El pasado sábado, Divididos ofreció un recital inolvidable en el Estadio Atenas de La Plata, reafirmando por qué son “la aplanadora del rock”. Desde el arranque con “Cajita Musical” hasta el cierre con un explosivo popurrí de clásicos de Sumo, Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella desplegaron un show que alternó momentos de alta energía con pasajes cargados de emotividad, como la interpretación de “El Arriero” de Atahualpa Yupanqui o el acústico con “Vida De Topos”, “Spaghetti Del Rock”, “Como Un Cuento” y “Vientito De Tucumán”.
Un momento especial de la noche ocurrió cuando un nene entre el público le entregó a Mollo un guardapolvo con la leyenda “Sin educación pública no hay futuro”. En un gesto tan genuino como significativo, el cantante no solo le firmó la prenda, sino que también le regaló una púa.
Con una lista de 27 temas que incluyó homenajes a Pappo’s Blues, La Pesada y, por supuesto, a Sumo, la banda tejió un recorrido por su trayectoria y su capacidad para reinterpretar la tradición del rock nacional.
Divididos no deja espacio para dudas: su vigencia y su conexión con los fans son tan contundentes como su música. La Plata fue testigo de una velada en la que los acordes y las emociones se fusionaron en una experiencia única, demostrando que el rock argentino sigue teniendo a sus máximos exponentes bien presentes.
Fotos: Joaquín Pertierra
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