Sí, es verdad. Sportivo jugó mal y preocupó a propios y ajenos, porque venía mostrando una imagen llena de ilusiones. El Verde fue bailado en su propia casa y perdió por 2 a 0, un marcador que podría haber sido más abultado aún. Los dos goles fueron de Mauricio Ferradas, que en total metió 4 en este torneo para Sarmiento de Junín, el equipo que salió cuarto en la temporada pasada y que sigue conservando su fortaleza. Hagámosla rápida: no jugaba contra cualquiera.
No soy quien para retar a nadie, pero en las tribunas sanfrancisqueñas ya aparecieron los ansiosos -los mufas, digamos- que se olvidan de algunas cosas. Primero, que esto recién empieza, y eso es siempre cierto para un equipo nuevito en un torneo de más de cuarenta fechas. Y no sólo eso: Sportivo está primero en los promedios mientras que grandes como Talleres e Independiente están en zona de descenso y con panoramas más turbios.
También se olvidan que Carlos Mazzola demostró que sabe lo que hace, que sabe cómo armar un equipo que se plantea mantener una categoría jugando bien y demostrando lo que hay que demostrar. Al terminar el partido, el DT les puso los puntos a algunos. Además, hay una institución y un público detrás de todo esto que banca el proyecto. De nuevo, esto recién empieza y, como dicen varios, no hay que dramatizar. Fue un Sportivo desconocido, justamente porque venía haciéndose conocer por otro tipo de partidos. Calma.
La parada que sigue es conocidísima para el equipo sanfrancisqueño: espera Talleres de Córdoba en el Mario Alberto Kempes, un estadio donde Sportivo no consiguió grandes resultados cuando ambos jugaban el Torneo Argentino A. La T llega complicada y con Sialle definiendo su futuro, por lo que este choque cordobés puede marcar caminos muy distintos. Por ahora, a no mufar. Ropa sucia, fuera.
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