En una noche por demás especial para Benjamín Amadeo, que se largó hace tan solo dos años al mundo de la música, su público dijo presente y colmó de expectativa las puertas del teatro desde temprano.
A las 20:30 la artista invitada Mery Granados hizo su aparición en escena junto a su banda y bañó con su voz melodiosa y potente cada rincón del recinto. Granados es una de las cantantes pop del under que está pisando fuerte hace más de un año, con varios shows sobre sus espaldas, incluidos festivales o giras por el interior. El público la hizo sentir muy bien recibida y, si no la conocían, la cantante hizo todo perfecto para que quien la haya visto se fuera con la inquietud de saber más de ella.
El gran comienzo
Pasadas las 21 hs las luces se apagaron e hizo su aparición Benjamín Amadeo y el Ópera se preparó para una noche muy ansiada por todos. “Debe ser” uno de sus temas más power fue la elegida para darle el inicio al show, y la gente respondió poniéndose de pie como durante casi toda la duración del espectáculo. Desde el comienzo a Amadeo se lo notó enfocado y con mucho despliegue para su concierto más importante hasta el momento, cantando y con la guitarra que jamás dejó de lado, se hizo amo y señor del escenario y de cada detalle que ocurriría a lo largo de la velada.
Las pantallas jugaron un rol fundamental para la coronación del recital como un conjunto de climas y momentos, todos manejados y creados por el cantautor, quien se notó, estuvo en cada detalle del armado.
Los temas más potentes como “Ornamentales” o “Mundos paralelos” fueron interpretados por un Amadeo que se desplazaba por todo el ancho de la escena, jugando con su banda, que no desentonó para nada y se permitió variar los climas de la noche a gusto, dándole a cada canción un entorno, un sonido y un ambiente totalmente diferente a las otras.
También hubo covers, el primero cantado a viva voz por las 3000 personas fue “Trátame Suavemente” de Soda Stéreo, dejándolo al protagonista de la noche parado con su guitarra frente a todo el público por primera vez, haciendo más íntimo el encuentro.
Momento fogón
El clímax del show sucedió promediando el mismo cuando Benjamín tomó la palabra y agradeció a cada uno de los presentes, “Estoy muy contento de festejar mi disco con todos ustedes, mis amigos, mi amor y mis amigos de la música. Hay gente de Uruguay, Paraguay, Guatemala, de muchos puntos de Argentina. No paso por arriba eso de venir tan lejos a celebrar un disco” cerró en el primer momento que habló a los presentes.
También comentó el significado de las líneas que su imagen en la tapa del CD tiene: “Viene de la idea de resilencia, un arte que se llama kintsugi (relataba mientras en las pantallas había imágenes que graficaban eso que contaba), empecé a hacer canciones sobre mis historias. Son reflexiones, mis líneas de oro, la razón por la cual que creo que si estamos rotos somos más hermosos”, completó, y seguido a eso se puso a jugar con los LEDs de fondo, pidiendo que le pusieran un atardecer con palmeras para hacer un fogón.
El primer tema que cantó en ese improvisado fogón fue “Fue Amor” de Fito Páez, en cada cover que hacía dejaba en claro sus influencias a la hora de hacer música. Cerati, Fito, también sonó una intro de Babasónicos. De repente apareció por detrás Abel Pintos y el lugar estalló, porque el fogón sería nada menos que junto al artista que Benjamín siempre destaca como un padrino de su carrera. Uno de los más queridos por todos.
Los dos sentados en un banco se pusieron al Ópera en el bolsillo y “No me olvides” comenzó, la canción que todos saben aunque sea de oído, llenó cada rincón del lugar en un dúo para el recuerdo. Amadeo agradeció a Pintos su presencia y su ayuda infinita, y volvió a elogiarlo como siempre, pero esta vez el que dejó sin palabras al otro fue el reconocido artista invitado que felicitó al público, “los felicito porque hoy tomaron una gran decisión, vinieron a ver el show de un artista que en un tiempo va a ser de los mejores del país”, dijo contundentemente, y los aplausos se oyeron desde cada rincón.
Y el fogón se iba reafirmando aún más como un momento inolvidable para todos los presentes. “Todavía” fue el segundo tema que entonaron, una letra potente con un acompañamiento perfecto de ambos en la interpretación. Al finalizar la gente vio que Abel se retiraba, pero exigió una más, y ambos hicieron caso: “10 mil” una de las canciones más queridas comenzó acústica y terminaron haciéndola “bien” luego de llamar a toda la banda.
Volvieron los músicos y siguió el repertorio, entonando grandes registros vocales que ponían al público de pie mientras seguían atentos cada movimiento del artista. El segundo invitado fue nada menos que Patricio Sardelli de Airbag, que subió los decibeles a un nivel altísimo con el manejo eximio de su guitarra en “Perdí la cuenta”, el tema más rockero, en palabras de su autor. Llegó “Volaré” quizás la más hitera de todas, y el ambiente lo demostró,
El momento del baile llegó con “Cada noche” que puso a todos a moverse al compás de la música, junto al protagonista estaba además el ensamble del video bailando detrás y fueron muy aplaudidos al finalizar su actuación.
Los útimos acordes
El final se iba acercando lentamente cuando ya promediaba la hora y media de comenzado. Pero faltaba aún la versión de “Vida Lejana”, tema que nombra a su disco debut, encontrándolo en el “segundo nivel” del escenario acompañado de dos mujeres violinistas que regalaron un sonido inigualable al público.
Después vino el amague clásico del final pero no se hizo desear el regreso y “Te Imaginé” la cortina del año pasado de Showmatch sonó para dar fin al show.
Antes se dirigió a todos por última vez y recordó que eso que estaba ocurriendo era su sueño, “por eso les deseo que cumplan todo lo que deseen, gracias por esta noche”.
Y así llegó al final la primera gran presentación de Benjamín Amadeo. Ante un Ópera colmado de gente que lo único que quería era compartir con él ese sueño que poco a poco, y a fuerza de shows como ese que acababa de ocurrir, se va haciendo realidad.
Fotos por Lucas DeQuesada Ph.
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