Punto De Vista

Esto es cultura de la violación, folclore es un malambo

Analizamos la relación entre el fútbol y violencia machista a propósito de las "cargadas". Y entrevistamos a la Subcomisión de la Mujer de Independiente por la aparición de un maniquí simulando un femicidio. ¿Por qué los límites para la convivencia no se aplican a las provocaciones del machismo?

Es martes por la tarde en Avellaneda. Colgando de un semáforo se dibuja una silueta femenina. Tiene una bolsa de plástico rosa en la cabeza y un cartel: “puta violada”. Hasta acá, es otra escena de femicidio y violación. La combinación del asesinato de Silvia García en 2015, apuñalada y asfixiada con una bolsa, y de Florencia Aros en marzo de este año, ahorcada con un cable por su ex pareja, quien quiso simular un suicidio. El cartel, cortesía del patriarcado.

Pero la silueta es un maniquí de mujer con la camiseta de Racing y la escena es un intento de “cargada”, vanagloria o festejo de la victoria de Independiente en el clásico.

Foto publicada por Avellaneda Real

La noticia se conoció a través de una foto que hizo circular el portal Avellaneda Real en sus redes sociales. El repudio general llegó por parte de hinchas de ambos bandos. El institucional, por la Subcomisión de Mujeres del Club Atlético Independiente. Fue el único comunicado oficial de repudio. Rock ´N Ball se comunicó con ellas.

Rock ‘N Ball: ¿Cuál fue su primera reacción cuando vieron la escena con el maniquí de mujer colgado con una camiseta de Racing? ¿Qué sintieron como mujeres que participan activamente en la vida de un club?

Subcomisión de Mujeres C.A.I: “Nuestra reacción fue de enojo, nos incomoda, pero no nos sorprende. Lamentablemente este tipo de manifestaciones son bastante comunes, pero es momento de que dejemos de mirar a un lado. Ya no tenemos, ni queremos tolerar más estas prácticas misóginas. Por  esa razón, nos comprometemos y queremos comprometer al club y sus socios y socias a cuestionar esta clase de actos agresivos, que nada tienen que ver con nuestro deporte, ni con los valores que pregona la institución. Ni bien nos enteramos de lo que había pasado nos organizamos para sacar el comunicado y expresar nuestro repudio. La trama en la que se producen estas clases de “cargadas” no sólo tienen que ver con la violencia que se vive en el fútbol, sino con la violencia que padecemos las mujeres diariamente. La escena deportiva no está exenta de la violencia que se vive en las calles, y por diversas razones la cultura de la violación cala hondo en estas reproducciones. Nosotras como mujeres del fútbol, nos sentimos en la obligación de reaccionar, y sabemos que muchos socios acompañan. Nos horroriza, porque venimos de un mes atravesado por un profundo dolor, por todos los femicidios.”

La noticia pasó rápidamente a segundo plano cuando apareció la foto de la secretaria de la Fundación Favaloro posando junto al DT de Boca Juniors, Guillermo Barros Schelotto, haciendo visibles tres dedos en referencia a la victoria 3-1 de River Plate. Miles de tweets, aparición en todos los portales de noticias, largos minutos en programas deportivos de tv y radio, debates de oficina y ascensor. Las opiniones y juicios sobre la empleada no fueron ajenos al público general, y mucho menos a las instituciones deportivas. Esta vez sí, rápida de reflejos, la dirigencia de Boca retiró todos los turnos que tenía en la Fundación. La empleada fue suspendida de su trabajo. Todos y todas opinaron si estaba bien o mal, si correspondía, si era una cargada inocente o de mala educación. Barros Schelotto se refirió al tema en una rueda de prensa.

El maniquí, a esta altura, quedaba en el olvido y nadie se dedicaba a opinar sobre su gravedad. La empleada fue catalogada rápidamente como provocadora. Los que colgaron al maniquí, mientras tanto, fueron sólo “bobos”, y sus caras no circularon en los medios de comunicación.

RNB: ¿Cómo les pareció que fue tomado el tema por los medios y por otros clubes?

SM C.A.I: “Y con el tema de los medios de comunicación es medio dificil, porque a veces atacan al club y no diferencian, los avisos institucionales, con las decisiones que toman los hinchas. Y  hay que aclarar que son algunos hinchas, y que de ninguna manera representan la opinión de la mayoría. De hecho los hinchas de modo personal fueron repudiando la situación también. Hace más de dos semanas, por intermedio de nuestra labor, la primera masculina salió a la cancha con nuestra bandera del #NIUNAMENOS, pasamos un video en la pantalla gigante del estadio  para recordar a las víctimas de femicidio como a María Belén Rivas (de Puerto Iguazú, Misiones), a Micaela García, a Sabrina Barrientos y Denise Juárez (Florencio Varela) entre otras. Eso fue institucional, y los medios no lo tomaron, al contrario, durante la transmisión cortaron la bandera, pero esto que fue idea de algunos sale masivamente. A lo que quiero llegar es que, aunque sabemos que circula en el ambiente del deporte demasiadas ideas y prácticas violentas, también los clubes tratan de acercarse a los reclamos en contra de los femicidios, y a la violencia en el fútbol.  Y con respecto a los demás clubes no nos llegó repercusiones pero sí, sabemos que las representantes de Racing en MACFUT  [N. de R.: Mujeres Asociadas a Clubes de Fútbol asociados a AFA] agradecieron el gesto de repudiar.”

Unas horas antes de que el maniquí se balanceara sobre la esquina, once o doce tipos lo tenían apoyado sobre la pared, sin la bolsa pero sosteniendo su pelvis de plástico con palos (empalada, como Lucía Pérez). A dos metros, estaban haciendo asado en el asfalto de una calle sin transitar de Avellaneda. Levantan los brazos, miran a cámara. Sonríen.

La foto fue publicada por Manuela Marquez en Facebook, y Pablo Carroza en Twitter. Este post tuvo las respuestas más resonantes: referencias al decenso de Racing, una foto de una tanga con el escudo albiceleste (“te olvidaste esto BasinCopas, putita violada”), quejas porque no aparece la foto con el cartel, e incluso amenazas de parte de quien se reconoce en la foto, Lucas Kumorkiewicz.

La imagen de los hinchas se puede buscar en Google a través de la dirección url. La palabra clave asociada a ella es “chiste”.

¿Por qué una “puta” violada, empalada y asfixiada? Porque es el símbolo de la dominación. La violación, como sostiene Rita Segato en cada entrevista que da, en los libros que escribió, no es un crimen sexual sino un crimen de poder: establece la dominación a través de la imposición de una ley moral patriarcal. Y la agresión física no es la única forma de violar, ni el violador es un “individuo anómalo, en él irrumpen determinados valores que están en toda la sociedad. Entonces, nos espantamos y el violador se convierte en un chivo expiatorio. Pero él, en realidad, fue el protagonista de una acción que es de toda la sociedad, una acción moralizadora de la mujer.”

Ilustración del usuario de Twitter @srdiablorojo

La imagen de una mujer violentada es la representativa del bando perdedor, del bando que debe ser humillado. Es una asociación clásica dentro del mundo del fútbol, entendiéndolo como extracto representativo de toda una sociedad, donde la mujer no es protagonista sino objeto pasible de ser moralizado. No es un hecho aislado, forma parte de la llamada “cultura de la violación”. ¿De qué hablamos cuando la mencionamos? No hace falta ir a la biblioteca de tu feminista amiga, alcanza con googlear y clickear en Wikipedia: “ejemplos de comportamientos comúnmente asociados con la cultura violación incluyen culpar a la víctima, cosificación sexual, la trivalizacion de la violación, negación de violación, o se niega a reconocer el daño de ciertas formas de violencia sexual que no se ajustan a ciertos estereotipos de violación violenta.”

Normalizar, naturalizar este tipo de mensajes violentos y enmarcarlos dentro de determinado “folclore”, es cultura de la violación. Lavar responsabilidades de los autores porque “no cometieron ningún delito” también lo es. Que sea un tema ignorado por los grandes medios cuando queda a la sombra de un gesto en una mano, también lo es.

La empleada de la Fundación Favaloro está suspendida. Los hombres que aparecen en la foto, tranquilos. Pero lo importante: ¿Qué tenía puesto el maniquí? ¿Qué hacía en ese barrio si se sabe que hay hinchas peligrosos? No le arruinen la familia a un pobre tipo.

#NiUnaMenos

 

Por Triana Obregón