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SUECOS PULCROS Y OSCUROS ENAMORAN A LOS ARGENTINOS

Dark Tranquillity se presentó en nuestro país para mostrar su nuevo trabajo, "Atoma", y demostró nuevamente que a pesar de la crisis, el amor es más fuerte.

Dark Tranquility
Dark Tranquility

Con la excusa de presentar mundialmente “Atoma”, desde la fría Escandinavia llegaron a Colegiales los muchachos de Dark Tranquillity que, haciendo gala de caballerosidad, se entregaron a sus fans argentinos como lo hacen en cada visita a nuestro país. Correctísimos en ejecución, ajustados en horarios, amables en el ida y vuelta con los fans y con una lista que repasó lo mejor de su nueva producción en justa medida para mechar clásicos “coreables” que los seguidores esperaban, esos fueron algunos de los puntos más destacables de la noche.

Corrían las 21.05 de la noche cuando se apagaron las luces y comenzó a sonar la intro que tras un par de minutos dio pie a “Force My Hand”, uno de los cortes de “Atoma”, con un sonido al que le faltaba ajustarse, obstáculo típico de cualquier inicio de concierto. La batería inquieta del pelado Anders Jivarp comenzaba a hacer estragos en la noche porque, como se sabe, si bien Dark Tranquillity es un gran exponente del death metal melódico pero con muchos puntos en común con sus coterráneos Opeth, más cercanos a lo progresivo. De ahí, que su música pueda ser ultra pesada por momentos pero siempre mixturada con elementos intrincados.


Del nuevo álbum pasarían “Atoma”, “The Pitiless”, “Clearing Skies” y la melódica “Forward Momentum”. “No pasó mucho tiempo desde nuestra última visita. Pero gracias por venir”, era el primer saludo de Mikael Stanne, cantante del quinteto (que pisó suelo argentino con músico invitado) y sujeto que no deja de sonreír aun cuando su garganta saque varios demonios que se encuentran dentro de su organismo. De algún modo ese contraste hace que la banda no deje de lado la elegancia al mismo tiempo que ofrece una oscuridad superlativa.

En cuanto a clásicos, interpretaron varios de “Damage Done”: “The Science Of Noise”, “Final Resistance”, “Monochromatic Stains” y “The Treason Wall”, que entre su melodía de guitarra y los teclados de Martin Brändström exige coros del público que funcionan como colchón ante los gritos de Stanne. Vale decir que esta canción fue la primera con la que los fans comenzaron a agitar, en un Vortertix que desgraciadamente solo estaba cubierto en un 50% de su capacidad. Fin de mes, frío, martes, algunas de las excusas validas que podrían encontrarse para esta poca afluencia de gente. De todos modos, los recitales en nuestro país de los oriundos de Gotemburgo tienen esas características: Pueden colmar un teatro o quedar a medias tintas. A pesar de ello, Dark Tranquillity es muy fiel a sus fanáticos y siempre se hacen un espacio para darse una vuelta por Sudamérica, algo muy respetable cuando se piensa que podrían girar por Japón todo el año y llenar sus bolsillos de dinero.

Es curioso como la buena onda de cada agradecimiento de Stanne se transforma en sonido gutural cada vez que tiene que nombrar el tema que continúa en lista, para provocar el estallido del público. También formó parte de la lista el simil-metalcore “Terminus”, que coquetea con la electrónica y por eso es perfecto para poguear uniformemente en varios pasajes de la canción. Gracias al agite que se producía y los canticos “Olé olé olé, Dark-tran-quillity… es un sentimiento” -que sonaban un poco forzados a entrar en la métrica- la banda agradecía con fervor y Mikael decía: “Estamos en el otro lado del planeta, lejos de Escandinavia y se siente como si estuviésemos en casa”.

Los mejores solos de guitarra llegaron con “The Silence In Between”, con el que se lució el violero invitado Johan Reinholdz y en “The Wonders At Your Feet” para Christopher Amott (ex Arch Enemy) quien reemplazó en esta gira al histórico Niklas Sundin. Completaron la lista “White Noise/Black Silence”, y “Therein” con el que el público explotó gracias a la hipnótica cabalgata de la guitarra y la melodía aguda que se desprende.


Hicieron el tradicional saludo de despedida falso y tras unos minutos volvieron con los bises: “State Of Mind” y el único de “Character”, “Through Smudged Lenses” que inyectó la última descarga de velocidad en la noche.

El desenlace de la noche para Dark Tranquillity fue con “Misery’s Crown” con el que cierran desde hace años. Tras la entrega de palillos, púas, listas de temas y las fotos finales, el líder del grupo, como una especie de Jesucristo vikingo se quedó saludando un largo rato a sus fans, incluso luego de que se cerrar el telón, demostrando que los suecos nos aman tanto como nosotros a ellos.

Fotos de Julieta Marilyn Fotografía

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