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo sin incluirlo como una victoria del movimiento feminista argentino. Y fruto también de quince años de militancia de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Pero este no es el único hito del movimiento feminista. El debate, el proyecto y la militancia son matrices que cambiaron a la Argentina desde 2015 para acá. Victoria resalta “creo que se desplegaron un montón de líneas de acción a partir del debate del aborto. Se ha desplegado una ola nueva de participación de pibas muy jóvenes que ingresan a la política a partir del feminismo y ese es un logro enorme.”
Desde el primer #NiUnaMenos, los Encuentros de Mujeres fueron cada vez más masivos, las mujeres paramos cada #8M y #3J, movilizamos por el #25N y reclamamos por todos los femicidios y ante cada signo de violencia machista. Creamos consignas políticas que son reconocidas a lo largo y ancho del país, canciones que son cantadas desde la Quiaca hasta Ushuaia y una conciencia sobre los derechos conquistados que nos hacen seguir organizadas para conseguir los que nos faltan.
Victoria Tesoriero es, además de parte de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, subsecretaria de Asuntos Políticos de la Nación. Desde su lugar político, hizo una gran reflexión sobre el cierre de este año:
“A partir del 2018 vemos cambios en todas las instituciones, los sindicatos, los partidos y organizaciones políticas: se preocupan por hablar del tema, por tener frentes internos que trabajen y militen el feminismo. Y creo que con eso logramos el mayor cambio cultural que podamos pensar en las últimas décadas, que quizás al estar inmersas en el proceso no terminamos de valorar la magnitud. Creo que hubo una fuerza política que supo leerlo, el Frente de Todos, cuyo gobierno logró el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, una participación más amplia en los espacios de poder, la implementación de la Ley Micaela y la transversalización de la perspectiva de género en el Estado. Que no es poco. Es algo muy importante.”
Con más leyes, más campañas y más militancia, conseguiremos más pronto que tarde una ley que nos permita decidir sobre nuestros. Porque el acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo es una problemática de salud, y porque el cambio hacia un país más justo y equitativo, es colectivo y es desde las bases. Siempre desde el feminismo.
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