La Vela Puerca volvió a presentarse en Capital Federal con un show multitudinario en el Club Ciudad de Buenos Aires. Unas 15.000 personas disfrutaron las trece canciones nuevas que trajo Destilar” y algunos clásicos con El Impulso” (2007) como predecesor destacado.

El show comenzó tal como lo hace el nuevo material con “Velamen”, “Atala”, “La nube” y “Casi todo” sin interrupciones. Tras esos primeros diez minutos vendrían los saludos de los cantantes Sebastián Teysera y Sebastián Cebreiro y continuaría el show con una lógica que combinaba los destilados en orden de aparición con algunas canciones anteriores.

Ya con varias banderas flameando comenzó un paso a paso retrospectivo con una muestra de cada álbum y se sucedieron “Sin avisar” de Érase” (2015), “Se despierta” de Piel y hueso” (2011) y “Clarobscuro” de Acontraluz” (2004). El trío que prosiguió la presentación fue “Mi diablo”, “Con un farol” y “De negro y rojo” que finalizó con una gran cantidad de pañuelos verdes de la Campaña por el Aborto Legal Seguro y Gratuito en el aire.

El único bloque homogéneo de temas anteriores tuvo como privilegiado a El Impulso” que volvió a masificar canciones como “Neutro”, “Su ración”, “El señor” y “Me pierdo” con algunas reversiones para adaptarse a los nuevos tiempos de la banda. Antes de continuar con el repertorio, el Enano Teysera aclaró que la siguiente canción tendría una fuerte carga emotiva y que supieran entender si se le iba la voz en “La luna de Neuquén” que se enganchó con “La revancha” y “Pensar”.

“Y así vivir…” y “De atar” se acoplaron a “Baco”, “De la mano” y “Aprendiz” para entrar en la etapa final del show. Con Destilar” ya presentado en su totalidad, La Vela Puerca entraría de lleno en la etapa más hitera de la noche, previo momento íntimo con “Respira”, para la seguidilla “Todo el karma”, “Va a escampar” y “El profeta”. La crisis económica tampoco escapo a la percepción de la banda uruguaya que agradeció a los presentes su asistencia “aunque la cosa está jodida”.

Tras unos breves minutos fuera del escenario, el grupo regresó con formación completa para “Zafar” y “el principio del fin” tal como lo calificó el Cebolla Cebreiro. Manolo Ferreira, staff de la banda, subió para acompañar “El soldado de plomo” y “El gavilán”, único tema del primer disco que sonó en la noche porteña.

El final fue con un dúo rememorando las raíces para combinar la alegría de los nuevos y la nostalgia de los viejos seguidores. “Haciéndose pasar por luz” y “Llenos de magia” se fundieron entre los saludos y más agradecimientos por el apoyo incondicional, para poner el broche final a una noche que estrenó oficialmente lo nuevo y destiló algunas canciones viejas para ganarse a su público más antiguo.

Fotos de Cristian Sangermano