El hecho de un o una artista sintiéndose en plenitud mientras hace lo que ama está catalogado como algo común, hasta lógico. Lo que marca la diferencia puede ser la manera de expresarlo y vivirlo. A Silvina Moreno parece quedarle chico el término “plenitud” cuando se sube a un escenario. Emana alegría en la hora y 20 minutos en los que mueve los hilos del show a su antojo. Su banda, su voz y su sonrisa inamovible son sus respaldos. Su respetuoso público es la última, pero no menos importante, parte de la receta para formar el ambiente de la cantautora argentina.
Apenas se abrieron las puertas del segundo día, La Tangente se llenó en pocos minutos. Entradas no quedaban: en la semana previa había anunciado los dos sold out (las fechas del jueves y viernes). Un lugar “explotado” como los pequeños morteros que lanzaban papeles picados al finalizar “Lord ingles”, la primera de la lista de 16 temas. De vestido rojo, zapatos brillantes y el washboard sostenido por sus manos; así salió Moreno a escena ante la ovación de los presentes.
Un combo de Mañana, su primer disco, llegó con “No sé” y “Puede ser”, que tuvo la presencia de Sofía Macchi, cantante argentina que reside en México. Otros artistas que se sumaron fueron Dolores Cobach y Tomás Amante, que abrieron la primera y segunda noche respectivamente. En formato de trío, realizaron una divertida versión de “Cuando calienta el sol” de Luis Miguel, que ya habían subido días atrás a sus redes sociales. Silvina Moreno siguió con el pequeño bloque del cantante mexicano y cantó a capela un pedacito de “Hasta que me olvides”.
Sofá, su tercer y más reciente álbum, fue lo que más sonó en La Tangente. “Artista frustrada”, “Infancia” y “Será una estupidez” fueron algunas de las que pasaron en el set armado para el viernes a la noche. Muchas canciones incluyen una historia o una anécdota relatada por la cantante de una manera simpática, con una sonrisa a mano para cada remate que disparaba las risas de su público. La mayoría pasó el recital sentados en el piso del lugar, con unas pocas mesas en los costados y en el fondo. Esto le aportó un clima de intimidad y comodidad al show en el que recién se pusieron de pie para la movida “Frío en los pies”, sobre el cierre.
Para ambas fechas se anunciaron invitados: el jueves Nahuel Pennisi y el viernes Lula Bertoldi. “Me encanta que haya mujeres líderes en la música argentina”, expresó Moreno mientras se lanzaban elogios con la cantante y guitarrista. Primero hicieron “Control”, parte de Sofá, y luego llegó una grata sorpresa: “Magoo”, canción de Eruca Sativa llevada a un costado acústico pero sin perder la fuerza, sostenidas por las dos voces imponentes. La presencia femenina en el escenario no terminó ahí: sonó la sentida “Faro” y estuvo acompañada por dos seguidoras que ganaron un concurso en Instagram.
El final lo guardó para los hits de su carrera como “Ya lo entendí”, “Cuídame” y “La despedida” (la última de la lista), que se disputaron el podio de lo más cantado en la noche de Palermo. La Tangente suena como un lugar cómodo y conocido por Silvina Moreno cuando se ve su performance arriba del escenario y la conexión con sus seguidores. Su nueva placa y su nuevo single son razones para creer que se viene un futuro a corto plazo exitoso, incluyendo proyección internacional.
Fotos de Cinthia Carrizo
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