Los anillos representando a los cinco continentes, las mascotas, la villa olímpica, las delegaciones y las medallas son, sin dudas, algunos de los elementos que han caracterizado a los Juegos Olímpicos a través del tiempo. Sin embargo, cuando aún faltan más de tres años para su nueva inauguración, una inusual designación está generando que la próxima edición del mayor evento deportivo del mundo ya esté dando que hablar.
Se trata de la decisión del Comité Organizador de Tokio 2020 de nombrar como “embajadores” de los Juegos a personajes de anime y manga, entre los que se encuentran Mario Bross, Hello Kitty, Pacman y Son Goku, protagonista de la serie Dragon Ball Z.
No es la primera vez que un Comité Organizador elige como embajadores a personalidades destacadas totalmente ajenas al deporte. Por ejemplo, en Londres 2012, tres miembros de la Familia Real británica cumplieron ese papel: el príncipe William, su esposa, Kate Middleton y su hermano menor, el príncipe Harry. Por otro lado, en Rio 2016, el elegido fue el reconocido pintor y escultor brasileño Romero Britto quien, además, ya había participado como artista especial y embajador de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) para los mundiales de 2010 y 2014, en Sudáfrica y Brasil, respectivamente.
Por último, en lo que respecta a la próxima cita olímpica, es evidente que será un acontecimiento que va a trascender lo deportivo. Así quedó demostrado desde la misma Ceremonia de Clausura de Rio 2016, cuando el Primer Ministro japonés, Shinzo Abé, sorprendió a todos al aparecer en el mítico Estadio Maracaná disfrazado de Mario Bross desde una tubería verde, simulando el clásico videojuego.
Ya sea por su gran influencia en la cultura pop o por lo rentable que resulta su utilización en el merchandising oficial, la incorporación de estos personajes reconocidos globalmente a Tokio 2020 cumple con los objetivos del país organizador: ampliar las posibilidades de promoción de los Juegos y, a su vez, permitir un acercamiento a la cultura nipona por parte de grandes y chicos.
Por Julia Maestri. (@JuliMaestri)
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