El fin de semana, Don Osvaldo volvió a hacer historia con dos recitales en el estadio de All Boys. La primera noche, con entradas agotadas, y la segunda, casi llena, reunieron a más de 30 mil personas en un evento que fue mucho más que un show de rock.

Después de más de 20 años, Patricio Santos Fontanet y su banda volvieron a tocar en un estadio porteño, y el resultado fue un acto social, cultural y de justicia que reafirmó la vigencia del mensaje de Callejeros y Don Osvaldo.

El repertorio combinó clásicos de ambas etapas y fue diferente cada noche: en la primera, abrieron con “Necesidades”, “9 de Julio” y “Flores por Piedad”; mientras que en la segunda, el arranque fue más contundente con “Bienvenidos”, “Palo Borracho” y “Feliz y Seguro”. Durante más de dos horas, la banda repasó su extenso cancionero y brindó un show con una puesta en escena imponente, que no le envidia nada a las grandes producciones del país.

Más allá de la música, lo que resonó en Floresta fue el mensaje. Desde las pantallas, y con la fuerza de temas como “Todo Preso es Político”, Don Osvaldo pidió Justicia por los pibes de Cromañón y proyectó el lema “Callejeros Inocentes”. Patricio también fue tajante en su postura política, calificando al gobierno como “nazis” y “una manga de gatos”, lo que encendió al público y reforzó el tono combativo de la noche.

Lo que sucedió en All Boys fue un acto de resistencia y justicia social disfrazado de recital. Ese rock estigmatizado, que quisieron demonizar y erradicar, sigue en pie y más vivo que nunca. Miles de personas llenaron el estadio, hicieron llover himnos y demostraron que el mensaje, la memoria y la verdad siguen resonando fuerte.

Fotos de Benjamín López